Artículo de opinión de Xavier Cantera
¿Alguien tenía alguna explicación para esta fijación en el lecho?
Escenas de cama
Xavier Cantera
Intercambiando con los amigos experiencias vacacionales y lugares donde habíamos pasado las noches durante las escapadas veraniegas, me llamó la atención que varias personas coincidían en, estuviera como estuviera situada la cama en la habitación del hotel, siempre ocupaban el mismo lugar del tálamo que en el lecho doméstico.
Ante esta costumbre, un marido recriminaba a su mujer que, aún siendo ella, la primera en irse a dormir, él, al terminar la tertulia (velatorio de una botella) con sus amigos del albergue, debía pasar por encima de la consorte, haciendo toda clase de equilibrios, para acceder a su lugar de descanso sin molestarla. Todo, por la manía de dormir siempre en el mismo lado de la cama aunque no fuera nada práctico en estas ocasiones.
Pero toda norma tiene sus excepciones: Una señora sólo era partidaria de cambiar su lugar en el catre, cuando su lado de costumbre era el más cercano a la puerta de la habitación hotelera y por eso ponía al marido como parapeto ante algún posible intruso nocturno. Más frustración de una fantasía imposible de formar un trío que miedo a un robo, bromeé. Otra pareja también admitía cambios por proximidad al servicio higiénico ante las exigencias prostáticas. La edad no perdona.
Pregunté si alguien tenía alguna explicación para esta fijación en el lecho y me informaron que de este modo se domina el espacio vital sobre la cama y que las diferentes vueltas que damos durante la noche, se realizan todas dentro del circuito reglamentario, evitando así que nos suceda como a una persona que, ante el intenso calor que le impedía conciliar el sueño, cambió la cabecera por los pies para aproximar su rostro a la ventana y, en uno de sus giros nocturnos, terminó golpeando con su cabeza en el suelo y con sus pies en la mesita de noche.
El grupo bromeó sobre esta interesante información y comprobamos que situarnos siempre en el mismo lado del tálamo nupcial no es motivo de separación entre los matrimonios maduritos sino todo lo contrario. Tampoco suelen estar reseñados estos espacios de la cama en la relación de la separación de bienes ni entre las propiedades a dejar en herencia a los hijos en el testamento.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Jejeje Cuanta razón tienes Xavier, cierto es por lo menos en mi caso,mi lado es mío es mi espacio.Como "Golum" y su tesoro, pues yo lo mismo con mi lado de la cama jejeje.Y si invierto la postura, por el calor para estar más próxima a la ventana, suelo acabar desorientada en la noche jejejeje.Cuidate Xavi. Me encanta leerte en artículos así.
Eso es un extraño derecho de conquista que se caracteriza por estar liderado por nuestro trasero. Si te fijas, sucede lo mismo con las sillas de la cocina, los sillones del comedor o las mesas y sillas de los bares que frecuentamos... una vez aposentamos nuestro culo, mentalmente solemos adquirir un derecho mental de propiedad que dice que ese sitio es nuestro. No es extraño que en nuestra casa digamos "eh! levantate de ahí que esa es mi silla" o en el bar "nos han quitado nuestra mesa...".
Seguramente, los psicólogos tendrán una explicación lógica y racional, pero yo los llamo "los derechos de propiedad del culo"
Buenísimo el artículo Xavier, como siempre, y muy bueno el comentario el Elvirigildo, tienes toda la razón del mundo, en la cama sobretodo yo supongo que eligirás siempre el mismo lado por costumbre y porque ya tienes tu espacio y lo controlas, controlas los movimientos durante la noche y como muy bien dice Desi, para no desorientarte, yo aunque todavía soy joven suelo coger siempre el lado que esté más cerca de la puerta, o del baño, ya que me suelo levantar más veces durante la noche que mi compañero de Cama. De todas maneras cuando salimos fuera ahora es un poco complicado elegir sitio, ya que tenemos 2 gemelos y los acostamos primero y claro cuando llegamos nosotros no podemos elegir, el sitio que nos hayan dejado es con el que nos quedamos.
Supongo que en un mundo capitalista se fomenta la propiedad privada. Es por eso que hasta las desgracias son nuestras. MI coche, Mi casa, MI curro, Mi lado de la cama... A mi francamente me es igual compartir cama, coche, campo... Quien primero se meta que deje hueco. Y si no lo hay... encima! je je je...
Buen articulo Xavier :)
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