La etología ha ido ocupando un espacio cada vez más importante para el estudio del comportamiento animal
La relación entre un perro y su dueño suele llegar a niveles de comprensión y respeto mutuo muy elevados. Sin embargo, en ocasiones, se requiere la ayuda de un profesional cuando el dueño no entiende el comportamiento de su compañero. En estos casos, no se requiere la colaboración de un adiestrador, pues el perro reacciona bien y educadamente, se hace necesaria la intervención de un etólogo, cuyo trabajo es el de estudiar y analizar el comportamiento del animal
Puede que la rama de la biología conocida como etología no sea demasiado popular o del conocimiento de la mayoría de los propietarios de perros, sin embargo, baste recordar que el mismísimo Charles Darwin está considerado como el primer etólogo de la historia. Los principios de esta ciencia quedaron asentados, en 1872, con la publicación del libro “La expresión de las emociones en el hombre y en los animales”.
La etología ha ido ocupando un espacio cada vez más importante para el estudio del comportamiento animal. Sin ir más lejos, en 1973, fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina tres etólogos por sus estudios en este campo. En la actualidad, la Etología está enfocada en su mayor parte al estudio del comportamiento de los canes.
El etólogo en el mundo canino
Aunque un etólogo tiene como objeto de su estudio a cualquier animal, su conducta en la naturaleza o en cautividad, es en el entorno de los perros donde ha adquirido una mayor dimensión. Tanto si se pretende Adiestrar Perros Barcelona como analizar un comportamiento que no se entiende y no es habitual en los alrededores de la Ciudad Condal, recurrir a un centro de adiestramiento canino, especializado en obediencia y corrección de la conducta, como el que se localiza en la dirección web adiestrar-perros.com, es lo más aconsejable.
Hay que entender que los perros se comportan de diferentes formas según una gran cantidad de valores fundamentalmente, ya sea debido a la especie a la que pertenecen, a la edad y al sexo. Según su naturaleza, ladran más o menos, marcarán un territorio con su propia orina, son más nerviosos… Aunque la mayoría de sus acciones vienen aprendidas, según la interacción con el entorno mientras crecen, existen conductas que no se entienden y se escapan a su propia idiosincrasia.
Los adiestradores caninos estudiaban estas actuaciones con el objetivo de potenciar, eliminar, reducirlas... Guiar a los animales, en cualquier caso, aplicando técnicas especializadas para devolver al animal su comportamiento natural. De este modo, nació el etólogo profesional.
Los resultados no tardaron en llegar, produciéndose el consiguiente aumento de la demanda de estos servicios cada vez más técnicos, principalmente enfocados en corregir problemas de conducta.
Ámbito de actuación de un etólogo canino
A un perro se le espera un criterio estable de comportamiento, sin embargo, en ocasiones, aparecen problemas de actitud que el propietario no logra entender ni tampoco rectificar. Este es el momento en el que hay que recurrir al trabajo de un etólogo canino. Este experto tendrá que determinar el origen de esta conducta, llevar a cabo un diagnóstico acertado y establecer un tratamiento que la corrija.
El etólogo tiene dos vías para desarrollarse de manera profesional. Por un lado, para actuar sobre animales en cautividad como los que se localizan en zoológicos, refugios… manejarán las situaciones más complicadas, proveyendo de estrategias para que el animal desarrolle las pautas que desarrollaría estando en libertad. Por otro lado, la más habitual será trabajar sobre animales domésticos, que es la que crece en demanda en el entorno veterinario. Concretamente, en este sector, es importante formarse en una escuela para futuros adiestradores caninos que ofrezca un título homologado, como es el que se ofrece en la dirección web adiestrar-perros.com.
Cuándo se necesita la atención de un etólogo
Aunque el perro esté actuando de forma extraña, antes de llevar la mascota a un etólogo es aconsejable que el veterinario le eche un vistazo, ya que, en un buen número de casos, son afecciones físicas las que alteran el comportamiento del animal y el experto en salud de los animales sabrá detectarlo. Será, en definitiva, el veterinario quien recomiende la visita al etólogo.
Los problemas más frecuentes en los perros por los que se hace necesaria la intervención de un etólogo son una excesiva agresividad hacia otros animales o hacia las personas, ataques feroces y destructivos a diferentes objetos, posibles trastornos de ansiedad debido a una separación, un exceso y continuado gusto por el ladrido.
También pueden aparecer miedos y fobias que antes no existía, querencia por la coprofagia, dificultad y desobediencia en los paseos o en los juegos, hiperactividad, tratar de morderse la cola y marcar un territorio que no tiene competencia.
En definitiva, el etólogo sabrá reconocer el problema, su origen y especificar una estrategia para solucionarlo, siempre con una atención personalizada. El objetivo final será una relación más sana y fluida entre mascota y dueño.
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