Con neumáticos desgastados, los riesgos de "aquaplaning" y las distancias de frenado aumentan
Los neumáticos constituyen el punto de contacto entre el vehículo y la carretera. La zona de contacto con el suelo corresponde aproximadamente a una tarjeta postal.
¿Por qué se desgastan los neumáticos?
Las condiciones de utilización (velocidad, estado de las carreteras, calor...) conllevan una degradación progresiva del dibujo de los neumáticos.
El deterioro debido a un inflado excesivo o insuficiente es irreversible y puede suponer incluso, la destrucción del neumático.
El equilibrado elimina los efectos de las vibraciones de las ruedas. No equilibrar supone una pérdida de comodidad de conducción, un desgaste prematuro y una fatiga en los soportes de los elementos de suspensión y dirección.
La válvula se deteriora a raíz de la acción de la fuerza centrífuga. Es un elemento que contribuye a la estanqueidad del neumático y, por lo tanto, influye en su duración.
Unas cotas incorrectas de geometría en los ejes pueden perjudicar el comportamiento en carretera del vehículo y por tanto su seguridad, pudiendo llegar a provocar, si están fuera de las cotas del fabricante, un desgaste prematuro de los neumáticos.
¿Cómo detectar unos neumáticos desgastados?
1. Alteraciones en la banda de rodadura
Deformaciones locales, cortes, desgaste anormal, son algunas de las razones para sustituir de forma urgente los neumáticos. La profundidad mínima legal del dibujo es de 1,6 mm. Para mantener el nivel de seguridad de su vehículo, se recomienda cambiar los neumáticos incluso antes de llegar a este límite.
Con neumáticos desgastados, los riesgos de "aquaplaning" y las distancias de frenado aumentan.
Fuertes vibraciones, la tendencia del vehículo a desviarse de forma brusca a la izquierda o a la derecha, alargamiento de las distancias de frenado.
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