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EL SEIS DOBLE
lunes, 5 de agosto de 2024
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Comencen les obres del nou institut Rei en Jaume d’AlziraEn una segona fase s’emprendrà la demolició de l’antic edifici
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Esta setmana han començat les obres del nou institut Rei en Jaume d’Alzira. En una primera fase es durà a terme la construcció de les noves instal·lacions en la zona contigua a l’actual institut, a més de la construcció d’una aula taller per a Labora, mentre que posteriorment es continuarà amb la demolició de l’antic institut. Encara que inicialment el termini d’execució estava previst en 30 mesos, l’empresa adjudicatària Vialterra Infraestructuras, S.A, ha comunicat que l’objectiu és haver finalitzat la construcció per al curs 2025/2026, si no hi ha cap imprevist, per a continuar després amb la demolició. A més, ha establit que l’execució de les obres siga compatible amb el desenvolupament normal de les classes i que no supose la reubicació de l’alumnat en barracons. Segons s’assenyala a la memòria del projecte, “hi ha prou superfície de pati-jardí perquè es puga fer la construcció i es continuen gaudint de pràcticament la totalitat de l'espai que disposen ara, tot i que s’instal·larà una tancat de protecció, a més de la possibilitat d'accedir per dos carrers al recinte de l'obra, permet que es construïsca sencer el nou institut, i en vacances estivals enderrocar l'Institut actual i fer la resta de la urbanització i les pistes esportives al mateix temps”.
El regidor d’Urbanisme, Andrés Gomis, ha explicat que “estem satisfets per l’inici d’estes obres, una infraestructura molt necessària per a comunitat educativa i per a la nostra ciutat. Ara fa un any ens vam comprometre a intentar agilitzar este projecte el màxim possible, i hem treballat per a aconseguir la reducció de terminis al màxim. Cal agrair també a les corporacions que en els últims 8 anys han estat impulsant este projecte”.
D’altra banda ja s’han dut a terme reunions de l’Ajuntament i l’empresa adjudicatària amb el veïnat, l’equip directiu i policia per tal d’informar de la planificació de les obres i així poder minimitzar les molèsties ocasionades per les obres.
“Esta és la primera de les grans obres amb execució a Alzira del Pla Edificant dissenyat al Govern del Botànic. Esperem que la resta, tan necessàries com este nou institut, siguen impulsades igualment per la GVA, per tal de dignificar l’ensenyament públic també la nostra ciutat, com son la de l’IES J.M. Parra, el CEE el CEIP V. Blasco Ibáñez i Carme Picó. Especialment, la d’este últim centre comarcal és urgent, amb grans mancances d’accessibilitat per a una tipologia d’alumnat que necessita unes característiques molt concretes i que actualment es troba en un estat més que qüestionable“.
Ajuntament d’Alzira
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El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Bernat Montagud - 07/08/2024
Desde el 2014, fecha en que renuncié a la docencia en centro Tomás y Valiente, de la Universidad Nacional de Educación a Distamcian no he vuelto al espacio que comparte junto al Instituto Rey don Jaime. Este constituye para mí una segunda casa, la primera como docente. Esta se desarrolló en tres etapas 1974-77. 1979.1990 y 1997-2007. Por ello, la prevista demolición del instituto para construir un nuevo, me producirá nostalgia. No dudo que las nuevas edificaciones serán las más adecuadas para la Comunidad Escolar y me reconforta que parte de las zonas ajardinadas en las que participé entre 1982-1990 y 1995-2007, sean integradas en el nuevo espacio escolar. Moreras, arces, plátanos, olivos, palmeras...que con el tiempo, deben haber alcanzado un gran desarrollo mantendrán la memoria los orígenes del Instituo Técnico ägrícola , en el que desde 1950 , bajo distintas denominaciones académicas,han han estudiado y compartido experiencias, decenas de promociones de estudiantes. Paulino Peris Guerona, José Goid de Poyo y Toni Roig,, nos handejado óleos y aguadas con vistas de esos jardines. Tambien conservo infiniidad de fotogrías que forman parte de nuestra memoria. Pronto se convertirán en historia.
