Entre los elementos de seguridad activa de verdadera importancia en la conducción se presentan las pastillas de freno, un mecanismo que pocos conductores llegan a conocer a fondo. Son, sin lugar a dudas y como cabe suponer, de los aspectos más importantes en relación al sistema de frenado del automóvil. Su función no es otra que la de proporcionar la fricción que es necesaria para que los discos de freno realicen el trabajo de ralentizar la velocidad de las ruedas.
Es importante, por tanto, contar con calidad en estos dispositivos, por ser un referente en el sector de los recambios de piezas para cualquier tipo o modelo de vehículo. No en vano se trata de las piezas fundamentales para que se garantice una capacidad óptima de frenada, que no dé lugar a errores que puedan producir accidentes.
Cómo funcionan las pastillas de freno
El funcionamiento de estos aparatos es muy simple, de hecho, todo el sistema de frenado está basado en las mismas leyes físicas, aquellas que están relacionadas con la fricción entre objetos. La fricción, como se sabe, se produce al contactar dos elementos que se dirigen en diferentes direcciones o mientras uno de ellos está inmóvil.
Como se indica en la información sobre pastillas de freno en recambioscoches.es, en este caso, son las pastillas de freno las que aplicarán la presión en el rotor, que forma parte de los componentes en la transmisión de la potencia de los motores. Este estará conectado a cada rueda, sin intermediación de ningún otro elemento. Al ir aumentando la presión sobre el pedal, se irá creando la fricción que el conductor considere necesaria para ir disminuyendo la velocidad, según se requiera, hasta llegar a detener el vehículo, si fuese necesario. Cuando el rotor se detenga, también lo harán las ruedas.
Cuándo hay que cambiar las pastillas de freno
El problema que tienen estas piezas metálicas es que van sufriendo un desgaste progresivo a medida que se van utilizando. Es necesario, por tanto, mantener un control y un mantenimiento constante, asegurando en todo momento que los discos de freno se encuentran en buen estado. En el caso de que se circule con estos dispositivos en exceso desgastados se estará restando eficacia a la frenada y poniendo en riesgo la vida de los ocupantes del vehículo.
Las pastillas de freno deberán cambiarse cuando al frenar el conductor compruebe poca efectividad, alargándose el tiempo para llevarse a cabo la detención, es decir, cuando se note fehacientemente que existe un deterioro claro en la eficiencia al frenar. También serán señales notar vibraciones excesivas o golpes al frenar, rápida disminución del líquido de frenos, desviación de la trayectoria del vehículo o la aparición de sonidos extraños cuando se frena.
Sin embargo, antes de percatarse de las evidencias mencionadas, es aconsejable llevar a cabo antes una comprobación visual, observando el espesor que poseen las pastillas. Afortunadamente, para evitar la situación citada en el primer ejemplo, los vehículos actuales ya vienen provistos de un testigo luminoso en el cuadro de mandos que advierte al conductor cuando están demasiado desgastadas.
La identificación de esta señal se hará visible cuando se acciona el pedal de freno mientras el vehículo se encuentra en marcha. El testigo está marcado con un círculo entre paréntesis con las letras ABS en su interior. En el momento que se encienda, habrá que llevar el vehículo al taller de confianza, sin pérdida de tiempo.
Normalmente, esto suele ocurrir cuando el espesor de las pastillas es inferior a los 2 milímetros. En cualquier caso, no hay que confundir la pastilla de freno con el bloque de anclaje, que también es metálico y del mismo color.
Causas de avería
Los motivos más habituales en caso de fallos en los discos de freno son por contaminación del sistema, un estilo brusco en la conducción, el mencionado desgaste por uso, una mala calidad de las pastillas, funcionamiento incorrecto del pistón de la pinza de freno, que el coche se haya llevado mucho tiempo parado, instalación de modelos inadecuados. No obstante, también pueden aparecer errores si se carga en exceso, por corrosión, por un montaje mal hecho, por excesivas cargas térmicas e incluso por defectos de fábrica.
Cómo se reemplazan unas pastillas de freno
Aunque aparentemente parezca complicado cambiar las pastillas de freno es algo realmente sencillo. Estos son algunos consejos para sustituir las pastillas de freno de autobild.es. En primer lugar, habrá que tener cerca las herramientas necesarias; un gato, una llave cruz, otra Allen y un destornillado plano. Después se seguirá el siguiente proceso de 9 pasos.
1. Girar la dirección del coche y aflojar los tornillos que sujetan la rueda.
2. Elevar el coche para quitar la rueda.
3. Extraer las pastillas de freno con la llave Allen. Hay que hacer palanca sobre las pastillas, no sobre la superficie de contacto.
4. Introducir y asegurar las pastillas de frenos nuevas.
5. Volver a montar la rueda.
6. Repetir este proceso con las pastillas restantes.
7. Bombear el freno pisando de forma total y progresiva el pedal varias veces.
8. Circular al menos durante 100 kilómetros evitando pisar bruscamente el freno.
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