Artículo de opinión de José Palacios Boquera
Se necesitan ayudas sociales para trabajadores y parados, pero también para los que pueden crear puestos de trabajo, porque habrá mayores cotizaciones a la Seguridad Social
En cualquier medio informativo se transmite a toda la ciudadanía la propuesta sindical, apoyada por el Gobierno, de la necesidad de mantener los derechos sociales y laborales de los trabajadores, el incremento de las pensiones más bajas, alargar el plazo del subsidio de los parados y diversas ayudas. Ello es corroborado, en parte, no faltaría más, por el que esto escribe. No obstante, observo que no se habla en demasía de un tema tan importante como la productividad en las empresas, el recorte presupuestario para la generación de activos de I+D+I, tan necesarias e imprescindibles para poder mantener estos derechos o ayudas sociales; ni tampoco se habla de las dificultades que están sufriendo las pequeñas empresas y los autónomos, que en España son los que crean un porcentaje muy elevado de puestos de trabajo; ni tampoco se habla del abandono de ayudas y de la falta de regulación de nuestra agricultura, que, con gran sacrificio, tanta riqueza y bienestar ha producido y que ahora el beneficio, si lo hubiere, no lo reciben los agricultores, sino intermediarios y grandes superficies.
Digo esto porque ningún Gobierno del color político que sea, podrá mantener derechos sociales y laborales, ni otras ayudas, a base de deuda pública casi única y exclusivamente, porque, en este caso, hipotecará a la actual y a las futuras generaciones, a la vez que demorará o no será posible salir de la deflación, en la que nos encontramos. Tampoco es solución el incremento de impuestos, porque, en las circunstancias actuales, una gran mayoría no podría atenderlos y, podríamos, llegar a un malestar todavía más generalizado, que resultaría lamentable y de circunstancias económicas incalculables.
Por ejemplo, en la actualidad, la gasolina sufre un impuesto del 52% y el gasoil del 45% sin contar el I.V.A. y precisamente son productos a encarecer con más impuestos, cuando muchos necesitan el coche no por placer, sino para su trabajo habitual. Otros impuestos los van a sufrir la clase media trabajadora a través de su nómina o sus pequeños ahorros. El Gobierno no puede escuchar sólo a los sindicatos, sino también a los empresarios y a la oposición, y más si se pretende poner medios para salir de la deflación, adaptar la legislación al siglo XXI y acoplarnos a la actitud de la Unión Europea. Considero un error que determinados miembros del Gobierno descalifiquen verbalmente al empresariado, tal y como se ha llegado a decir que “hay empresarios que hacen política y no crean riqueza”. Puede ser cierto en algunos casos, pero no olvidemos a destacado miembro de un sindicato que parece que siempre que habla estamos escuchando a un miembro más del Gobierno.
He dicho y reitero en la necesidad de un pacto de Estado. En las actuales circunstancias un Gobierno no debe volcarse al criterio de una de las partes y aparcar a las otras, sino gobernar con altitud de criterios y con holgura parlamentaria y para ello qué mejor que aunar esfuerzos, aunque no sea tarea fácil. La oposición debe mantener posturas abiertas al dialogo y a la búsqueda de soluciones, aunque en ocasiones, unos y otros, deban ceder en algún punto de su programa electoral o criterio. El periódico francés Le Monde dice: “España está sumida en un círculo vicioso”. Si fuese cierto, hay que esforzarse para salir de él.
Apoyo a los autónomos, las industrias y los agricultores
Hay que apoyar a las empresas industriales, agrícolas y a los autónomos, para que no procedan a despidos o cierren sus puertas y, de este modo, puedan crear o mantener los puestos de trabajo y que revitalicen nuestra economía. No son pocos los empresarios que han cerrado la empresa porque las entidades financieras les han retirado o no les conceden créditos y, con ello, les han llevado al concurso de acreedores (lo que antes se denominaba suspensión de pagos) y posteriormente a la quiebra. No hablemos solo de derechos, sino también de obligaciones para todos. Ayudas sociales para trabajadores y parados sí, pero igualmente ayudas para los que pueden crear puestos de trabajo, porque habrá mayores cotizaciones a la Seguridad Social; mayores ingresos por impuestos; menor lista de parados con la consiguiente reducción de subsidios; mayor bienestar en la familia y, por tanto, incremento en el consumo. La confianza del empresariado ha caído en octubre, por la poca demanda.
