El sector gaming se ha convertido en una de las principales opciones de entretenimiento
Hace varias décadas el principal pasatiempo de los niños se centraba en juegos fuera de casa, práctica de deportes o el disfrute con productos tradicionales como la peonza o el yo-yo. Todos estos postulados vistos desde los ojos de la sociedad actual son cosas del pasado, y parece que son siglos los que han transcurrido desde que los pequeños de la casa encontraban una diversión prácticamente sin límites.
Desde hace más o menos una década, son las nuevas tecnologías los productos que han cogido el testigo en cuanto a opciones de ocio se refiere para todos los targets de edad. Ahora, desde prácticamente desde la cuna viven pegados a una tablet o a un dispositivo inteligente en los que contemplar vídeos o dibujos animados.
“Poco a poco van utilizando estos aparatos para jugar a diferentes títulos, llegando a la adolescencia en el momento en que los videojuegos se consolidan como su principal opción de ocio y la más idolatrada. Tal es ese nivel de implantación y de generalización que puede llegar en causar una adicción, como se ha dado a conocer en casos recientes por todo el territorio nacional”, explican desde slotvegas.es.
Al hilo de ciertas patologías que producen estas nuevas tecnologías, el sector del juego es una de esas actividades que suelen ser propicias para que aparezcan algún caso entre sus usuarios.
Es por ello, que “la necesidad de una correcta educación para que la población conciba estas actividades como un juego responsable son fundamentales para la buena marcha del sector en todo su conjunto”, concluyen los expertos de SlotVegas.
Lo mismo ocurre con los videojuegos. Cada vez son mayores las horas diarias que buena parte de la sociedad destina a este tipo de entretenimiento. Todo en la vida debe ser encarado con un control que no se escape a la concepción racional de lo que está bien.
No hay nada como establecer unos puntos claros de uso correcto de estos productos digitales para poder seguir disfrutando de ellos, sin experimentar ninguna patología de adicción por pequeña que ésta sea.
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