Relato literario de Eva Borondo
A la hermana Bernadette la encontraron con veinte años muerta en la sobria cama del convento…
Los domingos literarios
Eva Borondo
A la hermana Bernadette la encontraron con veinte años muerta en la sobria cama del convento. Bajo uno de sus costados reposaba también el crucifijo robado de la Escuela Santa Margarita.
Bernadette tomó los hábitos el mismo año que robaron el crucifijo de la escuela, pero nadie imaginó que los dos hechos pudieran estar relacionados, sin embargo, existía una conexión entre ambos acontecimientos aparentemente aislados.
Bernadette entró en la Escuela Santa Margarita con diez años y desde el primer día sintió auténtica devoción por el Cristo que colgaba en la cruz sobre la pared. Sus ojos miraban permanentemente al cielo mostrando orgullosos el sacrificio y el dolor. El rostro anguloso y el cuerpo martirizado causaban en la niña un desasosiego inspirador que hacía que perdiera el hilo de las clases, absorta en la visión de la Pasión de su Cristo.
Con quince años ella escribió estos versos en su cuaderno:
Señor,
cuando te veo
me cae la sangre a los pies
y el corazón,
tu fruto seco,
se arruga como amapola.
La maestra, que revisaba una vez a la semana los cuadernos de clase, sintió una agitación en su pecho y se sonrojó. Era un amor místico y verdadero. Por eso no se extrañó cuando oyó que Bernadette se había recluido en el convento para unirse a su amado.
La decepción llegó cuando descubrió que el Esposo al que debía amar era otro. Allí no estaba su Cristo crucificado, sino un Cristo cautivo con las manos atadas y una corona de oro, en lugar de espinos.
La novicia pudo robar la cruz de la Escuela Santa Margarita y así consintió tomar como esposo al Señor.
El matrimonio duró lo que su vida en el convento, un año de oraciones y penitencias, que culminó en el éxtasis definitivo y una parada cardíaca.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
¿Murió por robar el crucifijo?
Eva, eres un encanto escribiendo. Eres como una bocanada de aire puro cada domingo. ¿Tienes algún libro escrito? Si es así, me gustaría comprarlo.
Julio, murió de amor, de pasión. Se enamoró del Cristo de la Cruz pero sintió tanto éxtasis que su corazón no resistió.
Canavaro, me halagas. Sólo tengo relatos cortos, pero no descarto escribir una novela. Es cuestión de dedicarle tiempo y mucha motivación.
Me alegra poder refrescaros los domingos. Gracias por leerme.
Un abrazo a los dos.
Cuanto amor !!! que lujo leerte, espero con impaciencia los Domingos para ver con que nos deleitas. Besos.
La verdad que nos sabe a poco, porque son muy bonitos, a mi tambien me gustaria leer algún libro de Eva.
Lo que más me gusta de tu escritura es la condensación. Ya he leído algunos de tus relatos y parece mentira que en tan pocas líneas dejes tanto campo abierto al pensamiento y a la interpretación.
Simplemente, precioso relato. Me gustó mucho Eva.
Myself, un lujo es para mí tenerte de comentarista.
María, espero algún día poder escribir uno. Gracias.
José Manuel, es cierto. Tiendo a condensar mucho las ideas y los sucesos y a veces puede resultar difícil la lectura, pero con la pausa que requiere todo tiene un significado. La posibilidad de varias interpretaciones creo que enriquece las capacidades de disfrute del lector, que siempre puede optar por la más idónea para sí o para determinado momento.
Antonio G., me alegro que te gustara.
Agradecida, os mando un beso a todos.
Seguro que algún dia leeremos algún libro tuyo ¡ Son tan bonitos esos relatos! Avisanos, Graciassss
Añadir un comentario