En la Casa de la Cultura a las 18:30 horas
Hoy se celebra el Día Nacional de la Nutrición, por este motivo se celebra, en la Casa de la Cultura, a las 18:30 horas, una charla-degustación bajo el título “Nutrición saludable y cocina vegetariana”, a cargo de Rosa Ortega, cocinera del restaurante ‘La Cassola’ de Valencia.
A continuación se proyectará la película “Julie y Julia”.
Ficha técnica
Dirección: Nora Ephron.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 123 minutos.
Género: Biopic, comedia dramática.
Interpretación: Meryl Streep (Julia Child), Amy Adams (Julie Powell), Jane Lynch (Dorothy McWilliams), Stanley Tucci (Paul Child), Chris Messina (Eric Powell), Linda Emond (Simone Beck), Mary Lynn Rajskub (Helen).
Guión: Nora Ephron; basado en los libros "Julie & Julia" de Julie Powell y "My life in France" de Julia Child y Alex Prud'homme.
Producción: Laurence Mark, Nora Ephron, Amy Robinson y Eric Steel.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Stephen Goldblatt.
Montaje: Richard Marks.
Diseño de producción: Mark Ricker.
Vestuario: Ann Roth.
Estreno en USA: 7 Agosto 2009.
Estreno en España: 6 Noviembre 2009.
Julia Child fue la mujer que cambió la forma de cocinar de los Estados Unidos. Sin embargo, en 1948, Julia (Meryl Streep) era simplemente una norteamericana viviendo en Francia. El trabajo de su marido los llevó a París y el infatigable espíritu de Julia anhelaba tener algo que hacer. Medio siglo más tarde, Julie Powell (Amy Adams) está atascada. Cerca de los 30, vive en Queens y trabaja en un cubículo al tiempo que sus amigas tienen un apabullante éxito; para focalizar sus energías, Julie se aferra a un plan, que a simple vista parece una locura: dedicarse un año exacto a cocinar las 524 recetas que componen el libro de Julia Child, y escribir un blog con sus experiencias.
Entre fogones y teclados se mueven dos mujeres que atraviesan un momento apasionante pero, también, delicado de su vida. Con recetas y con el apoyo de sus pacientes maridos encontrarán la manera de creer más en sí mismas y de cocinar una vida llena. Son historias basadas en la realidad, narradas de manera alterna y con estilo placentero por Nora Ephron, para dar vida a dos mujeres que encontraron en la cocina su tabla de salvación personal y también familiar. “Julie y Julia” es, más allá de una película de gastronomía, un romance cocinado a fuego lento y una fábula acerca de la tenacidad para dar fin a un proyecto y la manera de construir una vida matrimonial estable.
Nuestras heroínas son Julia Child, la esposa de un diplomático americano destinado a París en 1949, y Julie Powell, una escritora fracasada que trabaja en el neoyorquino barrio de Queens atendiendo a los damnificados por el 11-S. Son mujeres que necesitan una ocupación y un proyecto que las ilusione en tiempos de crisis y nubarrones emocionales. Julia es campechana y emprendedora de carácter y lucha por conseguir su diploma de cocina francesa para americanos mientras inicia con dos amigas un monumental libro que espera publicar un día. Cincuenta años más tarde, e inspirada en ese recetario, Julie sigue los pasos de su idolatrada maestra… y recoge sus experiencias en un blog y no sobre el papel de calco de su antecesora. Son vidas paralelas pero con personalidades distintas, y también plasmadas por Ephron de manera dispar en el celuloide. Para la afrancesada Julia, opta por la comedia un tanto histriónica y caricaturesca —no hay más que ver la altura de las parejas—, con personajes de escasa complejidad y reacciones planas, con situaciones algo rocambolescas —basta con ver a las amigas de Julia— y entornos de cartón-piedra para una comicidad de la que no se libra ni el senador McCarthy. Dibujada como un arquetipo de los años cincuenta, difícil lo tiene Meryl Streep para dar vida a un personaje que resulta un tanto histriónico y exagerado en su entusiasmo, poco cercano al espectador.
Pero cuando la cámara mira a Julie, el aire fresco entra en la sala y el espectador respira autenticidad para conectar e identificarse con el personaje. Su historia de obsesión ante una idea que de pronto llena su día, sus nervios ante lo incierto de una nueva situación, su ansiedad y alegría al ver que alguien ha reparado en lo que ha escrito en su blog, su hundimiento ante el fracaso o su desesperación ante un santo marido al que saca de sus estribos… resultan muy creíbles. Gracias, sobre todo, a la rica interpretación de Amy Adams, quizá lo mejor de la cinta. Ella da luz y ritmo a una doble historia que, de otra manera, hubiera discurrido por lo anodino y complaciente —algo de eso hay y hubiera mejorado con algo menos de metraje—, por lo cansino y repetitivo. Pero en sus reacciones hay inseguridad y sentimiento, fragilidad emocional e ilusiones, y eso se transmite incluso en la manera de expresarse en su blog al hablar de cocina y de algo más.
La película no esconde ninguna sorpresa ni engaña al espectador y en cambio sí regala momentos dulces y entrañables, con maridos que siempre miran el lado bueno de las cosas y esposas que tratan de aprender a cocinar sus emociones. Un trabajo con mensajes para la vida y recetas para alcanzar la felicidad, tan goloso como la tarta de chocolate que preparan y tan suave y sabroso como el plato preparado con abundante mantequilla. Gustará a quien busque el romance sin trampa ni cartón, sensible y también sensiblero. ¡Bon appétit!
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