Artículo de opinión de Carlos Ramírez
Nunca conocemos a la persona que tenemos detrás de la pantalla
Son muchos los riesgos que se corren diariamente al estar conectados a internet sin saber, en la mayoría de ocasiones, los peligros que ello conlleva, especialmente en los menores.
Constantemente, la Brigada de Delitos Tecnológicos del Cuerpo Nacional de Policía lleva a cabo un gran número de investigaciones sobres situaciones y conflictos en los que se ven envueltos bastantes menores de edad, siendo estas infracciones denunciadas generalmente por sus padres.
En particular, vamos a detallar tres tipos de delitos donde las principales víctimas son los menores, ya que son los más frecuentes y los que más se denuncian y persiguen: Ciberbullying, Grooming y Sexting.
En primer lugar cabe reseñar que el Ciberbullying consiste en el acoso psicológico entre menores mediante las nuevas tecnologías. Suele tratarse de ataques personales como, por ejemplo, burlas, decirle a una persona que está gorda, que es fea, que todo el mundo pasa de él/ella, seguir mandándole correos electrónicos a quien te ha dicho que no quiere que le mandes nada, proferir insultos, etc. En general, suele atribuirse el uso de etiquetas peyorativas hacia el otro menor.
En segundo lugar, en el Grooming, a diferencia del caso anterior, ya no intervienen dos menores, sino que uno de ellos es mayor de edad y el otro es un niño/a. Consiste en una serie de problemas y conflictos derivados del contacto de un adulto al buscar una amistad de un menor por internet. El fin de esa amistad es la búsqueda de placer sexual por parte del adulto, aprovechándose del menor mediante el engatusamiento, la persuasión y las mentiras. Por ejemplo, un niño/a se inscribe en una web musical de fans dejando constancia de su edad y de su correo. El presunto trasgresor contacta con el menor haciéndose pasar por el director de dicho grupo musical, invitándole a que sea modelo y pose para ellos. El menor, convencido, acepta. Es entonces cuando el “malo” le dice al menor que se desnude ante la web para poder hacerle una prueba.
Como curiosidad, hace poco tiempo se llevó a cabo una investigación con un caso muy similar al ejemplo citado donde se le pedía, en este caso a una niña de 12 años, que se pusiera vestida delante de la webcam con un bañador todo blanco. Es poco frecuente que se tenga un bañador con todas las piezas de color blanco. La niña le dijo que no tenía, obviamente, y el “malo” acabó diciéndole: “No pasa nada, con unas braguitas blancas será suficiente”. Como reflexión, ante este tipo de situaciones debemos de tener en cuenta que cuando hablamos con alguien a través de un chat o espacio similar nunca podemos saber quién es realmente el que está detrás de la pantalla.
En tercer lugar, el Sexting, consistente en el envío de fotografías eróticas, al desnudo o comprometedoras mediante el uso del SMS del móvil. En estos casos tenemos que tener en cuenta que cuando una imagen sale de nuestro teléfono o cámara se ha perdido para siempre el control de la misma.
Suele ser una práctica común entre jóvenes y adolescentes. Se trata del simple caso en el que, por ejemplo, una chica se hace una fotografía con su cámara del móvil y se la envía a su novio. Al mismo tiempo, cuando el novio la recibe se la envía a su mejor amigo y éste a su vez a otro. Finalmente, la imagen queda sin control, utilizada, seguramente, en alguna red social o página de internet.
Hemos de tener en cuenta que, tal vez, la persona a la que le enviamos algo hoy es nuestro mejor amigo; pero mañana puede convertirse en enemigo.
Si te llega una foto o vídeo de algún/a conocido/a, no colabores en su expansión, pues podría tener consecuencias graves tanto para él/ella como para ti.
Para finalizar, debemos de tener muchísimo cuidado con la webcam. Hay una gran cantidad de virus circulando por la red conocidos técnicamente como troyanos, que permiten activar tu cámara web del ordenador, sin que seas consciente de ello. Es bastante peligroso en los ordenadores portátiles, ya que en su mayoría se encuentran fijas en la pantalla y siempre de cara al usuario. El empleo de este virus sirve para poder apreciar detalles de la persona en cuestión, como por ejemplo, sus gustos, aficiones, forma de vestir, edad... Siempre solemos tener un póster en la habitación con una foto de nuestro equipo, grupo musical, etc., perfecto para poder conocerte y saber en qué mundo te mueves y, en el caso de menores, para poder persuadir con más facilidad. Es aconsejable tapar con cinta aislante la cámara web del ordenador en el caso de que no se utilice.
En el momento que un menor sienta que puede estar incurso en una de estas situaciones, no debe dudar en ponerlo en conocimiento de los padres, así como estos de dirigirse a la comisaría más cercana para formular una denuncia. Las personas de internet, en muchos casos, no son las personas que dicen ser.
Este artículo tiene suma importancia, no sólo para los menores, sino para los padres, ya que deben intentar controlar, en la medida de lo posible y sin evadir la privacidad del menor, qué hacen sus hijos cuando se conectan a internet y quedan expuestos a los peligros de la red.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Muy interesante el artículo, el uso de internet para los menores debería estar controlado por los padres. No veo acertada la idea de instalar el pc en la habitación del menor, pues tienen acceso a él sin ningún tipo de control por parte de los adultos.
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