Por un momento los niños se convirtieron en sabios y los adultos en niños revoltosos
Más allá de las inevitables connotaciones políticas, la comunidad escolar renovaba su sangre. Sangre juvenil que discurre por las venas de estos grandes pequeños que despiertan al baile social. Es importante que sean conscientes del valor de su participación. De lo valiosa de su función en el presente y lo imprescindible en el futuro. Es importante despertar para estas niñas y niños. Somos una especie en ocasiones hostil, en ocasiones pacífica. Una especie que aprende, que habla y escucha. Unos seres fascinantes, que moldean un mundo, como nosotros lo vemos, como nosotros lo hacemos, como nosotros lo soñamos.
Cada una de las niñas y niños daba una proclama dentro de su función: Participar, solucionar problemas, transmitir inquietudes, motivar a los padres, resolver los problemas medioambientales cuantas y cuantas buenas intenciones. Estoy convencido de la intención. Y por un momento los niños se convirtieron en sabios y los adultos con nuestras cámaras de fotos, sonrisas e inquietudes en niñas y niños revoltosos.
Estos dueños del mundo del futuro, hoy aprenden un paso más. Un pequeño paso para las familias, pero un gran paso para nuestra aldea. Nuestra aldea global.
Paulo Freire decía "La Educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo".
Este es el objetivo. Por eso el empeño más noble del ser humano no es solo pretender cambiar las cosas para mejor, sino educar, sembrar. Cautivar a otros para que con su ayuda las cosas cambien. No tiene sentido alterar las cosas si tras el cambio no se cuidan.
Es más importante la labor del sembrador que la del jardinero. El sembrador prepara el futuro. El jardinero solo poda y cuida el presente. Estas niñas y niños son la semilla del futuro. Mañana germinarán e inundaran el mundo con sus verdes hojas; con la suave nube de sus sueños; con la esperanza que da mirar el mundo con una mirada limpia y nítida. Nos darán vida con el arco iris de sus sonrisas. Regarán con la fértil lluvia de sus lágrimas la yerma tierra para transformarla en frondosa pradera.
Niñas y niños, no tengan miedo, pasen a ver la función en el circo de la vida. Pasen y vean, están invitados. Hoy será como un juego. Cogidos de la mano.
Mañana todo será vuestro, cuidadlo, pues lo que no se cuida se pierde y hay mucho, mucho ganado. Ese es vuestro legado.
Rafael Clari
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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