Opinión: Xavier Cantera
"En 2020, las mujeres conformaron el 23 % de las delegaciones de las partes en conflicto en procesos de paz apoyados por la ONU"
Una opinión más | Xavier Cantera
Era tal la ausencia de la mujer en las negociaciones para conseguir la paz, que se tuvo que dedicar un día, de ámbito internacional, para trabajar en la incorporación de la mujer, del otro 50% de la humanidad, en las negociaciones de procesos de paz mundial y del desarme. Necesitamos que participe el liderazgo que las mujeres están consiguiendo en un mundo donde la igualdad entre hombres y mujeres es un valor en alza. Dicen algunos estudios sobre el tema que, "entre 1992 y 2019, en promedio, solo el 13 por ciento de las personas negociadoras, el 6 por ciento de las personas mediadoras y el 6 por ciento de las personas signatarias en procesos importantes de paz alrededor del mundo eran mujeres. Siete de cada diez procesos de paz no incluyeron una sola mujer mediadora o signataria". Menos mal que vamos mejorando, como se puede comprobar ya que, "en 2020, las mujeres conformaron el 23 por ciento de las delegaciones de las partes en conflicto en procesos de paz apoyados por la ONU". Solo debemos reconocer la cualidades de las mujeres y su derecho a participar.
Creo que la mujer tiene sus habilidades para negociar la paz, no solo el varón, como: su inclinación a mantener la relación con el adversario basada en el respeto mutuo y en la cooperación; con el objetivo de conseguir un resultado positivo para las personas saben negociar y regatear; son más directas y no esconden nada; van a las causas de los conflictos porque se preocupan de las necesidades que afectan a las víctimas; su capacidad para la reciprocidad emocional y por lo tanto de reconocer las necesidades de la otra parte; su inclinación a basar el acuerdo en contenidos positivos y no en vencedores y vencidos. Dice Oxfam Intermón: "Si hablamos de conflictos armados, vemos cómo mujeres de todo el mundo lideran movimientos por la paz que están cambiando de diferentes maneras sus sociedades. Se organizan en movimientos a favor de la paz, utilizando medios no violentos, a pesar de que en los conflictos armados son las principales víctimas y la violencia sexual sobre ellas es usada impunemente como arma de guerra".
Y lo más importante, como destacan los informes feministas, la práctica de las organizaciones de mujeres que trabajan por la paz abrazando múltiples causas: "el fin de los conflictos armados y la búsqueda de salidas negociadas a la violencia, el antimilitarismo, la abolición de las armas nucleares, la defensa del medio ambiente, la denuncia de la violencia sexual como arma de guerra, la denuncia de las desigualdades económicas, la discriminación y las injusticias sociales, entre otras muchas". La paz positiva, la paz cargada de múltiples significados y no la mera ausencia de violencia directa, unida a un cuestionamiento del patriarcado machista. ¿Acaso Putin no es el prototipo de padecer de hiper- testosterona política? Lo contrario a la paz.
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