EL SEIS DOBLE
martes, 26 de marzo de 2024
Muerte dolorosa y Pascua gloriosa
Opinión: Xavier Cantera
Opinión: Xavier Cantera
Los funerales laicos o sin componente religioso han aumentado, situándose actualmente en un 20 % del total
Una opinión más | Xavier Cantera
Siempre me ha preocupado la decantación interesada, por imponer el miedo y el pecado como tácticas de dominio sobre las conciencias, que desde antiguo se produjo en la tradición y cultura cristiana en favor del sufrimiento y muerte de Jesús de Nazaret "por nuestros pecados" en menoscabo de la Pascua de la Resurrección, cuando en realidad es esta la que da sentido a la esperanza cristiana y al compromiso liberador por transformar nuestra realidad hacia una vida nueva y en un mundo mejor, eliminando todo lo que significa muerte, injusticia y enfrentamiento entre humanos.
Es cierto que la muerte dolorosa es un hecho real e histórico, fácil de dramatizar y de exhibir en pinturas, imágenes cinematográficas y procesiones para mover la sensibilidad de las personas, sin embargo la Resurrección, aún siento histórica por las narraciones de los escritos evangélicos, no es un hecho real demostrable empíricamente ya que solo es fuerza liberadora de vida en la tradición cristiana y en la fe de los incondicionales del amor de Dios Padre sobre la persona de Jesús de Nazaret que le rescató de la muerte. (Credo Católico)
Esta dificultad de aceptar la Pascua como algo concreto que nos proyecta hacia una vida y hacia un mundo nuevos, puede ser una causa de que cada día haya menos entierros religiosos y aumenten los civiles, aunque se mantienen los de culto cristiano "por la edad de los fallecidos que sigue siendo un segmento de la población con creencias y costumbres religiosas arraigadas, pero que, en los últimos 10 años, los funerales laicos o sin componente religioso han aumentado situándose actualmente en un 20 % del total", debido también al dominio secularizador de la vida moderna y de lo "irracional" que parece ser creer y esperar en "otra vida", imponiéndose, como así ha sido, el "carpe diem" o «vive cada momento de tu vida como si fuese el último». Se transmite de forma dominante que no hay vida futura y la muerte es el final.
Algo de responsabilidad tienen las doctrinas cristianas que todo lo confiaban en ir al cielo, resucitar al final de los tiempos y en ganar un puesto en la otra vida, olvidando la responsabilidad de los creyentes de ir transformando las situaciones injustas e inhumanas de esta vida, de esta tierra y de esta sociedad imitando los valores que Jesús de Nazaret vivió y defendió durante su corta vida hasta incluso convertirse en enemigo del Imperio Romano, de las autoridades religiosas de Israel y costarle la vida: "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no puede dar frutos". Como mi amigo Félix, hace poco, por defender una plaza de aparcamiento para personas con discapacidad.
Creo que una sociedad tan materialista, tan egoísta y tan destructora de los bienes de la Madre Tierra tiene difícil conseguir una visión y una acción que trasciendan, transformen y aseguren, dando pasos firmes cada día, para "pasar" (PASCUA) del machismo, de la guerra, de la injusticia, de la pobreza, de la marginación, de las desigualdades y del desprecio a los derechos humanos a otro estilo de vida nueva y en un mundo mejor, pero aquí y ahora, sin necesidad de esperar al examen final, cuyas claves ya conocemos:"Lo que hicierais con los hermanos, conmigo lo hicisteis". Se trata de la fuerza transformadora de la fraternidad universal. Cada día más difícil de conseguir.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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