Desde Sanchis&Peris Consultoría animamos a los afectados a que se informen sobre las posibilidades de recuperación de sus ahorros
El 20 de julio de 2011, Bankia, el gigante financiero nacido de la unión de siete cajas, salió a bolsa a un precio de 3,75 €/acción. Previamente, se había realizado una campaña masiva de comercialización entre la potente red de oficinas que la componen, afirmándose que la acción salía con un descuento del 15 % frente a su valor en libros. Gracias a esta campaña la salida a bolsa fue todo un éxito, captándose 3.400 millones de euros que fueron a parar a los fondos propios de la entidad.
Un año después el valor cotizaba a 0,651 €/acción, lo que significa que los inversores perdieron un 83% de la inversión. Los 400.000 accionistas que apoyaron la salida a bolsa vieron cómo se esfumaban 2.822 millones de euros en un año.
Hasta el momento el inversor tenía escasas posibilidades de recuperar el dinero invertido, sin que existiese una línea judicial clara. Sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en una reciente sentencia de 2.013, ha concluido que la empresa emisora de una OPV es responsable en caso de que los datos económicos y financieros publicados en el folleto de emisión estén falseados.
En el folleto resumen de la emisión de Bankia figuraban las magnitudes financieras de la entidad que, a 31 de marzo de 2011, presentaba un balance con 235.000 millones de euros en activos y 13.875 millones de euros de fondos propios. Además, de lo anterior, nos indujo a pensar que el banco era solvente ya que presentaba unos beneficios de 35 millones de euros.
Recientemente, se ha publicado un informe pericial emitido por el Banco de España en el cual se examina el proceso de la fusión de Bankia. En dicho informe se concluye que las cuentas anuales de Bankia, desde el 31 de diciembre de 2010 hasta el 31 de diciembre de 2011, no cumplen con la normativa del Banco de España debido a la existencia de errores contables, los cuales distorsionan considerablemente la imagen económica y financiera de la entidad.
Con la aparición de este informe queda constatado que la información que Bankia presento en el folleto de la emisión estaba falseada, con el único objetivo de captar fondos para un banco que estaba en proceso de recapitalización a causa de su mala situación financiera, consecuencia de una nefasta gestión, haciendo participes de su saneamiento a los compradores de estas acciones.
Desde Sanchis&Peris Consultoría, queremos animar a los afectados a que se informen sobre las posibilidades de recuperación de sus ahorros, pues hay un plazo de caducidad para la interposición de la demanda que termina el 20 de julio de 2015, pasado el cual ya no habrá posibilidad de recuperar el dinero.
Los afectados podrán presentar la reclamación prácticamente sin coste alguno, puesto que los honorarios de procurador, perito y abogado únicamente se abonarán en caso de obtener una sentencia favorable.
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