

Artículo de opinión de Xavier Cantera
Al vivir más años y con las capacidades más activas, se pueden potenciar nuevos roles para las personas mayores
Una opinión más
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Pero las personas mayores no solo exigimos derechos, también reconocemos las ventajas económicas de cuidar, atender, potenciar la vejez activa y la máxima autonomía de las personas mayores, jubiladas, pensionistas o de quienes están en situación de dependencia. Es lo que se llama la "economía de plata". Esta, responde a una gran demanda de productos y servicios nuevos, o no tan nuevos, para la atención de las personas mayores que, además de cumplir con la obligación social de cuidarlas, pueden suponer un beneficio económico con la creación de puestos de trabajo.
Todo comienza con la toma de conciencia de las nuevas exigencias y necesidades que demandan las personas mayores en cumplimiento de las leyes que emanan de la Constitución: ("promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.) sobre todo, de la Ley de la Dependencia, en la cual se reconoce el derecho subjetivo a ser atendido y ayudado para realizar las acciones básicas de la vida diaria pero, sobre todo y principalmente, a mantener la autonomía personal en el máximo grado y durante el mayor tiempo posibles siendo y ejerciendo como ciudadanía de primera que son.
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En segundo lugar, esto nos ayuda a activar el compromiso de las misma personas mayores en hacer todo lo posible por buscar una vejez activa que les impida ser personas dependientes antes de tiempo, evitando así la institucionalización en residencias y hospitales, al mismo tiempo que se participa activamente en las políticas sociales públicas o en otras iniciativas empresariales privadas. Además de ofrecer nuevos yacimientos de puestos de trabajo y de posibles propuestas empresariales responsables, se ayuda a cambiar la percepción, aún generalizada, de que las personas mayores son una carga solo para las familias, cuando en realidad es toda la sociedad quien debe corresponder, agradecida por toda una vida ya entregada. De esta forma se potencian también nuevos modelos de convivencia inter generacional, educando y descubriendo otros modos de diálogo entre generaciones al superar la injusta valoración de que las personas mayores no sirven para nada, estorban o son "sujetos a desechar". Por lo cual, con esta positiva valoración, al vivir más años y con las capacidades más activas, se pueden potenciar nuevos roles para las personas mayores, ofreciéndoles oportunidades de trabajo voluntario en las que compartir su preparación y experiencia con las generaciones más jóvenes, con lo cual, también nos ahorramos algunos gastos.
Muchos países van delante de nosotros en este tema, pongamos las pilas porque estas generaciones de mayores van aumentando y vienen para quedarse más tiempo. Dentro de 15 años residirán en España 11,7 millones de personas mayores de 64 años, tres millones más que en la actualidad. Y esta cifra se incrementaría a los 14 millones en 50 años. En 2066 una de cada tres personas españolas tendrá más de 64 años, según las previsiones del INE. Todo positivo si, a la obligación social, le sabemos sacar partido humanitario y económico.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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