

Una empresa de hila fino
“En la actualidad, la empresa alcireña de hilaturas funciona gracias aquellos alcireños que legaron a sus sucesores su trabajo, ilusión y tesón”
Hilatura es el arte de transformar en hilo continuo un cierto número de fibras naturales o sintéticas. Su antigüedad se remonta a épocas primitivas.
Son muchas especies las fibras que se hilan. Como más importantes mencionaremos el algodón, lino, cáñamo y pita, entre las sustancias vegetales; la seda, lana, alpaca y crin, entre los animales, y el amianto, oro plata, cobre, estaño, hierro, aluminio y vidrio, entre los minerales.
Durante muchos siglos se usaron los instrumentos corrientes para hilar, como la rueca y el uso. De Isabel la Católica cuentan que hilaba cáñamo y lino con que habían de hacer las camisas para Fernando, su esposo.
Así venían hilando las mujeres desde tiempo inmemorial, cuando a finales del siglo XVIII se inventaron máquinas de hilar en Inglaterra. La propagación de este invento fue prodigiosa, afanándose todas las naciones en poseerlas.
En Alzira, gracias al tesón, trabajo y dedicación de dos hermanos, Enrique y Vicente Pérez Presencia, tenemos una fábrica de hilados, modelo en su línea. Vicente Pérez comenzó a trabajar desde muy joven en la fábrica de Monfort y Peris, La Cotonera, en la carretera de la Estación de FF.CC., donde también laboraba el desaparecido industrial Luis Suñer Sanchis, alrededor de 1930. Un ejemplo que se repite entre estos dos alcireños que con el tiempo crearon riqueza y empleo en bien de sus paisanos.
Los hermanos Enrique y Vicente Pérez se plantearon el independizarse y trabajar por su cuenta. Mientras trabajaban cada uno en su oficio, Enrique en la gestoría de Rafael Ruiz y Vicente en la cotonera, en la casa de Enrique en la calle Hernán Cortés montaron una pequeña fábrica de hilados, donde los hijos y algunos colaboradores, como las hermanas Conchita y Lolita Sanchis, preparaban el producto, ya que el nuevo empresario era amigo de su hermano Aurelio, maestro de música. Su hermano Vicente, con su bicicleta, lo llevaba a la cotonera para el tinte.
Al llegar cada fin de jornada, se embalaba en paquetes la fabricación de carretes de hilo y al día siguiente los remitían a distintos destinos por correo o ferrocarril. En la pequeña fábrica de la calle Hernán Cortés, número 23, laboraban Conchín Martínez, Consuelo Sanchis Gadea, Maribel Pérez Peris, más toda la familia.
El volumen de trabajo de la nueva fábrica no permitía el desarrollo de la producción que iba tomando incremento; por lo que se trasladaron a la nueva planta de la naciente barriada de los Santos Patronos, en 1964, por donde se iba extendiendo la población. En la calle Felipe II, 38, inauguraron las nuevas instalaciones de Hilaturas Presencia donde trabajaron hasta 1980.
Huyendo de las posibles inundaciones que nos depara nuestro querido río, el Júcar, inauguraron la nueva fábrica en las cercanías de la carretera de Corbera el primer día el año 1981. Allí les sorprendió la pantanada de Tous. Con este motivo en la fábrica de Hilaturas se ubicaron dos Unidades de Cuidados Intensivos para atender a los damnificados (UCI); tres quirófanos de un hospital móvil; un laboratorio; una macrofarmacia; dos compañías de Policía Nacional, el puesto de mando militar y civil y el aparcamiento dedicado a acoger vehículos de los refugiados, más la distribución de alimentos y ropa.
Cuando terminó todo este fandango, los empresarios y trabajadores de Hilaturas Presencia, tuvieron que emplear diez días para adecentar y dejar a punto las dependencias para ponerse a trabajar, cosa que hicieron dos meses más tarde para normalizarse. Una importante colaboración prestada por esta empresa alcireña en momentos tan difíciles.
En la actualidad, la empresa alcireña de hilaturas funciona gracias aquellos alcireños que legaron a sus sucesores su trabajo, ilusión y tesón; así sus productos son conocidos en los países nórdicos, mediterráneos, en EE.UU. de América y Centroamérica y por supuesto en toda España, donde cuentan con 5.000 clientes. La materia prima que emplean en la fabricación es la floca o algodón en rama de Egipto, que crece a orillas del Nilo y es considerado como el mejor del mundo.
Una empresa que pregona el nombre de Alzira por el ancho mundo con el apellido de la madre de Enrique y Vicente, Rosa Presencia.
La foto que acompañamos pertenece a una vista aérea de la antigua fábrica de la calle Felipe II, en la barriada de los Santos Patronos.
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