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Reflexión positivaArtículo de opinión de José Palacios
“Crítica sí, pero con actitud positiva y ello en favor de nuestra ciudad y de sus ciudadanos”
Durante un determinado tiempo me he dedicado a reflexionar sobre mi actitud personal en temas que afectan a la sociedad española, valenciana y ¡cómo no! alzireña, así como pensar, escuchar y dialogar con gentes mayores o jóvenes y de diverso status social, político, religioso, cultural y festivo.
Ha sido para mí una lección de humildad, porque uno reconoce sus deficiencias u errores y más cuando sus impresiones las escribe y publica en un medio informativo, en este caso por delicadeza de Las Provincias, que siempre ha respetado mi libertad. No obstante, también ha sido para mí una lección el palpar que muchas opiniones de alzireños son objetivas y tienen un carácter constructivo, mientras que otras se hallan condicionadas y el dialogo resulta difícil y poco positivo.
Ahora bien, hay conclusiones, en las que, en general, existe coincidencia, como puede ser el desempleo que agobia a millones de personas y que no perciben brotes verdes: el más de un millón de familias que viven en el umbral de la pobreza; la inseguridad ciudadana; el incremento de la delincuencia infantil; el desprestigio de la clase política, salpicada por las prebendas, corrupción y la falta de medidas serias, adecuadas y valientes, aunque sean impopulares, para salir de la crisis; la paralización de muchas industrias grandes, pequeñas o familiares y de la obra pública por falta de financiación; la problemática de los autónomos; dudas en muchos aspectos de la enseñanza. Triste panorama, que afecta no solo a la economía, sino también al ambiente familiar y ello es grave porque incrementa la crispación social.
Todo ello puede apreciarse con facilidad si verdaderamente existe interés en obtener, sin tapujos, un diagnóstico real, visto el cual habría que tomar decisiones sin la mirada puesta en futuras elecciones, sino única y exclusivamente en la búsqueda del bienestar del ciudadano y ello con carácter urgente y fundamental en la situación actual, que puede alargarse más de lo previsto.
Esta reflexión con los cambios de impresiones efectuados puede y debe aplicarse a nuestra ciudad. Hemos perdido bienestar social, difícil de recuperar; la crisis ha paralizado proyectos y obras públicas y privadas, no ha mucho previstas y que hubieran creado puestos de trabajo; hay indigencia y ello se puede apreciar en calles y, sobre todo, en las colas ante Cáritas de las diversas parroquias; familias sin salario alguno y que tienen que recurrir a sus progenitores para atender necesidades perentorias o a la hipoteca.
He afirmado, en más de una ocasión, que siempre precisamos y más en la crisis actual, de buenos gestores del erario público, más que de políticos. Debo reconocer, aunque soy consciente de que no será compartido por pocos o por muchos que, a pesar de la situación actual, que nos ha sumergido en una deuda pública alarmante tanto a nivel de gobierno central, como autonómico, que nuestra alcaldesa con su equipo y creo que también con alguna colaboración de la oposición, estamos recibiendo subvenciones que ayudan a realizar determinadas obras o restauraciones que con los impuestos de los alzireños no hubiéramos podido lograr.
Es necesaria la crítica constructiva, pero también el reconocimiento a un trabajo y a un esfuerzo en circunstancias non gratas. Crítica sí, pero con actitud positiva y ello en favor de nuestra ciudad y de sus ciudadanos.
No me olvido del desarrollo del Polígono Industrial El Pla tan necesario para Alzira, ni de las dificultades financieras del Centro Comercial Vilella.
José Palacios Boquera
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Muy acertado tu artículo, José.
Coincido en que, más allá de las ideas políticas de cada uno, debemos reconocer cuando el Ayuntamiento lleva a cabo correctamente su labor gestora. Especialmente en estos tiempos con la caida de recursos que todos conocemos.
Hay que criticar cuando algo no va bien, pero procuremos siempre que nuestra crítica sea constructiva: No busquemos culpables, sino soluciones. Valoremos todo lo que Alzira ha mejorado en los últimos años, y al mismo tiempo luchemos entre todos por un futuro mejor.
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