Por Mª José Villalba
Alzira y su comarca abogan por un proyecto sostenible para potenciar el río como atractivo medioambiental y cultural
El río Xúquer es un recurso turístico aletargado. El cauce ha condicionado la historia que repasan los museos, la construcción de numerosos inmuebles que los visitantes conocen a través de las rutas guiadas y, por supuesto, configura pintorescas estampas que, en lugares como Sumacàrcer, son inmortalizadas por las cámaras de los excursionistas. Sin embargo, como admiten desde el Pater y desde la organización ecologista Xúquer Viu, las potencialidades turísticas del río no están lo suficientemente explotadas.
Para atraer visitantes al Xúquer es esencial emprender su recuperación medioambiental, un trabajo que ya ha comenzado, pero en el que todavía queda mucho por hacer. La afluencia que presentan parajes que baña el río -como l’Esgoletja de Sumacàrcer o el azud de Antella- o la ocupación de los alojamientos próximos al río, como la casa rural que se alza junto al azud de Carcaixent o el albergue de Antella, demuestran que si la ribera y el cauce está en buenas condiciones, se llena de excursionistas. En este sentido, Paco Sanz, portavoz de Xúquer Viu destaca la necesidad de desarrollar proyectos “para acercar a la gente al río, no para degradarlo, sino para que pueda disfrutar de sus valores ambientales”, y para ello propone la recuperación del bosque de Ribera, que hoy en día tiene una presencia testimonial a lo largo del cauce.
Siempre sin perder de vista la sostenibilidad, como también advierte desde el Pater Graciela Olivert, Xúquer Viu aboga por la creación de dos centros de recursos, uno en Antella y el otro en Sueca, para coordinar todas las actividades que puedan realizarse en torno al Xúquer e informar a los visitantes. Otra de las propuestas que defiende la organización ecologista para revitalizar el río desde el punto de vista turístico es la creación de rutas verdes para ser recorridas a pie o en bici, un proyecto que el caso del cicloturismo emprendió el pasado invierno el colectivo la Ribera en bici.
Desde Xúquer Viu señalan que la Ribera tiene un amplio patrimonio hidráulico (azudes, acequias, molinos, etc.) vinculado al río que no está lo suficientemente reconocido y que podría divulgarse con itinerarios organizados. La presa de Tous o los restos de los antiguos pueblos de Gavarda o Beneixida, trasladados tras la pantanada, podrían complementar estas rutas.
Junto a estos elementos culturales que ofrece el río, la práctica de deportes acuáticos, como el piragüismo o la pesca, así como otros que pueden realizarse en las proximidades (senderismo, ciclismo de montaña, espeleología, etc.) pueden revitalizar la economía de pequeños municipios de interior: “Se puede fomentar el turismo rural en el curso alto y la Vall de Càrcer. Las casas rurales y el albergue que existe en esa zona se llenan, están teniendo resultados muy positivos”, indica Sanz.
Graciela Olivert agrega que la playa es “el primer atractivo turístico” que tiene la Ribera, pero el Xúquer es “un recurso más” que puede interesar a visitantes que en lugar de las aglomeraciones de la costa prefieran disfrutar de la tranquilidad y la gastronomía de los pequeños pueblos de interior. Ahora cabe divulgarlo con la misma intensidad que la arena y las olas de nuestras playas.
Mª José Villalba
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Yo recuerdo hace 20 ó 22 años haber nadado en el río. Ahora no metería ni un dedo.
Ni yo tampoco pondría un dedo Benito, lástima que estemos acabando con los ríos, mares y con el planeta
Yo tambien me acuerdo que ibamos a nadar cerca del pont de ferro del tren y hasta recuerdo unas barcas cuyo fondo era plano y que servían para extraer arena del mismo, y cerca de allí había algo que era terífico en aquella época : el molinet, porque alli se habían ahogado mucho, ahora, la última vez que lo ví que l´stima de rio, yo creo que hasta Ben Jafacha renunciaría a su famoso poema.
M'ha agradat molt l'article.
Enhorabona!
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