De lo que se trata es de dar un giro al concepto de turrón y de convertirlo en una pieza de decoración para la mesa navideña
La Pastelería Llopis de Alzira pone a la venta, desde hoy, una serie de turrones que son un espectáculo, tanto para la vista como para el gusto. De lo que se trata es de dar un giro al concepto de turrón y de convertirlo en una pieza de decoración para la mesa navideña.
Son siete sabores para todos los públicos, a ver cuál de ellos más bueno. Los niños y los mayores gozarán rompiendo su delicada decoración en chocolate y quedarán fascinados por sus interiores tan variados como placenteros. Sabores que van desde el praliné crujiente, marca de la casa, hasta el praliné de almendras o el de avellanas con cookies. Y seguro que los turrones de crema catalana o de vainilla también gustarán a todos y a todas. Como novedad, una suave mezcla de piñones y naranja en un finísimo turrón decorado con un lazo de chocolate.
Siete razones más para acercarnos, como todas las Navidades, al local situado en la calle Faustino Blasco de Alzira. Que los disfruten.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
No, no puede ser una pieza de decoración, mejor dicho es una tentación. ¡Que ricooo!
:- ) ¡ Ya era hora ! que dulce sabrán aquí los comentarios... (aquí si que va a ser difícil sacaros del tema, sobretodo por la buena pinta que tienen estos turrones)
¡Qué cosa más bonita! Pero, si va a dar pena comerselos. Feliz Navidad a todos.
¿ Pena ? yo no me puedo resistir, jaja quiero que me regalen uno!!!!
Enhorabona a la pastiseria Llopis per la seua proposta .
L´innovaciò i el treball de calitat de les nostres empreses son un camì per poder
eixir millor de la crisis.
Molta sort i Bloc Nadal!
Sabes que me vuelven loco tus hojaldres salados. Paco, Sagrario y vuestro equipo de colaboradores ¡sois unos artistas!
Sí, la verdad que los dulces tienen buena presencia y estarán muy buenos pero ¿y el precio que tienen? ¿Serán caros?
Porque a la vista de un Ferrari, por ejemplo, cualquiera puede babear pero no está alcance de todos, ni mucho menos... Y más los tiempos que corren actualmente.
No sé, no sé Benito. No es lo mismo un turrón que un Ferrari. Yo un Ferrari ni lo sueño, pero un par de turrones de estos ¿por qué no? Yo lo único que sé es que el año pasado cargué con una oferta de turrones en una gran superficie y en verano aún nos quedaban porque era todo más de lo mismo. En definitiva quiero decirte que me salieron caros. Visto lo visto aquí, igual este año compro mucho menos y me traigo para casa alguno de estos (se me han ido los ojos al del muñeco de nieve). ¿Es de chocolate blanco?
Mª Teresa, yo creía que el ejemplo se entendería... en fin. De todas formas muy aguda al saber diferenciar un turrón de un Ferrari.
¡ Benito que poco espíritu navideño ! Si por ti fuera yo creo que quitarias hasta la navidad como los de ERC.
- Que van a costar quatre turrons ?
- Pues quatre gallets, home!
Hace mucho tiempo ya que el espíritu navideño ha dejado de ser familia y convivencia para ser gastar y gastar. Nos venden el espíritu navideño.
No necesito ni turrón, ni navidad ni pertenencias efímeras para ser feliz. ¿Toda vuestra felicidad se reduce a pasar la targeta de crédito?
Pues a mi me gusta ver a los niños con la ilusión, esperando que vengan los reyes magos ¡ Que recuerdos! Y encima con estos dulces tan ricosss.
Tarongeta, es que la Navidad sin niños ya no sería Navidad ni nada conforme está todo. Yo creo que no existiría.
Enhorabuena a la Pastelería Llopis por estas obras de arte.
Para nochebuena tarongeta... turrones de estos que te convidaré, tienen muy buena pinta ¿verdad?
Siiii !!!!! Que ricos, graciesss Anónimo.
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