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Cada uno tiene su papelArtículo de opinión de Xavier Cantera
“En la vida política hay comedia, tragedia, drama y también algo de sainete”
Una opinión más Xavier Cantera
El ejercicio de la democracia en la vida política y real lo comparo a una gran obra de teatro ya estrenada, mil veces representada y en la que los personajes son tan maduros y experimentados que dominan cada uno su papel, improvisan si es preciso y meten “morcillas” en el texto, propias de su creatividad en cada momento; pero, eso sí, dentro de su papel. Todos los personajes son necesarios, también los minoritarios o secundarios, pero deben representar rigurosamente el papel para el que han sido elegidos. Sin prisas ni pausas en salir a escena y siempre imbuidos del personaje que representan, con sus valores, sus miedos, sus ansias y las causas que defienden desde el espíritu y la letra de la obra escrita por el ciudadano autor. Y como en toda obra, que reproduce la vida misma, hay comedia, tragedia, drama y también algo de sainete.
Con este bagaje teatral interpreto lo que ha estado sucediendo estos días desde que el “promotor” de la obra, Zapatero, dijo aquello de “arriba el telón” cuando anunció la reforma constitucional y propuso un límite presupuestario para que ninguna administración se gaste lo que no tiene. Los dos personajes principales, distanciados y enemistados durante varios años, ahora comparten el tálamo nupcial obligados por los enemigos de la familia que quieren, desde fuera, apoderarse de sus patrimonios y de toda la herencia si, separados, dan muestras de debilidad. Para realizar este matrimonio de conveniencia, no le han dicho nada a nadie y, como antiguamente en las bodas entre viudos, se han casado por sorpresa, aprovechando las últimas horas de la noche, al clarear el día y cuando menos gente había en la plaza por ser verano. La noticia ha corrido como la pólvora de rápida y de explosiva y los parientes ricos periféricos, de provincias, se han presentado encolerizados porque a ellos se les busca para las verdes pero no en la maduras. Los parientes pobres quieren afear la boda porque no se ha invitado a participar en el convite, a tope el salón por los invitados de las dos familias de los novios, a los parientes lejanos de los barrios. Algún familiar asistente a la ceremonia, celoso de su pasado, ha levantado la voz cuando el presidente de la comedia ha preguntado si existía algún impedimento para esta unión. Lo que hubiera podido tener un final feliz pues era segura la simpatía de la mayoría por el tope presupuestario, se convierte ahora en una tragedia descomunal con tintes de melodrama, donde los buenos sufren a manos de los especuladores y, cumpliendo la obra su sentido, produce asombro y satisfacción en los espectadores de los palcos, terror y desconfianza por las consecuencias extraordinarias que puede producir esta unión en el futuro electoral de los contrayentes entre los espectadores del patio de butacas y desilusión y tristeza en los pocos espectadores del gallinero que deseaban que los novios se unieran con los de su clase.
Cuando la tragedia comenzaba a mascarse, entra en escena el populacho, en forma de masa sindical, protestando y afeando a los novios su conducta, pero, tiene al mismo tiempo que defenderse de otro gentío indignado que sale a su encuentro desde las bambalinas de la izquierda, preguntándole ¿dónde estaban ellos cuando se amañaba el noviazgo? Ante esta actuación tragicómica de la izquierda, la recta y modosita novia, mirando a sus padres, sonríe de oreja a oreja al ver que su unión por intereses y sin amor puede conducir a la desunión de las clases medias y bajas, con lo cual todo el término municipal será de su familia. En el último acto, la obra, inesperadamente, se convierte en un sainete cuando un pariente rico de la novia, vestido de capitán de barco y levantando la copa en el brindis, anuncia que ella sola va a crear tres millones y medio de puestos de trabajo en el desierto. Las risotadas y los silbidos del público, tanto de platea como de gallinero, impiden escuchar las últimas mentiras en forma de promesas provocadas por los efectos del alcohol servido en el convite, protestas que son contrarrestadas por los aplausos enguantados de blanco Gurtel provenientes de los palcos. Cada uno hace su papel para que “la paz siempre vuelva a Grecia”, pero sin recortes.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Buenos dias. Es mucho más sencillo que todo eso, simplemente se han gastado lo que no tenían, ¿y si quieren seguir gastando? ,deberán de justificar sus gastos, y firmar el documento (Constitución) que les comprometa a no seguir gastando más de lo que ingresen, todos sabemos que cuando una empresa entra en pérdidas y recurre a los bancos estos le marcan el camino a seguir para seguir subsistiendo como empresa.
Todos sabemos que lo primero que hacen los bancos es asegurarse la devolución del crédito y de los intereses, y para ello han exigido el aval de todos los españoles, en este caso la nueva claúsula que dice más o menos ".....tendran prioridad absoluta en los PPGG la devolución del capital y el pago de los intereses de la deuda......".
Esto es lo que ha pasado, no se trata de ningún sainete, solamente se trata de la condena de las futuras generaciones de españoles a pagar los despilfarros de cuatro manirrotos incompetentes que durente estos últimos años hemos tenido como dirigentes, pero eso si, en este sainete siempre estarán los "palmeros" que aplauden a sus jefes a cambio de las copitas y los de la claqué, aplaudidores profesionales a cambio de entrada gratuita.
saludos.
Hola Xavier! Cuanto tiempo sin leerte. ¿Para cuando una cenita de esas sin prisas? Cuídate :)
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