La vaporeta, tu mejor aliada
Este cambio estacional, al igual que somete a las plantas a realizar cambios, incita también a los animales y otros seres vivos a hacer visible su presencia y realizar los primeros cambios en su morfología para ir completando su desarrollo a lo largo del periodo estival. Es por ello que debemos en nuestros domicilios dar comienzo a realizar una serie de prácticas higiénicas sanitarias, tanto para la misma casa y sus enseres, como para con nosotros mismos.
En cuanto a nuestros hogares y para aquellos que disfrutemos de brotes de alergias primaverales sin ser provocados por el polen de las flores, en la mayoría de los casos estos brotes de deben a la presencia de ácaros; diminutos seres de seis patas, muy similares a las arañas y de color blanquecino que suelen aparecer en moquetas, alfombras, cubrecamas, etc., y que están en continuo contacto con nuestra persona provocándonos en muchas ocasiones sensaciones de resfriados, con abundante secreción nasal, lagrimeo, etc. Es pues momento de tomar ya las primeras iniciativas contra este tipo de micro-plagas, con la puesta en práctica de tratamientos biocidas específicos contra ácaros, mediante la aplicación de biocidas domésticos en aerosol, pulverizando todos aquellos telares que como he indicado con anterioridad sean susceptibles de acoger este tipo de insecto. En el caso de que la persistencia de tales síntomas sea inminente o repetitiva, convendrá ponerse en contacto con un buen especialista en control de plagas y que a través de un buen tratamiento pueda erradicarnos el problema.
La vaporeta, tu mejor aliada
Aconsejo que en aquellos domicilios donde se verifique este tipo de problema, se evite pasar, tanto aspiradoras como barridos convencionales que puedan provocar algún tipo de levantamiento de polvo; siendo más favorable la limpieza del suelo y telares con la mejor vaporeta. La explicación no es otra que la “vaporeta” humedece la superficie por donde pasa, no favoreciendo así el levantamiento de polvo y, por tanto, de los propios ácaros para poder ser respirados. Por último, los aparatos de aire acondicionado deben ser limpiados con agua y algún agente desinfectante, haciendo hincapié en los filtros interiores; que una vez enjuagados y secos deberían ser rociados con algún tipo de bactericida convencional que nos impida la proliferación de hongos y bacterias que se pudieran haberse desarrollado en contacto con las humedades que provoca la propia máquina.
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