Del horno saldrán unos 200 kilos de frutas, “piulets” y “tronadors” de mazapán que los hombres regalarán a sus mujeres más estimadas para seguir con una tradición que se originó con la entrada de Jaume I en Valencia
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Son los dulces más apreciados no sólo por el paladar, sino también por el corazón. Cientos de enamorados regalarán mañana a sus parejas la tradicional “mocadorà”, una bandeja de mazapanes con formas de frutas, verduras y antiguos cohetes que los hombres entregan a sus mujeres más estimadas envueltas en un pañuelo. Esta tradición tiene su origen en 1238, cuando el rey Jaume I entró en la ciudad de Valencia acompañado por su esposa, Violant d’Ungria, y fue agasajado con las frutas y verduras cultivadas en la huerta valenciana.
Hoy, ocho siglos después, el pastelero Francisco Llopis elabora en Alzira los mazapanes más sabrosos de todos los presentados al concurso que anualmente convoca el Gremi de Mestres Sucrers de Valencia. El pastelero alzireño ha ganado el primer premio de la categoría de degustación, en la que competían profesionales de toda la provincia. De su obrador, y después de cientos de horas de trabajo, saldrán estos días cerca de cien kilos de frutitas de mazapán y un centenar más de kilos de “piuletes” y “tronadors”. Se trata de un trabajo totalmente artesanal y muy laborioso. Primero se pesa la bola del mazapán que configurará cada pieza, luego se le da la forma y luego se pinta, una a una, con un aerógrafo, de manera que cada fruta tiene sus propios colores.
A diferencia de las frutas y verduras, que son de mazapán crudo, las “piuletes” y los “tronadors” van rellenos de yema y se cuecen en el horno, cuando se sacan se decoran con azúcar. Estos sabrosos dulces, aunque tienen su origen en los cohetes que comenzaron a lanzarse en el siglo XV para conmemorar la entrada del Conqueridor en Valencia, recuerdan el símbolo sexual masculino y femenino, como señala el pastelero Francisco Llopis. Por eso, y pese a que la mayoría de clientes incluye más cantidad de frutitas que de “piulets” y “tronadors” en las “mocadorà” que regala, Francisco Llopis afirma que los “piulets”, por la yema que llevan en su interior, son mucho más sabrosos.
Tras la entrada de Jaume I, los hombres jóvenes fueron estableciendo la tradición de regalar a su esposa, con motivo de la festividad de Sant Donís y como muestra de su amor, dulces envueltos en un pañuelo atado por las cuatro puntas. “Era una costumbre que sólo se mantenía en la capital, pero poco a poco se ha ido extendiendo por toda la provincia y hoy es una costumbre en auge”, señala Francisco Llopis, quien asegura que cada año se interesan más personas por estos dulces. “Además de muchos hombres que las regalan a sus mujeres, es un regalo que hacen los padres a sus hijas o los hijos a sus madres”, agrega el pastelero.
Pero esta peculiar costumbre también se adapta a los nuevos tiempos y las modas, de hecho son muchas parejas homosexuales las que demuestran a sus parejas su amor con la “mocadorà” o muchos clientes que prefieren acompañar los mazapanes con otros dulces o bombones. Además de los dulces, el pañuelo es el otro elemento indispensable en una “mocadorà” y también las modas marcan estos complementos de seda: “El pañuelo también se cuida mucho, son de los colores o los estampados de moda”.
Mª José Villalba
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
María José està molt xulo l'article
xavi
No se si este Francisco LLOpis, sucrer, siga el mateix ue estudiá en mi, en temps de les Escoles Pies y despues la Academia Xuquer. Quiero creer que sí, que era el que tenía la pasteleria el baixa del pónt de San Bernat, casi o junt als ultramarinos Orts. Si es así o es su hijo los felicito cordialmente, maxime que la ultima vez que estube en Alzira traté de localizarlo apra saludarlo, pues recuerdo tener algunas cosas en común, ideales etc. De TODAS FORMAS FELICITATS, ojala men pogueren ambiar algun mazapans, segur que trencaría la dieta y com molt de gust
No amig Eduardo, en Mexic. Paco Llópis y familia molt volguda, te la sucrería en la casa que va ser la tanda de camisería de Francisco Borrás, al cantó de la plaçoleta de Colón, o Faustino Blasco. Paco procedeix del forn de Llópis, del carrer Piltes, 39, (nom del carrer recuperat,. Piletes) que abans era General Mola.
Mira, per altre mig, correu electronic t'enviaré un dels meu articles de Levante, per que tingues una idea que esta familia i el seu dolç ben for, abanda de ser unes bones persones. El teu amic Poncho, como es diu el meu non a eixes terres, te ha informat lo millor que sab. Un fort abraç.
Per altra part, t'einforme que la sucrería que anomenes prop de Ultramerinos Orts, de la plaza mayor 71, que era. te estas referint a "Dulces Rosell" de Calderón de la Barca, 14, al costat de la rellongería de Llorens. "Mes informacions, en programes de má"
Gracies Poncho, efectivament era Rosell, yo man recorde de ell. ¿Que a segut de sa vida?
Chapeau para este gran pastelero. Soy un habitual de sus dulces. Me encanta que aún hayan profesionales que conserven las tradiciones, aunque no sea un comprador de mocadorá
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