Información ofrecida por Mireia Clínica Dental
Lo vimos por primera vez en un campo de golf y se volvió un complemento habitual en el baloncesto estadounidense. Sin embargo, no le prestamos demasiada atención hasta que saltó al terreno de juego nacional de la mano de uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos. ¿Qué era eso que llevaba en la boca y para qué servía? ¿Es cierto que mejoraba su rendimiento?
Para entender cómo estos dispositivos pueden influir en el deportista es fundamental que distingamos si estamos hablando de algún tipo de férula o tan sólo de un protector bucal, ya que estos últimos “no protegen del apretamiento o del bruxismo, ni reposicionan la posición de la mandíbula”, tal y como afirma David Herrera, patrono de la Fundación SEPA (Fundación Española de Periodoncia e Implantes Dentales). Esos sí, son muy recomendables para la práctica deportiva por su gran beneficio preventivo. “De hecho, en un estudio realizado sobre casi 300.000 deportistas se detectó que el riesgo de daños aumentaba en 1.86 veces en aquellos que no lo utilizaban”
¿Influye en los resultados?
Las llamadas férulas de descarga o reposicionamiento, en cambio, sí que cumplen una función más allá de la puramente preventiva. “Permiten al deportista conseguir una posición de oclusión de los dientes adecuada, al menos durante la práctica deportiva”. Tal y como se ha comprobado, esto repercute considerablemente en el rendimiento deportivo, ya que “puede incrementar la fuerza muscular y mejorar el equilibrio postural, lo que reduce el riesgo de lesiones y mejora el rendimiento”.
Además, junto con las caries, el bruxismo y los problemas periodontales son los más comunes entre los deportistas, por lo que las férulas pueden ser de gran utilidad a la hora de prevenir y paliar sus consecuencias. “Reducen los efectos nocivos del apretamiento, que afectan tanto a los dientes, ya que sufren importantes desgastes; a las encías, pudiendo aumentar la velocidad de la progresión de la periodontitis en la que se destruyen los tejidos que sujetan a los dientes; y a la articulación que une la mandíbula con el cráneo”.
Por lo tanto, sin lugar a dudas, tanto los protectores como las férulas son muy recomendables, no sólo para deportistas de élite sino para todo tipo de personas. Y no sólo eso, sino que debido a la creciente importancia que se le está dando a la salud bucodental como parte clave en el rendimiento, cada vez los veremos más en todo tipo de terrenos de juego.
Olalla Uriarte
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