La celebración de Sant Donís, patrón de los enamorados valencianos, coincide con el 9 de octubre
El regalo de un pañuelo de seda con la piuleta, el tronador y frutas elaboradas con mazapán, de los novios y maridos a sus mujeres cuenta con más de una versión. Por un lado, se argumenta esta tradición en que las valencianas regalaron a los conquistadores del antiguo Reino de Valencia frutas frescas envueltas en un pañuelo, de ahí que la Mocadorà coincida con el 9 de octubre, fecha en la que Jaime I entró en la ciudad de Valencia hace 772 años. Sus huestes conquistaron Alzira cuatro años después de Valencia, concretamente un 30 de diciembre de 1242.
Otra versión relaciona la costumbre de este regalo con la festividad de Sant Donís, el patrón de los enamorados valencianos. Sus orígenes se remontan al siglo XV cuando en esta festiva fecha se lanzaban “piuletes” y “tronadors” además de petardos y se consumían productos del campo.
El monarca Felipe V suprimió los Fueros de Valencia concedidos por Jaume I y prohibió las celebraciones del 9 de octubre y de Sant Donís. Fue entonces cuando los maestros confiteros de Valencia, ahora Gremio de Artesanos Pasteleros, quiso que la costumbre no desapareciera del todo y para ello inició el hábito de elaborar piuletes, tronadors y frutas de mazapán para que esté presente pudiera ser regalado dentro de un pañuelo de seda coincidiendo con la conmemoración de la conquista y la celebración de Sant Donís, el patrón valenciano de los enamorados.
En Alzira, esta costumbre fue incrementándose durante los últimos años merced al gremio local de horneros. El último en incorporarse ha sido Delicatessen, la nueva tienda de Salvador Llopis ubicada en la conjunción de la Plaza Mayor y la calle Benito Pérez Galdós.
Salva, el joven pastelero, ha elaborado con mimo y con mazapán del bueno una gran variedad de frutas y verduras que van desde la sandía al champiñón, pasando por dulces tomates, limones, naranjas, peras, fresas, manzanas y plátanos.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
La verdad es que disfruto mucho cuando me siento en una de vuestras mesas y tomo un buen cortado, deleitándome con vuestra variedad de sabores.
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