Artículo de opinión de Ramón Alfil
“Se está gestando un fenómeno que implica el olvido de lo que verdaderamente es importante: vivir”
Parada y fonda
Ayer compartí con Ana Marcos, a la que sigo en Eskup, un mensaje que apunta a una reflexión: la tecnología envejece a pasos agigantados. Lo que hace poco era novedad, con tan sólo dos o tres años nos puede parecer anticuado. Comentaba Ana: “Para demostrar lo rápido que envejece todo, una agencia brasileña ha diseñado anuncios para los productos ‘de hoy’ (Facebook, YouTube y Skype) en el más puro estilo años sesenta”. Los anuncios están siendo publicados en Meio & Mensagem, un diario brasileño.
Muchos usuarios de esta era tecnológica, a veces, quisiéramos detener el tiempo para manejar la técnica, disfrutarla, perfeccionarla, analizar todo lo que está sucediendo… pero no nos dejan, nos agobian; cuando te das cuenta, se te ha pasado el arroz.
Esta galopante innovación suele ir ligada a una ‘condena’: la dependencia tecnológica. Cada vez son más las horas que empleamos delante del ordenador o manipulando todo tipo de aparatos.
Y, digo yo, ¿pará qué tanta prisa?, ¿para qué tanta subordinación de nuestro tiempo? Creo que se está gestando un fenómeno que implica el olvido de lo que verdaderamente es importante: vivir.
Nadie puede resistirse a la vorágine tecnológica, a no ser que quiera ir contracorriente pero… que envejezca ella, yo me quedo como estoy.
La tecnología, qué duda cabe, contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas pero, en su continua búsqueda acelerada de novedades y mejoras, ¿nos ayuda a comprender el paso del tiempo? Ahí lo dejo.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Pues cierto es Ramón que la tecnologia nos ayuda en nuestro dia a dia, pero tambien nos priva de disfrutar de pequeñas cosas, o grandes cosas segun se mire.Yo desde mi punto de vista veo que la tecnologia te deja ocupado durante un rato largo,y tambien me doy cuenta que muchas personas con hijos, dejan que estos hagan uso de esa tecnologia para que se entretengan y eso sinceramente ya no me gusta nada.Es como darle una herramienta para que pierdan su tiempo mientras tu empleas el tuyo en la novela de las 15.00.Hay mil usos para la tecnologia domestica pero creo que no todo el mundo no ha sabido darle un buen uso.De echo existe mucha gente adicta a la tecnologia que cree pasarselo bien "ahi dentro" mientras fuera el tiempo sigue, sigue la brisa del atardecer,siguen los caminos vistiendose como alfombras con la caida de las hojas,sigue la vida de todos los mortales que valoran otras cosas antes que la tecnologia.
Ya no recibimos correo como antiguamente y eso la verdad me da pena, pues ahora es todo on line,con blue thoh,con alta definicion,con conexion 20 mb,con wap con tecnologia 3gp y muchas mas siglas que no tengo ni idea de que son o que quieren decir, no me importa mucho no saber acerca de estas siglas.Todo en su justa medida y sabiendo hacer las cosas bien, no esta mal.Pero tanta tanta tecnologia hace que se pierdan otras cosas,como esperarte en el portal cuando ves al cartero.Ahora cuando lo ves sales corriendo por si te trae alguna multa,pues tienes a todo el mundo en tu bandeja de entrada o en tu movil.Ahora ya nadie dice eso de. - Se corta, cuidate mucho no tengo mas monedas. Ahora esta mas de moda decir no tengo cobertura,o llamame que no tengo saldo.
Pero a mi que no me dejen sin mi pc que su papel me hace,nos hemos acostumbrado a vivir bien quiza demasiado bien,tanto tanto que no vemos las grandes cosas del dia a dia. :)
Algunas personas durante estos últimos años pensábamos que podríamos escaparnos de la dictadura de los aparatos, algunos fuimos los últimos en tener un móvil o un portátil pero durante el proceso del pasotismo nos encontramos con la incomprensión de aquellos que nos miraban como si fuésemos seres de otra galaxia trasnochada -Dame tu móvil... ¡Qué no tienes!. -Te lo enviaré por e-mail, etc. Aunque no quieras es como si caminaras por la calle con un amplísimo pantalón de campana a cuadros marrones, un mega escándalo que te hace ir corriendo a tu casa para cambiarte.
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