Teresa Gamino ha escrito su primer poemario destinado a explicar las emociones que una persona puede experimentar durante su vida
Todos las personas enfrentan situaciones en la vida que pueden ser representadas por luces y sombras. Las luces son los buenos momentos que tiene la vida, ocasiones alegres y lecciones prácticas que uno entiende. Las sombras son las épocas malas, donde las cosas no salen bien y donde las emociones no consiguen superar barreras “aparentemente” infranqueables.
Teresa Gamino ha escrito su primer poemario destinado a explicar las emociones que una persona puede experimentar durante todo el proceso de la vida. Los buenos y malos momentos construyen la existencia de cada individuo, saber cómo hacer frente a todo tipo de obstáculos es fundamental para edificar en vertical, en positivo, y desarrollar un espíritu de superación muy necesario para hacer frente a los hechos, para conseguir vivir con alegría.
Características del poemario
El tema central del libro es el amor. El amor a las personas que uno quiere y a la oportunidad de vivir la vida. Las sombras nunca son eternas, siempre existen luces que iluminen el camino de todo individuo. Encontrar estos espacios de claridad es la función de cada renglón escrito por Teresa.
Las sombras pueden ser muy profundas, como cuando uno tiene que hacer frente a la pérdida de un ser querido, y al vacío que éste deja en la vida de cualquiera. Sombras son las marcas que deja el maltrato físico y emocional en una persona, resultan como un hondo pozo en el que un tirano obliga a adentrarse.
La Editorial Vive Libro Poesías ha editado el libro de Gamino. La edad no es un impedimento para reconocer la calidad, y calidez, de los escritos. Las palabras cargadas de realidad y sentimiento son muy necesarias en la sociedad actual.
Luchar por las personas que uno quiere puede resultar ser un motor de propulsión muy potente. Cuando uno cree no poder superar ciertas situaciones, acordarse de quienes uno más ama y valora, puede derivar en encontrar fuerzas de resistencia en lugares insospechados por uno mismo.
Lecciones para la vida
Las situaciones antes comentadas, son ocasiones de dolor inmenso en las que una persona puede sumirse en el más hondo de los agujeros.
La pérdida de un ser querido. La mayoría de las personas conocen lo que esta situación significa. Aunque todos hemos perdido a un familiar, o un conocido, la privación de la compañía de las personas más apegadas (un cónyuge, un hijo/a, un padre o una madre, un hermano/a y un amigo íntimo) son las que más daño dejan en el corazón de uno. Y es que los efectos que tiene la desaparición de un ser especial pueden ser devastadores.
Las fases que uno pasa, mientras los días post pérdida avanzan, pueden desorientar de por vida a cualquiera. La inestabilidad emocional es una sombra profunda dispuesta a devorar la integridad de toda persona, pero en estas ocasiones el amor es uno de los antídotos más eficaces. Pensar en el amor que el resto de seres queridos vivos aún mantienen por uno, y en lo importante que es mantener el amor propio para superar toda prueba, contribuirá en gran manera a descubrir los destellos de luz en los lugares más recónditos.
El maltrato es una lacra de la sociedad. No es algo nuevo, pues acompaña a la humanidad desde épocas innumerables, prácticamente desde los inicios de la vida. Pero en la actualidad, escritos como los de Teresa, sacan a la luz y denuncian este tipo de acciones.
La denuncia es el primero de los pasos, pero no es el único. Encontrar el camino de regreso implica borrar los mensajes de inutilidad que los golpes físicos y mentales han intentado marcar en el cuerpo y alma, de los que han sido víctimas. Ser fuertes, y creer en el valor de uno mismo, es la luz que conduce para alcanzar valores elevados de autoestima.
La vida está llena de luces y sombras, pero el camino es transitable y todos los obstáculos son superables.
Añadir un comentario