Relato literario de José Burgos Lancero
“Tenía el pelo empapado, Bilbao había dejado caer una lluvia nocturna tan tranquila, tan instintiva…”
Ventanas y otros sentimientos
José Burgos Lancero
Dibujaba con mis manos sus labios, repasaba su contorno mientras ellos tiritaban, la lluvia hacía mella en nuestros huesos, notaba como se me entumecían la parte inferior de la columna. Sus ojos miraban, pero no miraban nada en concreto. Seguía con la mirada perdida, parecía que buscaba las palabras para decir algo, pero no las encontraba.
Tenía el pelo empapado, Bilbao había dejado caer una lluvia nocturna tan tranquila, tan instintiva, que nos había hecho acercarnos para obviar el frio. Al sentirla tan cerca sentí como el corazón rebotaba lentamente en su mejilla. Cerré los ojos e imaginé como nos vería la gente que pasaba con su prisa y sus paraguas por el otro lado de la acera. Me sentí envidiable, afortunado, ella cerca de mi pecho.
Su pelo se había mudado de un color más oscuro al estar mojado, pero aun así guardaba aquel olor a indecisión y nostalgia. Parecía mentira que tuviese que volver a Getxo, Parecía mentira que fuese la última vez que nos veíamos, era todo tan triste y, a la vez, tan bonito, tan tierno. Su mirada seguía perdida, alimentados por la luna, sus ojos brillaban de un marrón que tiritaba con pequeños estallidos brillantes que parecían estrellas que eclosionaban en lo más hondo de sus ojos, como si el universo que se formaba dentro de ella se desmoronase.
Levantó poco a poco su cara, no sabía cuánto tiempo había pasado desde la última vez que respiré tan cerca de ella. El aire recorría haciendo bucles por su cuello y subía por si nariz tomando todo su olor hasta entrar en mí. Ella, seguía buscando algo dentro de sí misma, quizá fuesen palabras, o quizá estuviese buscando salvar lo que quedaba de ese universo que empezaba a desvanecerse.
Me besó.
Me cogió de la mano y me arrastró por la calle.
-Siempre he pensado que eras tan valiente como blanca de piel -le dije en busca de una conversación, aunque, pensándolo mejor, me pareció una frase bastante desafortunada-.
- ¿Qué quieres, cariño?, soy vasca -me dijo sonriendo; pero yo sabía que dentro de ella moría un universo-.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Bien Jose, cada vez, que leo algo tuyo, es mejor que lo anterior. Se nota tu estilo en este texto, creo que ya vas teniendo uno propio. :)
Enhorabuena José Burgos, me gusto mucho.
Tienes una gran capacidad para describir sensaciones y sentimientos de una manera muy exacta. Enhorabuena por el texto. Me encantan las descripciones de momentos fugaces como este.
Me encantará volver a leer más de ti.
Un saludo.
Me gusta más que el anterior, aunque estos relatos cortos siempre te dejan con ganas de mas
La verdad es que me has dejado con ganas de leer más.
Me encantará leer más cosas de ti, eres muy bueno.
Un besito!
Me ha gustado mucho Jose ;) sigue asi!
"Cada contacto con una persona, cada relación es capaz de crear universos paralelos que nos hacen olvidar, con su presencia, la existencia otro universo común, banal y real, del miso modo que con su ausencia nos lo recuerda día tras día" Creo que cuando dos personas se separan miles de situaciones, recuerdos... ilusiones se esfuman.
Es parecido a lo que ocurre cuando alguien muere no? todo lo que le ha pasado, sus anécdotas, sus pensamientos... Si no se recuerdan.. Es algo que se esfuma....
Un gran abrazo a todo el mundo. Es un verdadero placer.
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