Artículo de opinión de Xavier Cantera
Me siento orgulloso de esta ciudadanía y la felicito porque no se deja comprar por nadie que tenga la obligación de trabajar por toda la colectividad
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Una opinión más
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Xavier Cantera
Me llamó la atención la forma que, algunas candidaturas municipales, utilizaron para presentar a sus componentes: Junto al nombre y a su titulación académica o actividad profesional se destacaba la pertenencia y cargo en una cofradía o hermandad y en una falla o en la junta local. Pensé que alguna empresa, asesora de imagen, les había orientado para así conseguir mejores resultados, pero al ver que, una de ellas había quedado igual que estaba y otra, incluso, había perdido uno escaño, he esperado hasta ahora para ver si, las organizaciones políticas damnificadas por este fraude, demandaban a las empresas de marketing electoral contratadas o dimitían los responsables de tan genial idea.
El tema, para mí, tiene más importancia y merece algo más que un comentario de broma. Creo que merece una reflexión o interpretación de lo sucedido ya que las motivaciones últimas de estas decisiones no creo que lleguemos a conocerlas. Tengo la sensación que las organizaciones políticas que diseñaron estas presentaciones actuaron como quienes planifican una batalla contra los enemigos y, ante la debilidad de sus cuadros, necesitaban vestir con el ropaje de los dos grandes colectivos que existen en nuestra ciudad y que, no solo han tenido y tienen vida propia sino que pueden o han podido tener una gran influencia social entre la ciudadanía, resultando fácil utilizarlas en beneficio de la candidaturas en apuros, sin tener en cuenta la evolución y la madurez del electorado, la autonomía e independencia tanto de las personas cofrades como de las falleras y falleros.
Aunque si repasamos algunas mociones presentadas en la anterior legislatura y el papel que se puede jugar desde cargos de responsabilidad con firma para dar subvenciones, creo que en estos curriculums, tan casposos y trasnochados, ha podido influir un abuso de confianza por recoger los votos de quienes se les ha hecho creer que era mejor votar a quienes te dan de comer o que decían que te darían, sin pensar que la mayoría del electorado separa muy bien las actividades asociativas de las competencias de la gestión pública y ya no vota, para elegir a las personas responsables municipales, ni con la cruz ni con la flama sino con la cabeza. Me siento orgulloso de esta ciudadanía y la felicito porque no se deja comprar por nadie que tenga la obligación de trabajar por toda la colectividad y de administrar bien el dinero de de todas y de todos y no solo de quien firma los talones y de sus amistades. En otros tiempos, esto puede ser que funcionara pero, por suerte, ahora, no.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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És evident. Tenim el que ens mereixem
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