Desde el 2014, fecha en que renuncié a la docencia en centro Tomás y Valiente, de la Universidad Nacional de Educación a Distamcian no he vuelto al espacio que comparte junto al Instituto Rey don Jaime. Este constituye para mí una segunda casa, la primera como docente. Esta se desarrolló en tres etapas 1974-77. 1979.1990 y 1997-2007. Por ello, la prevista demolición del instituto para construir un nuevo, me producirá nostalgia. No dudo que las nuevas edificaciones serán las más adecuadas para la Comunidad Escolar y me reconforta que parte de las zonas ajardinadas en las que participé entre 1982-1990 y 1995-2007, sean integradas en el nuevo espacio escolar. Moreras, arces, plátanos, olivos, palmeras...que con el tiempo, deben haber alcanzado un gran desarrollo mantendrán la memoria los orígenes del Instituo Técnico ägrícola , en el que desde 1950 , bajo distintas denominaciones académicas,han han estudiado y compartido experiencias, decenas de promociones de estudiantes. Paulino Peris Guerona, José Goid de Poyo y Toni Roig,, nos handejado óleos y aguadas con vistas de esos jardines. Tambien conservo infiniidad de fotogrías que forman parte de nuestra memoria. Pronto se convertirán en historia.
Benito - 07/08/2024
Don Bernardo, yo siempre recordaré sus clases en el jardín, a finales de los 80, al más puro estilo Fernán Gómez en 'La lengua de las mariposas'.
Desconozco el estado en el que se encuentra el instituto, pero dadas las nuevas corrientes que actualmente se dan en la construcción, como arquitecto, le puedo decir que hay cosas que no entiendo en obras que dependen de la administración. No tiene ni idea el dinero que se malgasta en cosas innecesarias, que siempre han servido y ahora, parece, que no sirven. ¿Somos distintos los estudiantes de finales de los 80 a los de 2024?
Casualmente he tenido que hacer un proyecto de reforma de un colegio de los años 70 que, actualmente se está reformando. La gente que estudió allí en el pasado siempre se verá reconocida corriendo por sus aulas, aunque hayan pasado 50 años. Simplemente se trata de reformar.
En este caso han tomado la vía fácil: demoler y uno nuevo; como si, por ejemplo, en un coche hay que cambiar la correa de distribución y en lugar de hacerlo se decide por comprar un coche nuevo.
Y la nota de prensa es para temblar. ¿Cómo que "si no hi ha cap imprevist"? Si en una obra que durará 30 meses, que costará millones de euros, no tienen a gente preparada para que eso no ocurra es de juzgado de guardia. Si entran los precios contradictorios mal vamos.
Don Bernardo, yo siempre recordaré sus clases en el jardín, a finales de los 80, al más puro estilo Fernán Gómez en 'La lengua de las mariposas'.
Desconozco el estado en el que se encuentra el instituto, pero dadas las nuevas corrientes que actualmente se dan en la construcción, como arquitecto, le puedo decir que hay cosas que no entiendo en obras que dependen de la administración. No tiene ni idea el dinero que se malgasta en cosas innecesarias, que siempre han servido y ahora, parece, que no sirven. ¿Somos distintos los estudiantes de finales de los 80 a los de 2024?
Casualmente he tenido que hacer un proyecto de reforma de un colegio de los años 70 que, actualmente se está reformando. La gente que estudió allí en el pasado siempre se verá reconocida corriendo por sus aulas, aunque hayan pasado 50 años. Simplemente se trata de reformar.
En este caso han tomado la vía fácil: demoler y uno nuevo; como si, por ejemplo, en un coche hay que cambiar la correa de distribución y en lugar de hacerlo se decide por comprar un coche nuevo.
Y la nota de prensa es para temblar. ¿Cómo que "si no hi ha cap imprevist"? Si en una obra que durará 30 meses, que costará millones de euros, no tienen a gente preparada para que eso no ocurra es de juzgado de guardia. Si entran los precios contradictorios mal vamos.
