Los espejos retrovisores son obligatorios y fundamentales para que un automóvil pueda circular y utilizar las vías y carreteras del estado. Su función no es otra que la de permitir al conductor poder visualizar con claridad al resto de usuarios de las diferentes calzadas, ya sean otros coches o motos, bicicletas, personas y cualquier objeto que se disponga en las cercanías.
Según el Reglamento General de Vehículos, se establece una sanción de 200 euros si falta alguno de los retrovisores obligatorios (Retrovisor izquierdo y central). La elección del agente también podrá dirimir en la inmovilización del automóvil si considera que representa un peligro para la circulación. Del mismo modo, para pasar la ITV el vehículo dispondrá de todos los obligatorios, si alguno de ellos se ha sustituido, el nuevo deberá cumplir con los trámites de homologación.
Imagen del retrovisor de autodoc.es
Tipos de espejos
Aunque de forma obligatoria solo han de instalarse el izquierdo y el central (el derecho en caso de no existir el central), existen un total de siete clases diferentes, cada uno de ellos especializado en una función.
Para los turismos; el interior de clase I y el exterior izquierdo de clase III. Si con el interior se imposibilita la visibilidad hasta 60 metros hacia atrás, se deberá colocar obligatoriamente uno a la derecha de clase II. Los de esta clase, al ser más convexos, permiten un campo de visión mayor, pero su apariencia es de estar más lejos y, por lo tanto, se ven más pequeños.
Las motocicletas, por su parte, si superan la velocidad de los 100 km/h, estarán obligadas a dos espejos (izquierda y derecha) de clase L. Las que no alcancen esa velocidad, bastará con un izquierdo de clase L. Si tiene carrocería será obligatorio el exterior izquierdo L y uno interior clase I.
Los camiones, furgonetas, furgones de hasta 3.500 kg están obligados a los dos exteriores clase II y III. Si superan este peso, deberán aportar uno de clase IV gran angular y otro de clase V de proximidad. Por último, los autobuses, además de los ya citados, deben contar con uno interior que permita ver y controlar la entrada y salida de viajeros.
Cuándo se cambian los espejos retrovisores
Al no estar sometidos a desgaste, los espejos deberán cambiarse cuando presenten alguna avería o rotura, no es obligatorio, por tanto, tener que cambiarlos de forma periódica. Sin embargo, su ubicación lo hacen muy proclive a recibir golpes, arañazos y rozaduras, ya que están muy expuestos. Por este motivo, es bastante habitual que se tengan que sustituir por causa de un siniestro, aunque este sea leve.
Si están rotos o averiados deben reemplazarse en el menor tiempo posible, ya que el conductor no puede quedarse sin ellos, pues pondría en grave riesgo la circulación. No debe dar tiempo a que se caiga o rompa definitivamente.
Como norma general, los golpes suelen recibirse en la carcasa exterior, por lo que la sustitución del espejo no tiene porqué realizarse. Bastará con instalar un modelo parecido y homologado. Sí habrá que proceder a un cambio completo cuando el propio espejo sea el que presente los daños de un golpe. En este sentido, es recomendable, cuando haya que sustituirlo, hacerlo por un modelo más avanzado. Más información sobre retrovisores en autodoc.es.
Añadir un comentario