Opinión: Xavier Cantera
"Son como las de la abuela"
Una opinión más | Xavier Cantera
Eran aún la primeras horas del 16 de enero y en casi todas las cocinas domésticas, en bares y restaurantes e incluso, en las cocinas fantasmas instaladas en el subsuelo de grandes y antiguas fincas se hacían los preparativos para elaborar el plato estrella del "día internacional de la croqueta".
Maruja, la presidenta la de comunidad de vecinos, como todos los años, había colgado un cartel en el ascensor de la finca, invitando a todas las familias a participar en una merienda-cena, elaborando y compartiendo el plato del día: las croquetas, con la finalidad de estrechar los lazos de convivencia entre quienes vivían en esa escalera.
La mañana transcurrió preparando los productos necesarios que podían ser de una gran variedad dado el abundante recetario de croquetas que existe y en la elaboración de la masa con el suficiente tiempo para dejarla adquirir la consistencia adecuada antes de sumergirlas en el aceite hirviendo.
Ya a mediodía, en algunos bares y restaurantes, se ofrecieron los primeros platos de croquetas para acompañar los vermuts típicos de cada zona. Los clientes más celosos que se aproximaban a las barras, al ver el plato de croquetas, como si estuvieran conectados por un resorte automático, preguntaron: ¿Son caseras? ¿Son caseras? Esas dos palabras se repitieron como un eco entre montañas de fincas urbanas de la ciudad: ¿Son caseras, son caseras? Solo los responsables de ventas de los supermercados sabían la verdad al comprobar la cantidad de bandejas de croquetas precocinadas y congeladas que se habían vendido los días anteriores. Pero esa pregunta ¿Son caseras? no intranquilizó al vecindario del Nº 16 de la Calle Croquetas ya que todos los platos que se presentaron a la merienda-cena tenían la etiqueta que garantizaba su calidad: "Son como las de la abuela".
Moraleja: ¿Cuándo nos vamos a enterar que lo más auténtico nace del pueblo sobre todo si se trata de animar una convivencia sincera? ¿Cuándo nos vamos a enterar que la ciudadanía ya tiene suficiente paladar para distinguir la calidad de los alimentos que se le ofrecen tanto para el cuerpo como para el espíritu o si están caducados desde hace más de 50 años? Beneficio insaciable o respeto a los derechos del consumidor.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Vamos a ver, aquí veo algo de mala leche por parte del Sr. Cantera, veo entre líneas una crítica al ministro de adorno Garzón y a la polémica de la carne, las ganaderías y todo lo que este vividor de la política quiere airear. Lo de las croquetas me iba pareciendo un artículo fuera de lugar pero poco a poco, sobre todo al llegar al final, esas croquetas han tomado gusto a carne. Me equivoco?
Lo malo es que al tener un gobierno Sanchavista el mentirosillo de Sánchez se las tiene que tragar dobladas. ¡¡¡¡¡Qué hemos hecho los españoles para tener que soportar a estos!!!!!!
El Ministerio de Garzón es un Ministerio vacío, como él.
Garzón tenía que hacerse notar, es la única manera de justificar el pastón que se lleva por estar en la poltrona. Que personaje más nefasto
Y el gran presidente que tenemos si bwana, si bwana, si bwuana...... no ha tenido lo que hay que tener para cargarse este sainete del Garzón
Mezclar buenas croquetas con otras rancias, de mala calidad o con ingredientes tóxicos es lo que tiene.
Lo malo es que son los comensales y no el cocinero los que salen perjudicados.
Ojala la indigestión y los vómitos tengan solución y pasen pronto. Hasta entonces procuren no retener los gases
A veure euburret, açi l'únic que mescla burros amb porcs és vostè, els culpables oer a vos són els altres, vol parlar de tot, quan va anar a l'escola segur que dormia més que un furo, algú li ha menjat el cerebelo, no has dit lo de filoetarra? Ni pancatalanista? !!!qui cervell més curt
Los competidores de España (cárnicos, juguetes, turismo.....) se frotan las manos y a la vez se descojonan ante una figura como el Garzón.
Añadir un comentario