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EL SEIS DOBLE
sábado, 21 de octubre de 2023
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Maestr@sOpinión: JAGS
En la sociedad no damos el reconocimiento que merecen a las maestras y maestros, y no lo hacemos ni como padres, ni mucho menos como alumnos
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El paso de los años ha ido dejando en un plano marcado por la indiferencia, incluso rozando el menosprecio a ese colectivo de hombres y mujeres que enfrentan de lunes a viernes el caos en el aula, lidiando con niños y niñas en plena crisis de hormonas y tratando de inculcar conocimientos en mentes jóvenes que a veces parecen tan resistentes al aprendizaje como la lonsdaleíta.
Es triste pero cierto que, en muchas ocasiones, la sociedad no damos el reconocimiento que merecen a las maestras y maestros, y no lo hacemos ni como padres, ni mucho menos como alumnos. No damos valor a las horas que pasan preparando lecciones, corrigiendo exámenes, buscando la manera más útil para despertar el interés en las generaciones más jóvenes y soportando más preguntas absurdas que las que puede soportar el buscador de Google o en la actualidad Chat GPT.
Desde la administración pública, parece que su principal y único objetivo es reducir presupuestos y aumentar la carga de trabajo y sobre todo marearlos con un cambio de Ley cada poco tiempo, sin que tenga un reflejo en los resultados y lo que es más desgarrador, sin que realmente sirva para lo que tiene que servir, que no es otra cosa que para mejorar las capacidades de las nuevas generaciones, y eso lo hacen quienes desde la política ven a maestras y maestros como máquinas que pueden funcionar sin parar. Y no olvidemos a las encantadoras familias de estudiantes que a menudo culpan a los maestros por todo, desde la mala conducta de sus hijos hasta las notas bajas.
Si nos paramos a pensar un poco, solo un poco, deberíamos dejar las lamentaciones a un lado, porque en realidad, estos profesionales de la educación sostienen el futuro de nuestra sociedad en sus manos. Son los que inspiran a las generaciones venideras, fomentan la curiosidad y dan herramientas de mejora a los ciudadanos del mañana. Entonces, ¿por qué no mostrarles un mínimo de respeto y el aprecio que merecen?
Es hora de que como sociedad, reconozcamos la importancia del colectivo de educadores y educadoras. Dejémonos de críticas y menosprecios si realmente nos interesan nuestras hijas e hijos y brindémosles apoyo y colaboración, escuchemos sus necesidades, reclamemos a las autoridades los recursos necesarios y demos un buen aplauso cuando lo merezcan, que a poco que miremos será más a menudo de lo que nos creemos. Solo así podremos construir un sistema educativo fuerte y de una vez brillante en nuestro país.
Y pare terminar dejo tres preguntas para nota…
1 ¿Has presenciado alguna vez en un grupo de WhatsApp de padres y madres que alguien defienda la labor de un maestro o maestra?
2 ¿Es responsabilidad exclusiva de los maestros y maestras la educación de nuestros hijos e hijas?
3 ¿Cuál es la razón detrás de la falta de reconocimiento a la labor de los profesores y profesoras?
JAGS
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El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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