Opinión: Xavier Cantera
"Esto era evolución para él..."
Una opinión más | Xavier Cantera
A los pocos días, toda la zona y el barrio portuarios se hicieron eco de la aparición de un personaje que llamaban "Noé Man". Todas las personas hablaban bien de él porque, en contra de lo que habían hecho algunos potentados de los últimos tiempos invirtiendo cantidades ingentes de dinero fabricando cohetes espaciales para subir unas pocas personas y por un corto espacio de tiempo, ofertándolo como turismo espacial, este nuevo personaje ofrecía viajes pero sin abandonar la tierra ni las aguas que la rodean.
Se había propuesto construir "un arca" con todos los avances tecnológicos y de seguridad más modernos parar cumplir con eficacia las misión que tenía entre ceja y ceja desde hacía tiempo: "Asegurar la continuidad en la tierra de todas las especies animales y vegetales, siguiendo, pero muy mejorado, el proyecto de su antepasado bíblico y tocayo, pero con una condición: que los grupos seleccionados, además de aportar los valores propios de sus especies, también debían tener, como valor añadido, alguna conducta o comportamiento conseguido durante su milenaria evolución para ayudar a mejorar la convivencia entre las diferentes especies de los animales, y más ahora que la ciencia y la ley afirmaban que "son seres que sienten".
En pocos días, todas las zonas reservadas para carga y descarga del puerto, estaban repletas de animales y personas seleccionadas para embarcar en el "nuevo arca de Noé Man": Unos, para asegurarse su continuidad por estar en peligro de extinción, otras, para colaborar en una nueva regeneración ecológica y sostenible de la Naturaleza y de la Madre Tierra. En ese momento, apareció un grupo muy numeroso de "pingüinos" dirigidos por el mismo "Noé Man" que había ido a buscarlos a una de las pocas zonas donde se cría esta especie de pingüinos, en la que el macho es responsable de incubar el huevo, mientras que la hembra realiza los trabajos de la caza, que puede llevarse varias semanas. Durante todo ese tiempo, el macho puede sobrevivir sin ingerir ningún tipo de alimento. Noé Man ordenó el embarque ilusionado porque el macho pingüino ya no era el único encargado de la caza y, por otra parte, ayudaría a copiar su variante en otras especies para que los cuidados fueran competencia de todas y de todos como ya lo hacen algunas parejas jóvenes de humanos. Esto era evolución para él. Todos aplaudieron al grupo de profesores de orquesta, vestidos de etiqueta y con sus andares chaplinistas que celebraban el Día mundial de los Pingüinos, con una nueva aventura global.
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