Ramón Flor Ortells
Un comerciante de naranjas que creo muchos puestos de trabajo
Una curiosa anécdota que me ocurrió hace siete años, me facilita escribir una pequeña crónica sobre Ramón Flor Ortells, el alcireño exportador de frutas, propietario del almacén de manipulado que se hallaba cercano a la estación de ferrocarril. Les cuento el hecho. Hace pocos años, el veterano local se hallaba en estado ruinoso siendo adquirido por los hermanos Clemente, propietarios de la Sala Rex, vecina del mismo. Una de las empleadas de esta empresa, la Rex, me comentaba que habían adquirido el magatzem de les flors. Me apresuré a aclararle que en este local nunca se habían comercializado flores, sino que su propietario se llamaba Ramón Flor. Los vecinos de, particularmente, la barriada de la Vila de Alzira, conocen la historia y vicisitudes que este personaje atravesó para salvar la imagen – relicario de San Bernardo mártir, una obra de bronce del siglo XVII, en el mes de mayo de 1936, pocas fechas antes del inicio de la más incivil de las guerras. También Ramón Flor fue primer teniente de alcalde del ayuntamiento de Alzira, en la legislatura del alcalde José Pellicer Magraner.
Uno de los centros más importante de nuestra ciudad a principios del siglo XX, fue el Ateneo Mercantil e Industrial. Su creación data del año 1910 y nace como una sociedad privada y exclusiva solo para socios poseedores de acciones. Durante casi un cuarto de siglo de existencia el mayor titular de acciones fue el comerciante Ramón Flor Ortells.
Cuando comienza a funcionar, el Ateneo cuenta con 400 socios; siendo una de las entidades más numerosas donde se aglutinan sociedades patronales del pequeño comercio, entre ellas la Federación Comercial Naranjera, con 25 socios y el Sindicato de Exportación de Frutas. Todos participan en la dirección del centro. En el transcurso de la buena gestión del Ateneo, llegó la contienda civil entre 1936 y 1939 y, con ello, la terminación del funcionamiento de esta agrupación de comerciantes. Al término de la guerra ya no se reanudó su gestión. El edificio fue destinado a Jefatura de Falange Española y ya nunca recuperaron su legítima propiedad los herederos del edificio, los propietarios de las acciones, que pasaron a la historia pese a reivindicarlos en varias ocasiones.
Los exportadores se organizaron. En el mes de julio del año 1958, Ramón Flor era presidente del Grupo Económico Comarcal de Frutos y Productor Hortícolas que había sido creado en la campaña naranjera de 1914-1915, aunque con otra denominación. Fue el Ateneo el promotor, cuando presidía Vicente Castillo, el que organizó la exportación de la naranja tanto para el interior como para el extranjero, cuando comenzaba la primera guerra mundial. En el año 1958 los pueblos que pertenecían a la comarcal de Alzira, eran Alberic, Benimuslem, Carlet, l’Alcudia, Guadassuar, Corbera y Llaurí. Finalizada esa temporada, Ramón Flor señalaba que habían exportado 107.668 toneladas de naranjas de las variedades sangre, comunas, nável, cadeneras, mandarinas, clementinas, satsumas, valencias y vernas; algunas de ellas ya desaparecidas de nuestras plantaciones.
Manifestaba Ramón Flor las dificultades que habían tenido 45 años atrás. Fueron tres: envases, transportes y divisas. El más acuciante problema fue el de la madera para la fabricación de envases, por ser el de más difícil solución. Solamente en agrios para la siguiente campaña se preveía contar con más de 600 millones de pesetas para este capítulo, que dejaba de ser secundario. Era necesario realizar alguna importación, no sólo para completar las necesidades, sino para regularizar el mercado nacional. En cuanto al transporte no se aprovechaba en la medida que les brindaba la privilegiada posición geográfica que ocupaban por no disponer de un servicio de transporte por ferrocarril, ultrarrápido y moderno que presentara el producto de nuestros campos en los mercados europeos en una setenta horas como máximo. Utilizando el granel en preferencia y con envases de cartón y saquitos de yute, mucho más económicos que las cajas de madera, imposibilitarían a los competidores de África del Norte y Palestina situarse como estaban haciéndolo en mercados que tradicionalmente habían sido nuestros.
Escasez de divisas
En cuanto a las divisas, era el problema fundamental para la riqueza naranjera. Con la falta de planificación se habían fomentado en todo el corredor mediterráneo plantaciones inmensas de agrios y por aquella época los labradores y comerciantes descubrieron que la producción sería desorbitada.
