Artículo de opinión de Eduardo Vidal
“Parece que el bipartidismo y sus compinches tienen miedo a la respuesta ciudadana y a perder el chollo del que llevan aprovechándose más de 30 años”
Quien podía pensar que en ya en el siglo XXI el sistema democrático sería puesto en duda, justamente antes de unas elecciones anticipadas y, lo que es más grave, Imponiendo “la ley del más fuerte” dentro de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) concretamente el art. 169.3 LOREG.
“Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria [...] necesitarán la firma, al menos, del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Ningún elector podrá prestar su firma a más de una candidatura”.
Muchas trabas para los partidos nuevos y los pequeños, que no por el hecho de tener menos afiliados carezcan de otra forma de ver la política y en la mayoría de los casos están mucho más cerca de la ciudadanía y están siendo capaces de elaborar mejores propuestas y más beneficiosas para el conjunto de la sociedad y, sobre todo, no están al servicio de los mercados.
Ahora parece que al fin, esta semana (datos sin confirmación oficial obtenidos vía telefónica por el Partido Pirata de la Junta Electoral Central), esperaremos al viernes, 16 de septiembre a ver con que nos sorprenden y que han maquinado en esta ocasión para entorpecer a otros partidos la posibilidad de presentarse a las generales del 20 de noviembre, ya que parece que está claro que el bipartidismo y sus compinches tienen mucho miedo a la respuesta ciudadana y a perder el chollo del que llevan aprovechándose más de 30 años.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Si queremos cambiar esto, la respuesta no está en el PPSOE. Ni siquiera en los partidos actuales. Hay que depurar el sistema, con la convocatoria de listas abiertas y la posibilidad de cambio de la ley electoral. Para entrar en el juego se requieren al menos algunas garantías que ahora mismo no existen.
Pues hombre, el 0.1% del censo de la circunscripción de Valencia (por poner un ejemplo) pueden ser unos 1.900 avales. Si alguien no es capaz de recogerlos ¿qué pretende presentándose? Hay que tener en cuenta que de cada candidatura que se presenta hay que imprimir un taco de papeletas para cada mesa electoral (entre otros gastos). Es normal que se exija un mínimo de respaldo del electorado. Dices que los partidos grandes "tienen mucho miedo a la respuesta ciudadana". Veamos algún ejemplo. Elecciones generales 2008 en la circunscripción de Valencia. Partido Humanista: 390 votos. PCPE: 749 votos. Por Un Mundo Más Justo (PUM+J): 1.006 votos. Y así muchos otros ejemplos. ¿Es esa "respuesta ciudadana" la que les ha de dar miedo?
Este año entran otros en juego, por poner un ejemplo: equo ya solo en Madrid tiene el 80% de avales conseguidos.
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