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José Furnells Piera
En 2001 el Ayuntamiento de Alzira le otorgó el título de “Humanista de por vida”
“Ya tengo dicho que Dios me llama a mis 80 años.
Si Dios me llama de esta manera,
entro de golpe en la eternidad y
correré a Él con los brazos abiertos”
Este anuncio, pronunciado por nuestro bien querido y recordado amigo Pepe Furnells -creo sin lugar a dudas que toda Alzira le quería- fueron las primeras palabras de don Enrique Masiá, párroco de Santa Catalina de Alzira, en la homilía que pronunciaba el jueves, 11 de julio de 2002, en la misa de obitus oficiada en la parroquia que Pepe sirvió hasta última hora.
¿Qué puedo decir aquí de Pepe Furnells que ustedes, sus paisanos, no conozcan? Porque no encontramos palabras para encomiar su labor social. De pronto, para comenzar manifestamos que fue un clarividente e inteligente captador con una puesta en práctica de las virtudes en vocación, espíritu creador y ser limpio de corazón con una bondad verdaderamente franciscana.
Pepe Furnells, en el seno de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro, a la que perteneció desde sus inicios allá por el año 1949, fue el espejo donde poder mirarse. Primero ocupó el cargo de secretario y después, en 1972, fue elegido Hermano Mayor rigiendo la hermandad durante 16 años. Promovió con la junta directiva la adquisición de la casa capitular, en la calle Notario Bonet. En la Junta de Hermandades y Cofradías fue vicepresidente y secretario de actas. Uno de los puntales donde se apoyó Alfredo Borrás Pascual, cuando comenzó a caminar la autonomía de la Junta de Hermandades y Cofradías de Alzira, fue Pepe Furnells.
Hace veinticuatro años, el 4 de febrero de 1987, día siguiente de su jubilación reglamentaria de su trabajo -porque nuestro amigo Pepe, en vida no se jubiló nunca- el que suscribe en el programa informativo “Terra Nostra” de Radio Alzira, le dedicaba estas líneas: “Hoy personas que en esta tierra nuestra han dejado una larga estela luminosa en su vida profesional por su bien hacer y por su entrega a los demás. Personas que aún después de jubilarse siguen haciendo el bien y desarrollando una encomiable labor de apostolado en este su pueblo en el que le ha tocado en suerte vivir. Decimos esto porque el 3 de febrero de 2002, cumplió la edad reglamentaria para ingresar en la “cofradía” de los “jubilosos”, porque creemos que jubilado deriva de “jubilo”.
José Furnells, desde que comenzó a trabajar a la tempana edad de 13 años como aprendiz, en todos los puestos de responsabilidad por donde pasó, cumplió con creces, siendo positivamente valorada su gestión. Desde su comienzo en una empresa de manipulado de cítricos; en la Delegación de Sindicatos, hasta llegar a su último destino en el Instituto Nacional de Empleo, Pepe Furnells ha sido el mismo para todos, sin distinción de clases. De ahí podemos aplicarle la tan conocida frase evangélica “por sus hechos los conoceréis”. Por todo ello, en nombre de mis paisanos, los alzireños en general, gracias por las buenas obras a tus semejantes y enhorabuena por tan merecido descanso.
Lo de “descanso” en Pepe Furnells fue un tópico. Desde hacía muchos años, cuando la Asamblea Local de Cruz Roja era regida bajo la presidencia del doctor Miguel Rodríguez de Arellano, desempeñaba la función de secretario. En septiembre de 1999, la Secretaría General y el presidente de la Asamblea Autónoma de esta benéfica institución, le concede el Diploma y Medalla de Plata por su larga dedicación al servicio de la misma. Un mes después, en octubre, es nombrado presidente de la Asamblea Local que representaba el colofón de una vida dedicada a esta institución y su labor social. Desde los doce años que le separaron de la jubilación y de regentar la Asamblea Local fue ministro extraordinario de la sagrada comunión; labor que desarrollaba en la parroquia de Santa Catalina, atendiendo a enfermos, ancianos e impedidos; su entrega al servicio de los demás fue muy fructífera. No marchó con las manos vacías al seno de Abraham.
El Ayuntamiento de Alzira, que es la representación del pueblo, quiso distinguir a este alzireño concediéndole la insignia de oro con el escudo heráldico de la ciudad, como “Humanista de por vida”, el 30 de diciembre de 2001, día que se conmemoraba la efeméride del 757 aniversario de la entrada en la Algetzira árabe, el rey Jaime I el conquistador, insignia que le fue impuesta por el alcalde Pedro Grande.
Alfonso Rovira
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
TUVE HAMBRE Y ME DISTEIS DE COMER. TUVE SED Y ME DISTEIS DE BEBER. DESNUDO Y ME VESTISTEIS. ENFERMO Y VENISTEIS A VERME.
LO QUE HICISTEIS A ESTOS MIS PEQUEÑOS HERMANOS A MÍ ME LO HICISTEIS. Conocí a Pepe, yo era muy jovencita, pero le recuerdo como persona educada, sensata, humilde, generosa y de muy buenos sentimientos. Creyente en Cristo y por ello ayudaba al más necesitado. Pepe, sin duda estarás con Dios en su Gloria. Muchas personas tienen muy buen recuerdo de tu alma dedicada al necesitado. Y eso no quedará sin recompensa. LO QUE SE SIEMBRES EN TU VIDA EN LA TIERRA, SERÁ RECOGIDO EN EL CIELO. Otro santo, que sin llegar a los altares, dio a conocer a Dios en el silencio, en la entrega y en la humildad a muchos alcireños y de fuera de esta ciudad. Pepe gracias por darte al hombre por amor a Dios. Fuisteis un ejemplo por El en tu vida.
Un abrazo muy largo, para poder llegar a donde estás. Mucho tenemos que trabajar, con amor, caridad, y bondad, para poderte alcanzar.
Rosa María de Dios
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