En el transcurso del año 1958, el jefe del departamento ministerial correspondiente a la exportación, manifestaba con motivo de la apertura de la Feria Internacional de Muestras de Valencia, que España “estaba necesitada de divisas y lo que interesaba era que las naranjas se consumieran en el mercado interior lo más económicamente posible”. Aquel año no se llegaron a exportar 12.000 toneladas, ni se consiguieron divisas para ir industrializando la nación, ni los precios cubrían los costos del cultivo. Para remediarlo se fue rectificando lentamente. En la campaña naranjera de 1957 – 1958, gracias a la clarividencia del ministro de comercio Alberto Ullastres, fue posible conseguir un reembolso de divisas de más de 100.000.000 de dólares, producidos por los agrios, aunque sería bastante agradecida la gestión de nuestros agricultores y comerciantes en la economía española.
Hace pocos meses, el ayuntamiento alcireño tuvo el acierto de adquirir a los últimos propietarios del inmueble, lo que conocimos por la casa de Ramón Flor y Pepita Montalvá, su esposa, para ampliación del Museo Municipal, que se ubicará en la también conocida casa del Empeño. La casa de Flor, el Ayuntamiento el trato lo ha llevado a cabo con los herederos de Ramón Flor, los familiares de Agustín Alós. Lo que no están acertados es en querer denominar ahora que es la casa que siempre hemos conocido como de Flor ahora quieran denominarla de Alós. Es como si quisiéramos cambiar de nombre a las solariegas casas de Tena, Galvañón, Simarro, Cucó…, con todos los respetos, claro.
De todas formas quede aquí nuestro reconocimiento a Ramón Flor, un personaje que dejó huella en la Vila, que además de ser comerciante y crear trabajo a muchas personas en su época también hemos de recordar que fue padrino de la bendición del paso de Semana Santa, Oración de Jesús en el Huerto; padrino de la colocación de la primera piedra de la parroquia de los Santos Patronos y presidió, en nombre del alcalde José Pellicer, la coronación de la Mare de Déu de Lluch en la plaza Mayor el domingo 22 de mayo de 1966.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Con mi mas sincero agradecimiento al escribiente de esta agradable noticia, quisiera añadir al respecto que no solo puede dar fe o cuenta de la actividad frenetica del almacen de Ramón Flor la barriada de La Vila; sino que ademas las barriadas de Les Barraques y de la partida de Barrablet, al otro lado del rio Jucar a su paso por esta localidad y que por aquel entonces eran fuente abundante de mano de obra: donde cabe añadir, que era tal la actividad de recoleccion, encajado y exportacion de citricos que el personal adscrito al mismo almacen de naranjas (que era la totalidad de las barriadas enunciadas con anterioridad incluida La Vila); realizaban diariamente lo que se denominaba por aquel entonces cuart y vela (24 horas sin descanso).
He de destacar que fue Ramón Flor quien puso el dinero y la infraestructura necesaria para sacar de Alzira la Imagen Relicaria de San Bernat y les Germanetes; pero fue su primo, Agustin Flor Villanueva y abuelo de éste quien sucribe, quien con la Iglesia de Santa Catalina apunto de ser incendiada, bajó a cuestas las Imagenes del Relicario; llegando por el excesivo peso que tuvo que soportar a sufrir rotura de hernia; enfermedad esta que arrastro a lo largo de su vida y asi contó y explico a sus allegados y conocedores supervivienrtes de aquel drama.
Dedicado a todos los alzireños seguidores de la historia de la localidad. Con cariño Ramón Flor Ramón.
D. Alfonso, su artículo me ha traido recuerdos de mi abuelo, el también exportador D. José Vila, colega de D. Ramón por su profesión y también como teniente alcalde del Ayuntamiento, que nos contaba a sus nietos anécdotas del antiguo Ateneo. Le recuerdo hablándonos de muchas personas, amigos, compañeros de profesión, y también de D. Ramón Flor, a quien yo nunca había puesto cara hasta hoy. También de la cofradía de la Oración en el Huerto y por supuesto de las aventuras y desventuras en el comercio de naranjas, desde muy joven junto a mi bisabuelo D. Hilario Vila y de las vicisitues en las fronteras en las épocas más autárquicas consiguiendo llevar naranjas a Francia y a Suiza casi milagrosamente, circunstancias que se han transmitido en casa presisamente a raíz de artículos suyos en los que se ha publicado algún dato sobre la familia, la cofradía del Huerto, el transporte ferroviario de naranjas o del Círculo Alcireño, que ha despertado el interés en nosotros, los más jóvenes. Gracias por sus crónicas y enhorabuena por los reconocimientos recibidos.
me gustaría saber si tubo descendencia directa
Me gustaria saber si tubo descendecia directa , Hijos.as
Mi padre era nieto de Ramón Flor Collado, nacido en Ludiente en 1866, y me gustaría saber si puedo conseguir más información sobre la rama de los "Flor".
MI correo es
[email protected]
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