Bernat Montagud - 08/08/2024
Afectuoso Benito. Me emociona tu evocación al recordarme tratando de impartir clase en los jardines del rey don Jaime. Esa imagen feliz no la podrán derruir las piquetas. Tal vez no tuvimos la oportunidad de viajar juntos, con los alumnos de sexto o C.O.U. a bordo del vetusto autocar del señor Carboneres, alias “Pepín” para descubrir los entornos de Madrid o Barcelona. Ante el Conde de Orgaz, las Meninas, la Dama de Elche o callejeando por el románico segoviano alcancé mi mayor felicidad como docente. Esa constituye otra fuente de recuerdos también imborrables. Aquella ansiedad por descubrir, aparte de los libros y el enclaustramiento de las aulas, un mundo en eclosión, nos hizo ser más personas. Comparto tu reflexión como arquitecto. De haberse realizado un mantenimiento adecuado e inversiones puntuales, el funcional aulario, aislado del tráfago de la calle y rodeado de arbolado, no hubiese precisado sentenciarlo a su demolición. Celebro que según las noticias, el inmueble que ocupa la Universidad Nacional de Educación a Distancia, aulario perteneciente a edificio original de los años 50, no será demolido. El mayor patrimonio de un profesor son sus alumnos. Este persiste en la memoria de las promociones que convivimos en el Rey don Jaime. La tuya, inscrita como señalas en la vertiginosa década de los 80, es una de ellas. Fue un lujo contemplar desde las ventanas del instituto despuntar el sol tras la sierra de las Agujas o atardecer sobre las moreras con el trino de las aves. Amaneceres y ocasos pervivirán siempre.
Afectuoso Benito. Me emociona tu evocación al recordarme tratando de impartir clase en los jardines del rey don Jaime. Esa imagen feliz no la podrán derruir las piquetas. Tal vez no tuvimos la oportunidad de viajar juntos, con los alumnos de sexto o C.O.U. a bordo del vetusto autocar del señor Carboneres, alias “Pepín” para descubrir los entornos de Madrid o Barcelona. Ante el Conde de Orgaz, las Meninas, la Dama de Elche o callejeando por el románico segoviano alcancé mi mayor felicidad como docente. Esa constituye otra fuente de recuerdos también imborrables. Aquella ansiedad por descubrir, aparte de los libros y el enclaustramiento de las aulas, un mundo en eclosión, nos hizo ser más personas. Comparto tu reflexión como arquitecto. De haberse realizado un mantenimiento adecuado e inversiones puntuales, el funcional aulario, aislado del tráfago de la calle y rodeado de arbolado, no hubiese precisado sentenciarlo a su demolición. Celebro que según las noticias, el inmueble que ocupa la Universidad Nacional de Educación a Distancia, aulario perteneciente a edificio original de los años 50, no será demolido. El mayor patrimonio de un profesor son sus alumnos. Este persiste en la memoria de las promociones que convivimos en el Rey don Jaime. La tuya, inscrita como señalas en la vertiginosa década de los 80, es una de ellas. Fue un lujo contemplar desde las ventanas del instituto despuntar el sol tras la sierra de las Agujas o atardecer sobre las moreras con el trino de las aves. Amaneceres y ocasos pervivirán siempre.
Benito - 08/08/2024
Don Bernardo, solamente estuve un año en el Jaime (en primero). Como me descarrié demasiado mis padres me enviaron a Cheste, donde hice 2°, 3° y COU; así que no tuve oportunidad de compartir esos viajes a los que hace alusión. No obstante, su forma de enseñar y de transmitir la pasión por el arte dejó una gran huella en mí. La imagen que tengo de usted es cogiéndose el costado por la ciática y llegar al instituto con su Citroën BX han quedado grabadas en la memoria, a pesar de haber pasado 35 años.
Le confieso que siento cierta frustración cada vez que estoy delante de un cuadro (menos de los de Ripollés, que esos los pinta cualquier nini en un domingo de resaca).
La primera vez que estuve en el Prado me acordé de usted pensando que yo estaba allí, viendo aquellas obras y no sabía interpretarla. Una obra de arte , igual que una catedral, se tiene que sentir, saber lo que se está viendo, como se llaman los arcos, como se construyeron las bóvedas, etc. Imagínese que en un día vi todo el museo cosa que, para mí, es un sacrilegio, salí frustrado y desde hace más de 20 años, aunque he ido docenas de veces a Madrid, nunca he vuelto al Prado.
Ya ve, no soy como los concejales que tenemos en Alzira, que, aunque no tienen ni idea de lo que ven dice que es algo grandioso.
