Publicado en el diario La Razón
Las heladas que se produjeron durante el pasado mes de diciembre, han dado lugar a una situación muy similar a la que se produjo en 2005, cuando toneladas de naranjas y mandarinas quedaron quemadas por el frío. Aquel año muchos de esos cítricos salieron a la venta, con la consecuente devaluación del precio y de la marca. Por ello, el sector y la Conselleria quieren evitar a toda costa que estos hechos se vuelvan a producir.
Hace dos semanas, durante la reunión del Comité de Seguimiento de la campaña citrícola, el director general de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de la Conselleria de Agricultura, Manuel Láinez, anunció que su Departamento iba a instaurar un protocolo para detectar partidas de naranjas heladas que se estuviesen intentando vender.
Fuentes de la Conselleria aseguraron ayer que este procedimiento ya se ha puesto en marcha y que se están realizando estos controles intensivos para evitar que lleguen a los comercios cítricos que desprestigien la marca de frutas valencianas.
Por el momento, estas inspecciones han dado resultado y no ha salido ninguna de estas partidas al mercado. Otro de los objetivos de este protocolo es que el infractor pague su falta con la máxima pena que permita la ley.
Por otra parte, la Policía de la Generalitat se ha incautado desde el 13 de noviembre del año pasado hasta el 3 de enero, de un total de 4.201 kilos de naranjas sólo en la provincia de Valencia dentro del Plan de Choque que desarrolla la Administración autonómica.
Así lo anunció ayer el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, tras mantener una reunión con la consellera de Agricultura, Maritina Hernández, la presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Elena Bastidas, responsables de organizaciones agrarias y diversos alcaldes de la comarca de La Ribera, para realizar un balance del dispositivo de vigilancia preventiva en materia de seguridad en el ámbito rural puesto en marcha por la Generalitat.
Hernández señaló que su Departamento ha llevado a cabo una campaña especial de trazabilidad de frutas y hortalizas para comprobar la legítima procedencia del producto comercializado y garantizar que los alimentos son seguros. Se han realizado 371 inspecciones y se han detectado 17 irregularidades.
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