Opinión: Xavier Cantera
Contra el virus de no respetar los derechos de las otras personas, la vacuna del reconocimiento de la dignidad de todas ellas
Una opinión más
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Xavier Cantera
Después de un año de pandemia y ante la cuarta ola, nos preguntamos ¿Cómo saldremos de esta? Os ofrezco mi respuesta. No me refiero a la salud física o mental sino, sobre todo, para re-convivir las ausencias, recuperar las carencias y mejorar nuestra sociedad, después de esta experiencia tan dura. Lo primero es aceptar y reconocer que nos han quedado déficits en algunas defensas para contrarrestar ciertas influencias que atacan nuestra salud como personas humanas en sociedad: Contra el virus de no respetar los derechos de las otras personas, la vacuna del reconocimiento de la dignidad de todas ellas; contra el virus del pensamiento único, la vacuna del respeto a la libertad de pensar y opinar; contra el virus del individualismo, la vacuna de la búsqueda del bien común para toda la tribu; contra el virus de marginar a quienes no aporten riqueza, la vacuna de la equidad en la redistribución de lo que producimos; contra el virus de la ignorancia, la vacuna de la ciencia y de la cultura.
Creo que no hace falta que continúe con los diagnósticos y sus respectivas vacunas porque cada persona sabe, como buena conocedora de su salud social, dónde le duele y cómo vacunarse con el antídoto más apropiado. Pero es conveniente esta interiorización personal para recuperar la salud social que hemos podido perder porque, no solo ha sido la pandemia viral sino, también hemos sufrido las consecuencias colaterales de los confinamientos como verdaderas secuelas que, si no nos vacunamos, pueden que hayan venido para quedarse en nuestro cuerpo social. Estas son, por ejemplo: el aislamiento social y el irresponsable egoísmo, el acostumbrarnos a las muertes de tantas personas, sobre todo mayores, sin atenderlas como se merecían; el dejarnos influir por las mentiras de las redes sociales que nos alimentan con aquello que más daño nos hace como es la desinformación; el aceptar la agresividad en las relaciones políticas, sin cooperación, como normal durante una crisis global y otras secuelas que cada cual puede descubrir cuando se haga el chequeo personal.
También creo que es conveniente que tomemos algunos reconstituyentes vitamínicos para fortalecer el efecto de las comentadas vacunas como: más cultura, más la educación cívica, más el valorar lo público y lo colectivo, más respeto a los derechos humanos, más la convivencia social, más respeto a las leyes que nos hemos dado, más cooperación participativa en los problemas de nuestro entorno y sobre todo, imitar los buenos ejemplos de solidaridad que nos han dado tantos colectivos. En pocas palabras, se trata de eliminar cualquier efecto nocivo de la pandemia para tener mejor salud social que, según la OMS, es: "La habilidad para la adaptación y la autogestión ante los cambios y desafíos del entorno, así como la capacidad para desarrollar relaciones satisfactorias con otras personas". Si lo hacemos realidad, nos puede ayudar a tener una sociedad más sana y humana. Podemos y debemos salir mejor de esta por el bien de toda la sociedad, de toda la Humanidad. De la pobre, sobre todo. BONES PASQUES Y BONES MONES!!!!!!!
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
¿Que te parece una vacuna para la cerrazón ideológica de algunas personas "humanas"?
Saludos.
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