Artículo de opinión de Popeso Dudando
Eso me pasa por viejo verde. ¿Qué hace un madurito como yo tonteando con una jovencita como la que pueden ver en la cabecera? Hay que reconocer que la chavala no está nada, pero que nada mal, ¿no les parece? Pues bien, ella, efectivamente, es Ariane, y se acaba de unir a la respetable lista de mujeres que me han rechazado.
Como habrán notado, Ariane no es una mujer de carne y hueso, sino sólo la protagonista de un juego virtual de simulación de citas. Lo cierto, es que me siento realmente patético tras haber sido despreciado por una criatura compuesta de ceros y unos. Pero en fin, es lo que tiene la tecnología, cada vez imita mejor a la auténtica realidad.
La verdad es que no sé por qué no le he gustado; de hecho, la cita iba bastante bien, e incluso me invitó a compartir su bañera de hidromasaje. Pero de ahí no pude pasar. En cuanto intenté un acercamiento mayor, me paró los pies y dio por concluida nuestra efímera relación. En fin, mujeres, no hay quien las entienda.
A mí, que soy perro viejo (sobre todo, esto último), cuando alguien me dice "no", no me quedan ganas de seguir intentándolo más. Sé que perseverando, quizá consiguiese que Ariane cambiase de opinión, pero, créanme, si no lo hago en la vida real, mucho menos voy a perder mi precioso tiempo repitiendo cita con una mujer a la que, en el mejor de los casos, nunca podré tocar.
Ahora en serio, el juego tiene su gracia, pero creo que raya lo enfermizo. Según parece, escogiendo la versión para mayores de 18 años, y, haciendo las cosas bien con la chica, se puede obtener incluso una relación ¿íntima? con ella. Así que ya saben, si ustedes son tan modernos que estas cosas les ponen, no se corten, adelante. Ariane es toda suya. Yo no le gusto. Ni ella tampoco a mí.
Popeso Dudando
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