

Artículo de opinión de Xavier Cantera
"Hasta que la Iglesia Católica no haga totalmente las paces con las mujeres y pierda, de verdad, el miedo a la fraternidad y sororidad, no habrá igualdad de género"
Una opinión más
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En estos tiempos que tanto se habla de la deseada igualdad de mujeres y hombres, de la justa paridad en las listas electorales, en los cargos importantes y de responsabilidad ya que ellas son el 50% de la humanidad y, sobre todo, son personas, he querido, con ocasión de desfilar por nuestras calles durante esta semana los pasos de la Pasión, pasar lista o hacer un recuento de las actrices y de los actores de reparto que intervienen en esta memoria histórica, en la que solo hay un protagonista llamado Jesús, recogida en la Biblia y representada anual y tradicionalmente por medio de los traslados, los doseles y de la Procesión del Viernes Santo.
Es necesario hacer dos observaciones: La mujer no era precisamente un ser valorado, entre los judíos, sino más bien era considerado como de tercera categoría o menos. Se tenía conciencia, en aquella sociedad patriarcal y machista, de que la mujer era solo una ayuda que debía mantenerse siempre sometida y algo mucho peor, se le consideraba como propiedad del hombre, de tal manera que la mujer fuera de la casa no existía. Y la otra observación que considero precisa es tener en cuenta que los Evangelios no son crónicas periodísticas ni relatos minuto a minuto sino más bien lecciones catequéticas, escritas 30 ó 40 años después de haber sucedido los hechos, para adoctrinamiento de las primeras comunidades cristianas. Al hacer las listas comparativas de las actrices y de los actores de reparto que intervinieron, según los documentos catequéticos, en las escenas de la Pasión, aparece un significativo cambio que refleja lo sucedido en las primeras comunidades cristianas a favor de la igualdad de género, aunque la doctrina y la práctica de la Institución eclesiástica, siempre arrimada al poder establecido y patriarcal, se fuera alejando a pasos agigantados de esta primitiva doctrina basada en la fraternidad, y por lo tanto en la igualdad, de todas las personas, revolucionaria para la tradición judía.
En mi recuento, aparecen seis mujeres nombradas y siete hombres señalados nominalmente, pero uno de ellos para desgracia del mismo, Judas, se pasó al enemigo. En este caso hay paridad de mujeres y hombres de bien, la cual es muy importante ya que los escritos eran catequesis también dirigidos a personas judías educadas en el más absoluto machismo. Pero hay otra lista de los que se llaman, en la filmación de las películas, "figurantes", que tienen mucha importancia ya que colaboran en hacer la escena real y el entorno creíble. En este caso, las mujeres que no aparecen con su nombre son cinco pero también aparecen formando varios grupos, cosa muy importante por ser una señal de que fueron consiguiendo presencia en la calle hasta el final de la Pasión y representación en las primeras comunidades, fuera de casa y sin el marido. Y los hombres no nombrados explícitamente son también 5, pero no aparecen en grupos ni haciendo un seguimiento incondicional de lo que sucede ni como figurantes en los momentos más importantes de la filmación, excepto Juan. Más bien se da a entender en el guión neotestamentario que, o se duermen o niegan ser amigos del protagonista o se esconden por miedo a sufrir la misma suerte del Crucificado. Estoy convencido de que hasta que la Iglesia Católica no haga totalmente las paces con las mujeres y pierda, de verdad, el miedo a la fraternidad y sororidad, no habrá igualdad de género en el mundo, dada su potente influencia en la sociedad, pero tampoco su doctrina será creíble ni su práctica convencerá.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Javier cuando cambien los párrafos de la Biblia, puede que se haga realidad. Y Dios creo de la costilla de Adan a la mujer. Y yo digo: Y Dios creo al hombre de la costilla de Eva. Y Eva dio de comer a Adan de la fruta prohibida. Y yo digo: Y Adan dio de comer de la fruta prohibida a Eva. La cabeza es el hombre de la mujer y ella sus pies, así que el machismo existió, existe y existirá siempre, hasta que nos vayamos a la eternidad.
Que le pregunten a José (el carpintero, padre putativo de Cristo) a ver qué opina.
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