Relato literario de Eva Borondo
“…ningún príncipe llega para darle el beso de amor que la haga revivir”
Ahí, quieta como estaba, y muerta, no se diferenciaba de los montículos de hojas que agrupaba el viento al arrastrarlas. Tampoco era diferente de las formas que producían las hierbas en movimiento discontinuo, bamboleadas por el aire templado del sur.
Y, desde aquí, podría haber sido leña, tierra o roca, naturaleza muerta que no se descompone ni cambia, parte de un paisaje perenne.
Junto a su mano, apartada del tronco de su cuerpo con la distancia que establecía el brazo, una manzana mordida en amarillo brillante, todavía sin oxidar, constituía la última parte de un bodegón de vida estática.
Faltaban minutos para que la manzana se transformara en marrón y horas para que desapareciera, pero en este mismo instante seguía viva, crujiente y líquida, escupiendo saliva espumosa, blanca y dulce. La droga que tenía en su interior no sabía a nada.
Mientras el cabello azabache enredaba los caminos de las hormigas, rompiendo la elaborada monotonía del ejército fórmico, una abeja libaba, confundida, los hilos de la falda amarilla.
Y desde aquí puedo ver que ningún príncipe llega para darle el beso de amor que la haga revivir, porque tan hundida está en la hierba alta, que no es posible que nadie la vea. Más bien la confundirán con leña, tierra o roca, naturaleza muerta que no se descompone ni cambia, parte de un paisaje perenne.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Que pena..no aparecio el principe.Pero aun asi me encanta tu historia,como siempre Eva, enhorabuena.
Un poco triste, pero muy hermoso tu relato, Eva. Felicidades. Lástima de esa hierba demasiado alta que evitarán que ella sea vista a tiempo...
La foto es muy adecuada y muy bonita.
Eva eres un soplo de aire dulce cada domingo. Como han dicho, triste... pero lleno de emoción
Muy bueno, muy bueno...
Desi, los principes azules no existen. Sí los buenos escritores como Eva
Eva eres muy buena
Sublime. Eva, tienes la capacidad no solamente de transmitir, sino también de hacer que se visualice lo que escribes.
Eva, un 10. No digo más.
Gracias Asun, lo tendre en cuenta ;).Releyendolo Eva, me gusto incluso mas.
Bueno bueno ... un placer saber que os gustó.
Realmente el relato surgió de esa pintura y no al revés. El cuadro me trasladó al cuento de Blancanieves y me hizo pararme en una parte que nunca se desarrolló literariamente. Los momentos de espera de Blancanieves tendida al suelo deseando que llegara el príncipe. Luego jugué con la malvada opción argumental de que no apareciera jamás su amor azul. Y en ese momento me paré a describir.
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