Andrea Ceballos Manzano
Ejerció de ermitaña durante 36 años en el Santuario de la Virgen de Lluch
El 19 de Septiembre de 2003 se celebró en el Gran Teatro Municipal de Alzira, el homenaje a Andrea Ceballos Manzano, dentro de la programación de las fiestas patronales a la Virgen de Lluch que se vienen celebrando en el mes de septiembre, desde hacía pocos años, el homenaje a nuestros mayores. En esta ocasión era con toda justificación a la muy querida Andrea Ceballos que, durante 36 años había cuidado a la Mare de Dèu de Lluch, patrona de Alzira en su Santuario de la Muntanyeta del Salvador.
En las postrimerías del acto, que fue presentado por el que suscribe, intervinieron la Banda de la Sociedad Musical de Alzira, dirigida por Ángel Crespo, quien supo elegir para este momento la música adecuada, donde se estrenó la obra “A la Virgen de Lluch”, de José Grau.
Se celebraba, aquel año, el XXV aniversario de que la Virgen de Lluch fuera nombrada patrona canónica de la ciudad de Alzira.
Antes de que fuera llamada al escenario la homenajeada, el presentador se permitió dar a conocer una anécdota que se producía cada día al amanecer en el mismo santuario. Radio Alzira transmitía el Santo Rosario todos los días desde el santuario. Compartían el rezo mariano Antonio Sancho y su tía Andrea. Cuando Antonio terminaba la parte correspondiente al Padrenuestro, Andrea contestaba con rapidez y he aquí el error que se producía. Andrea decía: ...”el pan nuestro de cada día dánoslo de hoy... el volía blanet”. Andrea llega a Alzira en 1929 procedente de un pueblecito cercano a la capital charra, Salamanca, llamado Valdehijaderos. Venía a visitar a su hermano Paulino que trabajaba en el Ayuntamiento alcireño. Al comprobar la belleza de estas tierras, no tan frías como las que había dejado y beure el aigua del Xùquer, ya no regresó a su lugar de origen. La joven Andrea se ocupó en primer lugar, como diríamos hoy, en la casa de don Cándido Ribes Pallardó, entonces en la plaza de Emilio Castelar, al lado de la droguería Central; una familia que la trataron muy bien.
Pasados unos años conoció a Enrique Sancho Carbonell, con quien contraería matrimonio en la antigua y desaparecida parroquia de San Juan -quemada en 1936- el 15 de noviembre de 1934, bendiciendo la unión el recordado sacerdote José Songel Pérez. De esta unión nacerían cuatro hijos; tres hembras y un varón.
Transcurrieron los años y, en 1949, siendo su esposo guarda rural de la Muntanyeta, del santuario y su entorno, decidieron trasladarse a vivir al antiguo ermitorio del Salvador, detrás del santuario, imagen que acompañamos, en la que la propia Andrea figura en la puerta, ermitorio que, erróneamente, fue derribado en 1985. El habitáculo se hallaba en precario estado. El anterior ermitaño, en la que fue iglesia, lo había empleado como corral donde criaba bueyes.
Vicente Perpiñá, practicante en medicina y cirugía, lo que ahora conocemos por ATS y al mismo tiempo era concejal del Ayuntamiento de Alzira, ordenó sanear las dependencias y acondicionarlos para la vivienda de los nuevos ermitaños.
En los 36 años que Andrea Ceballos vivió con su familia, al lado de la Virgen de Lluch, un poco más cerca del cielo, tuvo innumerables vivencias. Contaba con doce nietos e igual número de biznietos. Entre otras cosas nos contaba una tarde, cuando estaba acometiendo el inicio de las obras del proyectado colegio salesiano en la Muntanyeta, se presentó de improviso el arzobispo don Marcelino Olaechea, acompañado del Nuncio de SS en España, para mostrarle un situ la obra que no tuvo el final deseado y que los que contamos años sabemos el por qué. La fatídica helada que heló fins les soques dels tarongers. Que sorpresa se llevó Andrea de aquella inesperada visita.
Otras experiencias que no olvidaría jamás fueron en octubre de 1982, con motivo de la “pantanada de Tous”. Su cocina no se apagó para ayudar a los más pequeños, mientras que transcurrieron los días en que los alcireños se refugiaron en el santuario. El 22 de octubre, cuando los Reyes de España aterrizaron en la explanada para visitar y animar a los damnificados, Andrea saludó y conversó con sus majestades, deseándole doña Sofía, larga vida para cuidar a la Virgen. Días más tarde, el 8 de noviembre llegaba a la Muntanyeta el Papa, Juan Pablo II. Andrea, con su nieto Juan Enrique, de dos años de edad, entregaba a SS tres rosas rojas atadas con una cinta con los colores nacionales. El papa dio un beso al niño y poniendo la mano en la cabeza de Andrea, la bendijo.
