Por: Benito Hernándiz / NCS Informática
La especie que sobrevive no es la más fuerte ni la más rápida, ni siquiera la más inteligente, sino la que mejor se adapta a los cambios
De esta forma se refería Darwin al proceso de selección natural que provoca que algunas especies puedan seguir existiendo por generaciones mientras otras van desapareciendo. Para que este proceso se produzca la naturaleza necesita grandes periodos de tiempo, miles, millones de años pero no por lento deja de ser extremadamente demoledor cuando hablamos de la extinción de una forma de vida.
Cuando hablamos de tecnología y del mundo digital, los procesos de cambio son mucho más rápidos. Si ponemos una cifra, digamos 50 millones y vemos cuanto tiempo un dispositivo ha necesitado para alcanzar esta cifra de usuarios podremos darnos cuenta de que algo importante está pasando. La televisión necesitó 38 años para llegar a esta cifra, la radio 13, internet tan solo 4 años y en 3 años las unidades de Ipods vendidas alcanzaron estos 50 millones. Mención aparte sería la red social Facebook, que en sus 6 años su cifra de usuarios sobrepasa los 500 millones. Por lo tanto, estamos hablando de un tipo de evolución que vivimos y percibimos con nuestros propios ojos.
Los procesos de evolutivos son despiadados. El destino del ganador puede ser incierto pero no el del perdedor.
Las empresas tecnológicas se enfrentan a este reto de forma continua y sienten la necesidad de estar siempre innovando bajo la sofocante presión que una empresa competidora se adelante en este proceso innovador y les pueda relegar a una situación de desventaja frente a un consumidor exigente, más conocedor del mercado y continuamente expectante sabedor de la dinámica de mejora continua que ofrecen los productos de estas compañías. Cuando Sony presentó la grabadora de CD’s se encontró frente a un complicado dilema pues esta innovación iba a afectar directamente a otra división de la compañía, Sony Music. Sin embargo, no dudó seguir adelante con la grabadora, entre otras razones porque si no lo hacían ellos sería la competencia quien daría el paso inicial y, por lo tanto, tomar la delantera. Así pues, Sony siguió adelante con el nuevo dispositivo con excelentes resultados.
La historia empresarial está repleta de casos de adaptación de éxito y también de fracasos. Si nos remontamos al origen de Nokia descubriremos que su primera actividad fue la extracción de pulpa de madera para la fabricación de papel. Otro ejemplo es TUI Travel, uno de los mayores operadores turísticos del mundo que en sus orígenes, allá por los años 20, operaba en el sector de la industria y los recursos naturales.
Otras compañías, u otros sectores, no tuvieron la visión necesaria o no fueron lo suficientemente hábiles para adaptarse a los cambios. Kodak, paradigma de la gran empresa a nivel mundial, cuya enorme estructura le hacía autosuficiente al permitirle proveerse a sí misma de casi todo lo necesario para el funcionamiento de su negocio, industrias químicas, minería etc., y que llegó a acuñar la frase “Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto”, se encuentra en dificultades ante la irrupción de las cámaras digitales, mucho más sencillas, más prácticas de manejar y, sobre todo, mucho más económicas.
En algunos otros casos, la necesidad de cambio fue mucho más radical. Los chóferes de carruajes, los vendedores de hielo a domicilio, los sombreros, etc., en estos casos no hay alternativa posible, o evolucionar o desaparecer.
El que fuera primer ejecutivo de Intel, A. Grove, enunció una frase muy simple que dice, “una regla fundamental de la tecnología es que todo lo que pueda hacerse se hará” por lo tanto, la necesidad de cambio es evidente. Industrias como la musical o la cinematográfica deberían entender el sentido de la frase y dejar de nadar a contracorriente. De nada sirven acciones injustamente recaudatorias para protegerse de la tecnología tratando de sostener un modelo de negocio que terminó hace ya unos años. La mismísima Microsoft padeció la misma suerte en la guerra por las enciclopedias. Su exitosa Encarta dejo maltrecha la economía de la arrogante Enciclopedia Británica que tuvo que ser malvendida a la Fundación Benton. Pero la propia Encarta también terminó su ciclo y fue retirada del mercado cuando Wikipedia se convirtió en el dominador absoluto de las enciclopedias.
Pero para hablar de evolución empresarial y tecnológica no solo hay que referirse a las grandes empresas que marcaron hitos en la historia, sino en todas y cada una de las empresas que existen. Grandes, pequeñas, familiares etc., independientemente de la actividad a la que se dediquen. Todos estamos sujetos a un mundo en continua evolución y todos hemos de adaptarnos a los nuevos avances; internet, redes social, dispositivos móviles, web 2.0 y un sin fin de novedades.
Hemos repasado de forma breve algunos casos de éxitos y otros de fracasos y podemos asegurar con certeza que, como dijo Darwin en su día, aquellos que no se adaptaron al cambio fracasaron.
Benito Hernándiz / NCS Informática
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