Artículo de opinión de David Jorques
“Hoy en Valencia, no en Libia ni en Egipto, la corrupción se entremezcla con la censura y ha creado un cóctel perfecto para la subversión social”
David Jorques Rosell
La censura entró de nuevo en acción el pasado jueves por la tarde. Algunos recordamos la censura vivida el año pasado en sucesos como el del MUVIM… Pues bien, volvemos a estar en las mismas. Como resultado de la orden del gobierno valenciano liderado por ‘el molt honorable’ Francisco Camps, TV3 dejaba de enviar definitivamente señales a la Comunitat Valenciana. ¿A dónde hemos llegado?
No me quería meter en política, lo reconozco, soy muy joven para esto; ahora bien… también soy un periodista en ciernes y creo que esto rebasa el estadio netamente político y afecta directamente sobre la libertad del pueblo valenciano, rompe uno de los pilares de la democracia. Hasta personajes del PP han criticado la medida.
Hoy en Valencia, no en Libia ni en Egipto, la corrupción se entremezcla con la censura y ha creado un cóctel perfecto para la subversión social. Las alarmas estallaron de una manera evidente en las redes sociales el pasado viernes, especialmente en Twitter (voz del pueblo) donde Sensenyal, País Valencià y TV3 se convirtieron en los temas del momento. Desde allí se han convocado las movilizaciones en contra de la censura y el cese de las emisiones de la cadena catalana.
El lunes por la tarde se unieron centenares o millares de valencianos, el número varía según el medio que informa sobre la manifestación, eso sí, la plaza de la Virgen estaba llena; repleta de gente de toda condición: ancianos, adultos, niños, cantautores como Pau Alabajos o Rafa Xambó, gente de cultura… En fin, la plaza estaba llena de ganas por mejorar. Muchos gritaban: “El president a Picassent” o “Volem TV3” y se veían pancartas con mensajes como: “Llibertat d’expressió” o “Alguna PPutada més?”. Además también se criticó el enfoque partidista de los informativos de Canal 9.
En el momento del cierre de las emisiones, el jueves pasado, el movimiento social Anonymous también se unió a las protestas y boicoteó la página web de la Generaltitat Valenciana como símbolo de protesta.
La manifestación del lunes en Valencia no ha sido la única; también se han celebrado otras en ciudades como Alcoy, Castellón de la Plana o Barcelona.
Hoy volverá a celebrarse otra en la capital del Turia, ésta empezará a las 18:00 horas delante de les Corts Valencianes. El mensaje es claro: la cultura no debe entender de fronteras, la cultura ha de ser libre y la libertad de expresión es un requisito para desarrollarla.
David Jorques, alzireño y estudiante de periodismo en la Universidad de Valencia.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
La cultura debe entender de reciprocidad. De igualdad ante la ley en un estado democrático, social y de derecho.
Si abogas por el derecho a poder ver esa TV aquí, yo abogo tener el derecho a poder escoger no ver C9 en Catalunya. O verlo si lo deseo.
Reciprocidad es la clave.
Censurar televisiones lo hacen normalmente dictadores como Gadafi, Kim-Jong II o Franco. Sin embargo el PP valenciano también practica la censura, no tienen bastante con la manipulación que practican en Canal 9 (con el dinero de lo valencianos) sino que además han conseguido que no se vea TV3 en Alicante, Valencia y Castellón, está claro que al PP no le gusta que TV3 hable de Gürtel o que se critique a Camps. Es cierto que los repetidores de Acció Cultural del País Valencià emitían sin licencia, al igual que muchas otras radios o televisiones a las que el Consell no ha querido sancionar. De momento la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones dice que la Generalitat no tiene competencias en esta materia para sancionar, artículo 149.1 de la Constitución. Cambiar las leyes para aumentar las multas a ACPV no sólo tienen el objetivo de cesar las emisiones de TV3 sino también el acoso o persecución política a la que esta sometida ACPV por parte del PP y la Generalitat. Los que fuimos el lunes a la Plaça de la Mare de Déu en Valencia fuimos a defender la libertad de expresión y la de información en democracia; otros sin embargo intentan amordazar a aquellos que no piensan como ellos y esto sencillamente no es una práctica democrática. Muy bien por el artículo y un saludo!
Primeramente hay que decir que se trata de emisiones que, con la ley en la mano, son ilegales. Y lo que sí es verdaderamente bochornoso para un Estado democrático y de derecho, es que un acto ilegal se haya mantenido durante tantos años. Todos esos politicastros, culturetas y advenedizos varios que ahora salen a vociferar consignas preprogramadas, ¿qué hubieran dicho si las emisiones ilegales fueran de un estilo de Intereconomía o La Cope? Entonces no tendrían las palabras "libertad de expresión" escritas en la frente y hubieran clamado cerrarlas hace años, en pro de la legalidad vigente.
Hace años, cuando solo existía una televisión nacional (uy, perdón, estatal, no se me enfade alguien) y pública, se desarrolló una ley para crear televisiones autonómicas que, como su nombre indica, son de ámbito autonómico. Si se quiere ampliar ese ámbito, se tendrá que, primero, analizar las reformas legales que haya que introducir, y después poner los medios para que las TV autonómicas se puedan ver en todo el territorio español. No es tema de reciprocidad una a una, sino de todas con todas. Porque ¿por qué se tiene que poder ver aquí la tv autonómica catalana y no la andaluza?
Y si analizamos el asunto desde un punto de vista social, muy corto de miras tiene que ser uno, y muy alejado de la realidad social de la CV para creer que los valencianos quieren las emisiones de tv3 en la Comunitat. No, no la quieren como nunca la han querido. Vamos, al menos la gran mayoría. No solo no la queremos, sino que durante años la hemos considerado una bochornosa ignominia. Años han sido en los que los vecinos del norte se han introducido hertzianamente en nuestras casas, para faltar el respeto a nuestra soberanía, a nuestra identidad como pueblo. La mayoría estamos hartos de ese permanente insulto. Y vemos el cierre de las ilegales emisiones como una liberación hartamente deseada, el fin de una pesadilla.
Solo una minoría, claramente identificada sueña con tener tv3. Esa minoría anclada en un esperpéntico fusterianismo, de rancio nacionanalismo con tintes de imperialismo norteño.
Si, si, si. Todo esto está muy bien. Que si la libertad de expresión, que si la protección de la legalidad, que si yo quiero TV3, que si ya era hora de que dejaran de metérnoslo por las orejas... ¿Y por qué nadie habla de que Alzira tiene una licencia de radio donde se debería emitir noticias de Alzira y están poniendo musiquita chim pum chim pum desde Valencia?. ¿es que por ser la Cadena Ser la que se salta la Ley a la torera no cumpliendo con la licencia que tiene, está todo bien y no pasa nada? ¿no es la frecuencia 95.7 FM una emisora que debería estar en Alzira emitiendo noticias, ya que así lo debe poner en su licencia?.
Todos estos amantes de la libertad de expresión, todos los partidos políticos que tanto se interesan por Alzira y los alzireños y todos aquellos que quieren que se cumplan las leyes, los quiero ver con pancartas a exigir que o se repone la emisora de radio que corresponde a Alzira en la frecuencia 95.7 FM, o que le quiten la licencia a la Cadena Ser y se la den a alguien que esté dispuesto a cumplir con las normas prestando el servicio público que nos corresponde como alzireños.
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