Luego del tratamiento de ortodoncia, suele quedar una sensibilidad y flexibilidad en las piezas dentales; es aquí, en donde la instalación de los retenedores fijos, logra ser una útil alternativa para mantener la posición de los incisivos, manteniendo la estabilidad de la dentadura.
Los retenedores fijos se caracterizan por contar con un alambre de mínimo grosor, que generalmente se coloca en la parte interna de los incisivos (sujetados de ambos colmillos).
Son muchas las inquietudes que un paciente puede tener en torno a ellos, aquí le develaremos todas. Bienvenidos (as)
Tres usos de los retenedores fijos
El uso principal quizás tiene que ver con la prosecución del tratamiento ortondóncito y consolidar el efecto de tensado en los tejidos, pero, sin duda se asocian a otras tantas funcionalidades.
A detallar:
Ejercer una función sostenida de manera continua
Es decir, durante el periodo indicado por su médico odontólogo. Es importante que para lograr que el tejido elástico que se ubica alrededor de las piezas dentales se mantenga firme, con un leve tensado, promoviendo la formación de nuevos tejidos con la re - posición de los dientes.
De tal manera que, se han mantener en boca, superando cualquier barrera de incomodidad que al inicio puede llegar a generar. Consulte siempre a su odontólogo tratante.
Eliminar con el aseo adecuado, cualquier residuo adherido
Lo primero que hay que tener en cuenta es la higiene bucal en los términos recomendados, es decir, cepillado luego de cada ingesta de alimento.
De esta forma, se evitará cualquier partícula que actúe de forma corrosiva, bacteriana o infeccionas en la zona interna en la cual se ubica el retenedor fijo.
Lo ideal será un buen cepillado alrededor del retenedor fijo y visitar a su odontólogo de forma periódica (quien eliminará cualquier acumulación de sarro en dicha zona).
Fomentar un mejor movimiento vertical
Recuerde que al emplearse este tipo de tratamiento post ortodoncia, suelen existir en algunos casos restricciones en la dimensión de apertura bucal.
Este tipo de movimiento limitados, suelen permanecer incluso, luego de retirarles.
Un retenedor fijo, fungirá como ejercitador para además de fijar la posición de los dientes, contribuir a su abrir y cerrar de forma natural y con facilidad de movimiento.
Tengo unos retenedores fijos, ¿Cómo cuidarles?
Ya nos hemos situados en cuanto a los usos de este tipo de tratamiento, ahora bien, sería conveniente saber qué hacer posterior a tenerlos en boca, es decir, ¿Cómo cuidarlos?, ¿Qué elementos son significativos para mantenerles en buenas condiciones?, ¿Existen algunas restricciones?
Veamos las respuestas a continuación:
El foco contaminante de las manos y dedos, resulta perjudicial para este tipo de tratamiento, en consecuencia, no se deben tocar con ellas.
Evitar el consumo de alimentos de gran dureza, que puedan generar quiebre del mismo.
Luego de cada ingesta de alimento o bebida, proceder a cepillarse
Acudir al odontólogo tratante de manera periódica para evaluar la posible acumulación de placa alrededor del retenedor
Inversión de ortodoncia garantizada
Luego de haber invertido en un cuantioso tratamiento de ortodoncia, usted deberá procurar consolidar el trabajo con un retenedor fijo.
Este tipo de acciones, le permitirán afianzar la estructura flexible de los tejidos de la boca.
Imperceptibles
No son tanto como invisibles, pero, gracias a la acción de su tensado en alambres especializados, podrá lograr el efecto deseado con la mínima percepción de los mismos.
Al hallarse en la parte interna (inferior generalmente), pasa totalmente desapercibido al hablar y reír.
Evita el desuso por olvido
¿Saben cuántas veces muchas personas dejan olvidados sus retenedores removibles?, es una realidad que, aunque muchos no deseen tratar es común.
Para estos casos, un retenedor fijo, erradica tales posibilidades, logrando el efecto deseados en menos tiempo.
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