

La única preocupación parece ser arruinar a las clases medias y a las pobres dejarlas bajo un puente
En el día del sorteo de Navidad del martes habría que pedir un poco de suerte a este país, donde la única preocupación parece ser arruinar a las clases medias y a las pobres dejarlas bajo un puente, ya no digo lo que está ocurriendo con nuestros jóvenes; la mayoría en paro, sin ninguna ayuda ni para unos zapatos. Parados y sin perspectiva de mejora ni se creen nuevas fórmulas para incorporarlos a la vida laboral, siendo ellos los únicos que pueden tirar del consumo, ya que representan la única forma de que el consumo suba y se creen nuevos puestos de trabajo, ¿quién va a comprar un piso, un coche, electrodomésticos, casarse o tener familia? La respuesta es clara: nuestros jóvenes. Ellos necesitan todo, si se casan necesitan ayudas para sus hijos, escuelas públicas, libros gratis, sanidad pública, incentivos económicos por cada hijo… todo esto muchos países europeos lo tienen asumido, son inteligentes; es la única manera de que un país no se quede lleno de ancianos.
La realidad es todo lo contrario, ya no digo el día a día que aparece un nuevo imputado dando una imagen a las personas que un día depositamos nuestra confianza en gestionar el destino del país. Tan cruda como al ir a recoger a mi hija que venía, como no, de Londres y no de un viaje de placer. Sí, lo que estas pensando, estará unos días con nosotros y vuelta a su trabajo, lo doloroso que resulta para todos los padres que en Manises esperábamos a nuestros hijos. El avión venía lleno de valencianos, todos jóvenes, que también han salido por patas de este descalabro de país. El comentario era unánime, mi hijo arquitecto allí esta, mi hija bióloga, enfermera, médico, etc.
Todos coincidimos en una cosa, os perdonaremos por vuestra labor indecente, pero no olvidaremos, estamos impacientes a las nuevas votaciones, ni padres, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos se olvidaran ese día.
Os deseamos la misma suerte que están teniendo nuestros hijos: en el extranjero y trabajando.
Después de un año las urnas han hablado, cambio, sin prisa pero sin pausa.
El millón ochocientos mil emigrantes, muchos de ellos jóvenes súper preparados junto con los casi 5 m de parados, observan con ansiedad los pasos que se están dando por un país justo, donde todos podremos vivir.
En estas fiestas siguen sin cobrar un euro la mitad de los parados, dejados en la pobreza, así como a los casi 70 jóvenes que diariamente abandonan el país en busca de trabajo digno.
Ricardo Naranjo
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Dos palabras sobre este tema verídico
El día que venga un ángel venido del cielo, y ponga orden a este mundo, como gobierno, al ser el pan bien repartido, para todos los españoles que aquí en esta nación vivimos, se terminará la mala suerte de este país. Empresarios de fabricas se necesitan, y no hacerse tan ricos, dando mejores salarios al trabajador, solo un hogar se necesita para vivir, y tienen apartamentos, chalets varios cerrados, sin en ellos todo el año vivir, y el trabajador sin poder hacerse un hogar, y si se lo hace empeñado media vida estará. Un medico no es mas que un paciente, un abogado mas que un obrero español, un electricista no es mas que un carpintero, un mecánico no es mas que un albañil, y así sucesivamente. El paciente necesita del medico, pero no olvidemos que el medico también necesita del paciente para vivir, el carpintero necesita del albañil, y el albañil necesita de un carpintero, necesarios son para crear un hogar confortable para bien vivir. Necesitan de barrenderos, los señoritos que con las maletines en la mano, con trajes y corbata, caminan todos los días, para ir a sus oficinas, limpias las calles, por esas escobas en manos que lleven esas humildes callosas manos las escobas sin hacerlo solo las maquinas limpiadoras. Así un sin fin de trabajadores, que con gran injusticia, siendo todos necesarios en nuestras vidas, cobran miserables sueldos, y otros sobrándoles y tirando los dineros, comiendo en buenos restaurantes y muchos no tienen un pequeño hogar para hacerse un cocido en el fuego. Los gobiernos con los dineros de los ciudadanos malgastan ese dinero, haciendo monumentos y muchas cosas innecesarias, despilfarrando ese dinero que tanto al pobre trabajador da para beneficiar su pueblo. Calles como toboganes sin asfaltar, luces en muchas calles que para bien caminar de noche y no tropezar una pila tienes que llevar y otras calles bien alumbradas están. Pasos de cebra necesarios semáforos viejos deteriorados y muchas veces no van así un sin fin de cosas necesarias para el pueblo y lo adornan con grandes y raros monumentos que ni siquiera sabes lo que esta adornando el pobrecito y enfermo pueblo. Los medicamentos sin ser gratuitos y los pobres trabajadores o jubilados tener que pagar por algunos medicamentos que no entran en la seguridad social. Si te se caen los dientes por la vejez si quieres bien comer tienes que pedir un préstamo al banco para poder comer bien, si tienes la vista cansada por los años ya deteriorados esos ojos tienes que sacar de donde sea para pagar esas gafas tan cesarías para poder ver. Y el gobierno siguiendo malgastando ese dinero que hasta el mas anciano tiene que pagar sus impuestos todos los años. Y los políticos peleándose por gobernar su partido ¡Ángel de la guarda, dulce compañía, no nos desampares ni de noche ni de día!
Esto no se arregla ni en las urnas. Hemos consentido este maltrato durante años y lo seguimos consintiendo. Así que ánimo, ánimo y paciencia porque esto no tiene pinta de que vaya a cambiar.
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