Artículo de opinión de Popeso Dudando
Si una persona, de media, conoce a unas cien personas, y cada una de ellas, a su vez, a otras cien, y así sucesivamente, resulta que en cinco pasos podría abarcar un conjunto de diez mil millones (casi el doble de la población mundial actual)
Hace unos días, en uno de los escasos programas de televisión que, a mi juicio, merecen la pena, conocí la historia de una ex-azafata de Iberia que, después de irse a vivir a Alaska y de hacerse piloto de Boeing 747, conoció a un piloto estadounidense que, con el tiempo, acabaría siendo su marido. Ella no lo sabía en aquel entonces, pero resultó que el susodicho personaje era hijo del piloto en el accidente en el que perdió la vida Félix Rodríguez de la Fuente, lo cual me hizo pensar en la cuestión de las conexiones entre personas que no se conocen directamente.
Puede parecer una extraña casualidad pero, por lo visto, está lejos de serlo: si una persona, de media, conoce a unas cien personas, y cada una de ellas, a su vez, a otras cien, y así sucesivamente, resulta que en cinco pasos podría abarcar un conjunto de diez mil millones (casi el doble de la población mundial actual). Obviamente, el argumento falla en la práctica por el hecho de que muchos de los personajes comparten un gran número de conocidos. Sin embargo, parece ser que, para un número muy elevado de personajes dados, si se conocen algunos datos tan básicos como la profesión y la ciudad de residencia, es posible encontrar una conexión a través de una media de… ¡sorpréndanse! seis personas intermedias. Ello es posible por la existencia de personajes que disponen de un número de conexiones notablemente alto.
Y sirva como ejemplo el microcosmos de Hollywood. El juego los seis grados de Kevin Bacon, basado en la prolífica carrera profesional de este actor, se sustenta en el hecho de que se puede encontrar una conexión profesional entre casi cualquier actor y Kevin Bacon con un máximo de seis pasos. Yo lo he comprobado con personajes tan ilustres como nuestro Fernando Esteso, y resulta que éste tiene un número de Bacon de tres, es decir, que bastan dos personajes intermedios para establecer su conexión. Si tienen curiosidad, prueben aquí con otros actores de su elección.
Y eso que en el universo de Hollywood hay todavía mejores centros de conexión que Kevin Bacon, como por ejemplo, Sean Connery, Christopher Lee, Rod Steiger, Gene Hackman o Michael Caine. Sin embargo, el juego, por las vicisitudes de su origen, ha quedado indefectiblemente asociado su nombre.
Popeso Dudando
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