En el Santuario de la Virgen de Lluch, Andrea y su familia han celebrado los actos más importantes de su vida. Sus hijos contrajeron allí matrimonio; los nietos recibieron la primera comunión y uno de ellos recibió las aguas del bautismo por el consiliario de la Cofradía, Julio Lerma Sanfélix, así como Andrea y Enrique, su esposo, conmemoraron sus bodas de oro matrimoniales en el mes de noviembre de 1984.
La alegría más grande que recibió Andrea fue que la Real Cofradía de la Virgen de Lluch nombrara a su nieta Natalia, Dama de la Virgen en las fiestas del año 1994.
Andrea Ceballos Manzano, toda una vida cuidando a la Virgen de Lluch en su santuario.
En el acto celebrado en el Gran Teatro intervinieron los presidentes de la Cofradía; el consiliario de la misma, Ramón Martìn, y, cerrando el acto, Consuelo Berenguer, concejala del Ayuntamiento alcireño.
“El que en Alzira ha naixcut o en Alzira sa criat, pel Pare Sant Bernat emparat sempre ha segut; més en vos Mare ha tingut el escut de protecció. Empareu Mare de Déu als fills d’esta població”
Alfonso Rovira
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
"El 22 de octubre, cuando los Reyes de España aterrizaron en la explanada para visitar y animar a los damnificados".
Recuerdo esto vagamente. Aunque creo que los alzireños hubieran preferido que en lugar de visitar y dar ánimos se hubieran puesto a quitar barro.
Fue muy querida la señora Andrea en nuestro pueblo y muy especialmente por los que visitábamos asiduamente la ermita, antes, cuando siempre estaba abierta. Gracias a Alfonso Rovira por estas crónicas tan interesantes.
Anda que la tontería de " los reyes a quitar barro".. y si lo hubiesen hecho sería que era " para hacerse la foto". Cada uno a lo suyo y su función era representar a todos los españoles que se solidarizaban con los damnificados. Más vergüenza fue que hubo cientos y cientos de alzireños que no ayudaron a sus vecinos a quitar barro porque a ellos no les había afectado.
Sr. Benito: en alguna ocasión ¿por qué no se aplica el sexto apartado de la regla de San Benito? ¿que c... te que vore la historia de la bona i benvolguda ermitanya, Andrea, en el fanc. ¿Quan li pasará per la ment de escriure en este diari digital alguna cosa positiva? Porque haberlas hailas.
Lluch, la sexta regla de San Benito es la del silencio. Esto es un medio escrito, no oral, por lo que su consejo en este caso es absurdo, ya que me expreso mediante la escritura y no con el sonido.Por cierto, ya que es un medio escrito, ¿por qué no repasa un poco la gramática y la ortografía?
Yo no he mezclado a la ermitaña con el barro, es el autor el que dice que los Reyes fueron a Alzira...
Benito, Benito.... que cojito, digo, que cortito.
Dice en su artículo el Sr. Rovira "La alegría más grande que recibió Andrea fue que la Real Cofradía de la Virgen de Lluch nombrara a su nieta Natalia, Dama de la Virgen en las fiestas del año 1994... En el acto celebrado en el Gran Teatro intervinieron los presidentes de la Cofradía; el consiliario de la misma, Ramón Martìn, y, cerrando el acto, Consuelo Berenguer, concejala del Ayuntamiento alcireño."
D. Ramón Martín no llegó a Alzira hasta el año 1987 (septiembre). Esto, si se produjo en la fecha aludida, fue tres años antes. Desconozco si otros detalles son tan erróneos.
Excelent persona la senyora Andrea. Sr Rovira. La recorde oferint-nos l'aigua fresca de la seua botitja als xiquets que pujàvem a jugar per allà dalt. Excelent persona també el seu home, el senyor Enrique. El recorde assegut en una cadira de bova sempre dispossat a donar-nos conversació i desafiant-nos a una partida d'escacs.
Compartisc amb vosté això de que aquell ermitori reconvertit en vivenda no s'hauria d'haver enderrocat.
Quins temps redell.
Sr. Historiador. La fecha a la que se refiere del acto en que intervino Don Ramón, es el 19 de septiembre de 2003, en el acto de homenaje a la señora Andrea. Gracias por su interés.
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