

Artículo de opinión de Xavier Cantera
“Hay que evitar que la precampaña y la campaña electorales se conviertan en una tormenta que amargue nuestros días con un hartazgo de palabrería mágica y de falsas promesas”
Una opinión más
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Xavier Cantera
Una serie de artículos me irán recordando las semanas que faltan para las elecciones municipales y autonómicas del 24 M. Creo que es una fecha suficientemente importante para, mediante la reflexión y la opinión, ayudarla a que venga, no cuanto antes sino a su tiempo pero que llegue bien, con la ilusión y con la esperanza del máximo cambio posible que la ciudadanía elija. Esta semana 16, se inicia con la Fiesta de la Candelaria, fiesta de la luz, de gran tradición entre nosotros porque siempre hemos ido y vamos aún buscando protección contra las adversidades. Además de nuestra cultura muy unida a la meteorología: "Si la Candelera plora, el fred és fora. Si es riu, ja ve l’estiu; tant si plora com si riu el fred és viu", por su estrecha relación con la agricultura, también tiene un arraigo entre nosotros por el simbolismo mágico del que han gozado "les candeletes", las cuales eran recogidas, ya bendecidas, hasta por los menos practicantes porque, según la tradición, espantaban la tormenta si se encendían cuando ésta llegaba. Podemos comenzar por encender la luz de la razón para evitar que la precampaña y la campaña electorales se conviertan en una tormenta que amargue nuestros días con un hartazgo de palabrería mágica y de falsas promesas, cuando, en realidad, se trata de esperar actica e ilusionadamente que llegue la fiesta de la democracia, cuando el pueblo hable y exprese su voluntad como en Grecia. Por otra parte, el mismo calendario laico internacional podría ir marcando los temas a debate en esta temporada preelectoral. Por ejemplo, el día 4 de febrero es el día mundial contra el cáncer y podríamos, además de escuchar propuestas sobre cómo potenciar la investigación sobre este mal y qué podemos hacer para aumentar la prevención y la detección temprana que son fundamentales para detener el alarmante aumento de esta enfermedad entre nosotros, oír también críticas de cómo se ha gestionado la sanidad a nivel municipal y autonómico, y qué se puede hacer para mejorarla ya que, la salud, es el bien prioritario para las personas, incluso, antes que el dinero, más allá de los copagos y repagos impuestos. Termino esta reflexión de la semana 16, recordando la buena impresión que me causó la inauguración de una mezquita en L'Alcudia con toda la sociedad alcudiense presente en el acto. Esta buena práctica del gobierno progresista de L'Alcudia viene como anillo al dedo en esta Semana Mundial de la Armonía Interconfesional de todas las religiones, confesiones y creencias. Algo podrán hacer tanto la autoridad local como la autonómica aconfesionales constitucionalmente, democráticamente elegidas, sobre todo en estos tiempos de atentados y guerras fundamentalistas en nombre de un Dios, para ayudar a la necesidad urgente de que las distintas confesiones y religiones dialoguen y así aumente la paz, el respeto a todos los derechos humanos y la tolerancia entre las personas, alejando para siempre la violencia en nombre de un Dios y sin manipular o utilizar las religiones para beneficio partidista, haciendo negocios y cobrando comisiones, por ejemplo, de la visita de un Papa. Se esperan propuestas.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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