Por otra parte, es triste contemplar en nuestra ciudad y en otras muchas cómo hay familias que viven en la pobreza y buscan comida por doquier, incluso en lugares desechables y peligrosos para la salud. Es triste contemplar las colas ante Cáritas en distintas parroquias para poder recoger lo que buenamente se les pueda dar y sin fijarse en raza, religión o color. Es triste escuchar ahora, con mayor frecuencia que hace unos meses, que las familias no llegan a cubrir sus mínimas necesidades por falta de ingresos, recurriendo a sus mayores, que con su pensión y pequeños ahorros les ayudan, como mejor pueden. No lo queremos ver, pero hay menor bienestar que hace unos meses y muchos menos que hace un año. La crisis mundial y la propia nuestra nos ha afectado y mucho y es, por ello, la necesidad del esfuerzo de todos, gobernantes, formaciones políticas, entidades financieras, empresariado, sindicatos y el pueblo soberano, para poder vislumbrar brotes verdes esperanzadores.
Un reconocido político decía, no hace poco, que aunque hayamos tocado fondo, se puede tardar en salir de ese fondo si no se toman las medidas adecuadas. En nuestra ciudad deberíamos involucrarnos todos, Ayuntamiento, instituciones, asociaciones religiosas, culturales, festivas, etc. para ayudar a cuantos necesiten nuestro granito de arena. Nuestro compromiso es necesario.
José Palacios Boquera
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Señor Palacios, usted dice que:
"La oposición debe mantener posturas abiertas al dialogo y a la búsqueda de soluciones, aunque en ocasiones, unos y otros, deban ceder en algún punto de su programa electoral o criterio".
¿A qué se debe, según su criterio, a que no lleguen a un acuerdo? Parece ser que todos tienen (o creen tener) la solución a la crisis ¿Por qué no aúnan esfuerzos para tratar de salir de esta situación en lugar de hacer cada uno la guerra por su lado? Si me permite comparaciones históricas, los griegos, enfrentados entre sí, se aliaron contra un enemigo común: los persas. Esa es la solución.
Bajo mi punto de vista también es debido a que tenemos políticos mediocres. No es normal lo que pasa en Valencia con el caso Gürtel, en un país decente esta gente estaría en una mazmorra... pero esto es España. Del mismo modo que no es normal que el ministro de fomento, Pepe Blanco, no tenga unos estudios mínimos acorde al cargo que ocupa. Creo que, en política, hay que tener un mínimo nivel. Bien es cierto que, por ejemplo, Sócrates no sabía escribir y no hace falta explicar quién fue Sócrates pero, evidentemente, no todos son cómo el sabio griego.
Por otra parte, y si siguen así las cosas no descarto cambios muy bruscos a nivel político y ejemplos también tenemos. Por ejemplo, en Alemania, Hitler ascendió al poder con más de 6 millones de parados y unas fuertes sanciones económicas por el Tratado de Versalles y en la Francia revolucionaria pues ya sabemos cómo acabó.
Sea lo que sea lo mejor es que se traguen el orgullo y que colaboren todos juntos. Del mismo modo que lo hacían para luchar contra ETA que lo hagan para luchar contra la crisis... o ya veremos lo que pasa.
Una excelente reflexión la suya.
Me agrada su reflexión. Es cierto que ante una crisis tan grave como la que sufrimos no haya voluntad de dialogo abierto y con valentía para lograr un pacto en beneficio del pueblo y, de modo especial, por los parados, por los que no tienen para mantener a su familia...no pueden, ni deben vivir ignorando la triste realidad de españoles y, en concreto, de alzireños. Mi opinión es que reciben instrucciones de las cúpulas del partido para desgastar al adversario político. No confio en acuerdo o pacto alguno, pero mi obligación moral es insistir. La crisis para España será más duradera de lo que se nos vaticina. En España se está ocultando la realidad por mantener el poder y la oposición no está a la altura de las circunstancias. Como bien dice, el fanático Hitler ascendió al poder democráticamente y por la crisis que sufría el pueblo. Confio en el pueblo español. Habrá que no solo reflexionar, sino actuar. Hablemos y escuchemos los que mantenemos voluntad de que haya mayor solidaridade y justicia. Es muy buenpo cambiar impresiones y escucharnos. Gracias y un saludo José Palacios
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