No hay enero sin subida de luz, la vida sigue igual
Es una desvergüenza continua y una forma de hacer política indigna que no va enfocada a la mejora de la sociedad
En lo mejor de lo peor...
Facua, una asociación que se caracteriza por su ideología izquierdista, pone el grito en el cielo y exige al Gobierno “que no mire hacia otro lado ante la salvajada tarifaria del mercado eléctrico”. Asegura que el precio del kilovatio hora ha alcanzado los 22,14 céntimos este 8 de enero, casi el doble que la media de 2020. La subida interanual en lo que va de enero alcanza ya el 31 %.
Estoy en lo mejor de lo peor de mi vida, circunstancia que me ha permitido vivir las 14 legislaturas de la tercera restauración borbónica, con todos sus presidentes, desde Adolfo Suárez hasta Pedro Sánchez, y les puedo asegurar que nunca, absolutamente nunca, he conocido un Gobierno que a primeros de años no haya metido el hacha al contribuyente con una subida general de precios y, en particular, de la luz, un suministro que es una fórmula indirecta idónea para hacer caja.
Los políticos inservibles que tenemos y hemos tenido en el panorama político español no han sabido generar ideas y recursos para bajar el coste de la luz o el IVA que supone este servicio esencial y, en ciertos aspectos, de primera necesidad. Alternativas hay; intenciones, no.
En plena ola de frío estamos viendo como el afán recaudador de este Gobierno –es el que tenemos y del que toca hablar– mira hacia otro lado, como dice Facua, ante esa subida interanual en lo que va de año del 31 %.
El contribuyente se irrita cuando comprueba que Pablo Iglesias y Alberto Garzón, dos políticos inservibles más, criticaban al Gobierno de Rajoy, con mucha razón, un mes de enero y con una ola de frío parecida a la actual que "disparar la factura de la luz un día como hoy solo demuestra la codicia de las eléctricas. Si el Gobierno lo consiente, será cómplice" y, el segundo, que "la oligarquía nos mete la mano en el bolsillo y el Gobierno no actúa". Y, ahora, ¿qué?, a buscar una excusa de manual toca. ¡Qué puñetera es la hemeroteca!
Lo de estos dos cínicos y lo de los otros cínicos de las 13 legislaturas es una desvergüenza continua y una forma de hacer política indigna que no va enfocada a la mejora de la sociedad. Me siento estafado. Todo es lo mismo, nada cambia, ni con gobiernos azules, ni con gobiernos rojos, la luz sube todos los años por enero. Como decía aquella canción de Julio Iglesias que ganó en el Festival de la Canción de Benidorm, la vida sigue igual…
Ramón Alfil
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
y alguien esperaba algo nuevo de los comunistas?
Ens anem a la ruina total del pais en estos mindundis
Como dijo José María García: "la fe no me la quitarán, pero la afición me la están quitando" (o algo parecido). A mí ya no me engañan más... mis ideas no van a cambiar, pero no voy a dar el voto a alguien que lo necesite para asegurarse la poltrona. En las próximas elecciones, en lugar de votar a unos sin vergüenza (separado) haré una buena acción (como si fuera navidad) y votaré a alguien a quien haga feliz. Por ejemplo, si Escrivá me invita a un almuerzo, le regalo mi voto, seguro que saco más beneficio que votando a estos ¡mamarrachos! (como dice Jiménez Losantos).
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