La soledad del estudio
José Goig del Poyo, in memóriam
En lo mejor de lo peor...
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La semana pasada vino marcada por bastantes noticias de relevancia, tanto en la comarca como en nuestra ciudad. No obstante, a nivel personal, me llegó muy a fondo la pérdida del pintor José Goig del Poyo.
Una llamada de Bernat Montagud me dio el mazazo: “ha fallecido Pepe Goig”. En la edición de la noche publicamos el obituario y una entrevista retrospectiva que llevamos a cabo en su estudio.
Conozco a José Goig del Poyo desde mi adolescencia. Era un hombre para el que no existía la precipitación; su habla, sus gestos, su presencia y hasta su ánimo eran siempre sosegados. Era un poeta sin quererlo ser…
Pintar tantas cúpulas de templos con pasajes bíblicos fue, quizá, el motivo de ese remanso de paz que transmitía. Me quedo con esa sensación.
En tu estudio, hoy, mucha soledad, los pinceles te van a echar mucho de menos; la fragancia de pintura, aguarrás y trementina tardará mucho tiempo en desaparecer. Gracias, Pepe, tú sabes por qué…
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Gracias al Seis Doble y particular al amigo José Ramón por su particular homenaje a Pepe Goig: sus pinturas. Si la pasada semana tras el fatal evento recuperarste la conversaciónen su estudio, ahora lo son sus pintura con un bello fondo musical. Quienes en vida nos honramos con su amistad ahora tebemos en consuelo de sentirle vivo y dialoga con sus obras. Cada una de ellas tiene tras sí una anecdota humana. Yo las contemplo cada mañana en la pared frontal de mi pequeño despacho en la ciudad que tras mi jubilación, desde hace unos años resido. Hecho de menos algunas cosas de Alzira. entre ellas el ver pasaeando a Pepe por la Plaza Mayor a la salida del instituto . Y como premios mayores las charlas en su estudio . Para colmo, el placer inmenso de verle pintar al natural en los jardines del rey don Jaime rodeado de alumnos que admiraban su maestría. Alzira rotuló con su nombre una calle y le ninguneó la insignia de oro, otorgadas en la víspera de San Silvestre, pero le otorgó el mayor de los galardones a los que puede aspirar un artista: su legado en infinidad de hogares alcireños. Ahora y siempre, ante cada cuadro tiene el recuerdo afectuso de un amigo. Reitero, Pepe Goig es un pintor auténtico, de sólido oficio y gran pasión por inmortalizar la ciudad y sus entornos. No alcanzó en vida un mayor reconocimiento por su intachable humildad. Descansa en paz amigo.
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