Relato literario de Eva Borondo
“Una lágrima que viajó varios centímetros en la porcelana y que ahora presume desafiante por vencer la ley de la gravedad”
Ciertamente tiene el rostro de un francés; sin mover los labios pareciera que quiere pronunciar la “e” y la “o” al mismo tiempo que observa con sus pupilas perdidas la boca de quien habla. Esa boca que desaparece en eclipse detrás de una tacita blanca que la moja de café sin aroma, el mismo del que queda parte seco en una lágrima que viajó varios centímetros en la porcelana y que ahora presume desafiante por vencer la ley de la gravedad, pegada como está en horizontal.
La conversación continúa una vez que se hacen visibles los labios, pero el francés, que es francés porque hace tres gestos simultáneamente (pone morritos como si pronunciara una “u” en silencio, encoge los hombros y cierra los ojos un momento antes de que se vayan al cielo) no entiende casi nada.
El alemán, el de los labios eclipsados, se divierte con la frustración del francés, pero aminora el ritmo de su expresión con el fin de que el encuentro termine pronto.
Claude Morin le pasa con manos temblorosas un listado de nombres y domicilios. El papel cobra importancia en las manos del teniente germano, que lo examina cuidadosamente antes de levantarse para salir del salón.
Una hora después veinte agentes alemanes con rifle en ristre asaltan varias casas en París; en una cafetería lujosa, en el centro, un francés se pega un tiro. Pero así, sin vida, no está claro que sea francés y muchos alemanes reunidos empiezan a murmurar.
Una rubia que se llama Helene, que es curiosa y muy mentirosa, enseguida inventa un suicidio por amor y lagrimea mimosa por el humo del tabaco.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Como siempre maravillosos relatos que salen de tu mente y nos llegan cargados de sensaciones. Precioso Eva, cuídate ;)
Excelente, me imagino la escena en blanco y negro, en el París ocupado por los nazis.
Gracias, Desi y Benito.
Ahora estoy centrada en la novela que finalmente me he animado a escribir y preparo mi segundo relato para el concurso de mi pueblo.
Lo enviaré al diario para si gusta que sea publicado.
Besos y abrazos.
Mucha suerte con tu novela. Algo me decía que algún día harías algo grande. No dudes que seré uno de tus lectores en cuanto la publiques.
Yo la quiero leer y además que me la firmes ;) Mucha suerte seguro que tendrás exito, nos vamos leyendo, cuídate.
Benito, tú eres de las personas que finalmente me has animado a escribirla. Te lo agradezco. Lo de publicarla ya suena a algo más complicado, pero se andará.
Desi, linda, gracias por tus ánimos y por tus deseos.
Besos
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