Recuerdo el cuadro de Carlos V en la batalla de Mulberg, subido a caballo, el de la familia de Carlos IV, el del jardín de las delicias... pero, evidentemente, me frustraba el no verlo con los ojos de alguien que sabe de arte, repito ,co alguien que ve una catedral y sabe lo que ve, no se limita al 'es bonita'
Don Bernardo, solamente estuve un año en el Jaime (en primero). Como me descarrié demasiado mis padres me enviaron a Cheste, donde hice 2°, 3° y COU; así que no tuve oportunidad de compartir esos viajes a los que hace alusión. No obstante, su forma de enseñar y de transmitir la pasión por el arte dejó una gran huella en mí. La imagen que tengo de usted es cogiéndose el costado por la ciática y llegar al instituto con su Citroën BX han quedado grabadas en la memoria, a pesar de haber pasado 35 años.
Le confieso que siento cierta frustración cada vez que estoy delante de un cuadro (menos de los de Ripollés, que esos los pinta cualquier nini en un domingo de resaca).
La primera vez que estuve en el Prado me acordé de usted pensando que yo estaba allí, viendo aquellas obras y no sabía interpretarla. Una obra de arte , igual que una catedral, se tiene que sentir, saber lo que se está viendo, como se llaman los arcos, como se construyeron las bóvedas, etc. Imagínese que en un día vi todo el museo cosa que, para mí, es un sacrilegio, salí frustrado y desde hace más de 20 años, aunque he ido docenas de veces a Madrid, nunca he vuelto al Prado.
Ya ve, no soy como los concejales que tenemos en Alzira, que, aunque no tienen ni idea de lo que ven dice que es algo grandioso.
Recuerdo el cuadro de Carlos V en la batalla de Mulberg, subido a caballo, el de la familia de Carlos IV, el del jardín de las delicias... pero, evidentemente, me frustraba el no verlo con los ojos de alguien que sabe de arte, repito ,co alguien que ve una catedral y sabe lo que ve, no se limita al 'es bonita'
Benito - 08/08/2024
Por cierto, permítame que le platee una duda (que es muy libre de contestar). Para mí usted siempre será don Bernardo Montagud... ¿en qué momento cambió el Bernardo por Bernat?
Por cierto, permítame que le platee una duda (que es muy libre de contestar). Para mí usted siempre será don Bernardo Montagud... ¿en qué momento cambió el Bernardo por Bernat?
Bernat Montagudt - 09/08/2024
Benito, tus evocaciones y la nitidez del recuerdo, en la que te referías a la Vieja friendo huevos de Diego Velázquez y ahora al Carlos V de Tiziano, me hace suponer lo que hubiésemos disfrutado cursando juntos la asignatura de Arte en sexto o C.O.U. Respecto a Bernat por Bernardo se debe a un simple planteamiento literario. En 1980 publiqué mi primer libro de historia local: Alzira, Mito, Leyenda, Historia, a los que siguieron otros y en los que siempre utilice mi nombre de pila en castellano. En 1992 con la novela Alyazirat, finalista del Premio Ciudad de Valencia, me planteé servirme la versión valenciana de mi nombre de pila. Desde entonces, en la totalidad de mis publicaciones utilizo el Bernat. A la postre, ambas denominaciones son propias en Alzira y tal vez mis estancias en el monasterio cisterciense de Poblet, documentándome para ese relato y que allí, los monjes me denominasen Bernat, me inclinaron a adoptarlo en las novelas. Curiosamente, en Wikipedia, alguien me denomina en ambas acepciones. Un abrazo.
Benito, tus evocaciones y la nitidez del recuerdo, en la que te referías a la Vieja friendo huevos de Diego Velázquez y ahora al Carlos V de Tiziano, me hace suponer lo que hubiésemos disfrutado cursando juntos la asignatura de Arte en sexto o C.O.U. Respecto a Bernat por Bernardo se debe a un simple planteamiento literario. En 1980 publiqué mi primer libro de historia local: Alzira, Mito, Leyenda, Historia, a los que siguieron otros y en los que siempre utilice mi nombre de pila en castellano. En 1992 con la novela Alyazirat, finalista del Premio Ciudad de Valencia, me planteé servirme la versión valenciana de mi nombre de pila. Desde entonces, en la totalidad de mis publicaciones utilizo el Bernat. A la postre, ambas denominaciones son propias en Alzira y tal vez mis estancias en el monasterio cisterciense de Poblet, documentándome para ese relato y que allí, los monjes me denominasen Bernat, me inclinaron a adoptarlo en las novelas. Curiosamente, en Wikipedia, alguien me denomina en ambas acepciones. Un abrazo.
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